“…Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, tiempo, porque los días son malos. Por tanto, no seáis Insensato sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor. Dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo…” Efesios 5:15-17,20.
Cada día Dios nos sorprende con nuevas bendiciones, y nos gozamos y alegramos por lo que vemos, mas muchas veces se nos olvida dar gracias a Dios hasta por los pequeños detalles que no notamos, y en ocasiones no agradecemos a Dios cuando las cosas no resultan como teníamos planeado.
En varias oportunidades he oído a algunas personas decir que están molestas con Dios por que atraviesan circunstancias difíciles sin explicación, y su basamento es que si no pecaron, eso no debió sucederles, otros se quejan del silencio de Dios cuando se encuentran en medio de una tormenta.
En la Biblia esta de manifiesto el ejemplo de un hombre que sufrió diversas penalidades, y sin conocer causa alguna mantuvo su confianza puesta en Dios. Quizás ha oído hablar de Job, o habrá leído su historia, de no ser así le invito a leer Job 1:1-22, 2:1-10.
La fe de Job fue probada así como la suya también puede ser probada cuando menos imagine.
El diablo (el acusador), intentó demostrar a Dios que Job tenía su confianza puesta en EL porque le había prosperado en riquezas y salud, mas Dios conociendo la integridad de Job permitió que el diablo lo zarandease, mas no le permitió tocar su vida.
Conozcamos 3 aspectos que describen la actitud de Job antes y después de su agravio:
1. Integridad: Perfección, rectitud, justicia.
2. Reverencia: Temor a Dios, humillarse ante Dios.
3. Santidad: Apartarse del mal, consagrarse a Dios.
Job 1:1
“Hubo en tierra de Uz un varón llamado Job; y era este hombre perfecto y recto temeroso de Dios y apartado del mal”.
Luego de haber recibido las noticias que le arrebataron su felicidad… Job 1: 13-22. 2:7-10.
Sin sus hijos, sin salud, sin casa y en pobreza Job no pecó contra Dios, antes bien se mantuvo reverente para con El.
“Entonces Job se levantó, y rasgó su manto, y rasuró su cabeza, y se postró en tierra y adoró, y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito. En todo esto no pecó Job, ni atribuyó a Dios despropósito alguno”. Job 1:20-22
Job se humilló a Dios, aún en su dolor fue capaz de adorarle, y cuando necesitaba apoyo y consuelo, devastado por la sarna maligna que carcomía su cuerpo su mujer le dijo:
Job 2:9-10 “…¿Aún retienes tu integridad? Maldice a tu Dios y muérete. Y él le dijo: Como suele hablar cualquiera de las mujeres fatuas, has hablado. ¿Qué? ¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos? En todo esto no peco Job con sus labios.”
Según varios comentaristas la palabra fatua hace referencia a una persona necia, que descuida al creador por amor a la comodidad y los placeres, y en otros diccionarios podemos encontrar que el sinónimo de necio es insensato, o ignorante.
¿Cuál será su actitud cuando se halle en diversas pruebas?
Tened por sumo gozo, hermanos míos, el que os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia…
Santiago 1:2
El hecho de que permanezcamos en Cristo no quiere decir que no pasaremos por dificultades, pasaremos por pruebas, y no serán de nuestro agrado, pero si nos mantenemos firmes, confiando en el Señor, seremos cada vez más resistentes y alcanzaremos su bendición.
Estudiemos 3 verdades de suma importancia:
-El diablo pidió a Dios permiso para atormentar a Job. (Job 1:9-11)
-Dios se lo permitió pero manifestó su autoridad cuando pidió que no tocara su vida. (Job 1:12)
-Dios restauró al doble todo lo que Job tenía, (todo cuanto el diablo le había quitado). (Job 42:10).
Sé que cuando nos hallamos sumergidos en circunstancias que nos desagradan entramos en desespero y queremos que Dios nos responda a nuestra manera, pero amados hermanos vamos a someternos a Dios y resistir como está escrito en la Biblia:
“Por tanto, someteos a Dios. Resistid, pues, al diablo y huirá de vosotros”. Santiago 4:7
Vamos a consagrarnos a Dios, permanezcamos firmes en oración y en la búsqueda de la palabra para que luchemos en integridad, reverenciando a Dios en todo momento, guardándonos en santidad.
Perseveremos en actitud de agradecimiento a Dios, aun cuando sintamos que nada tiene sentido, reconozcamos la soberanía y el poder de Dios, que nuestra confianza en El no fenezca para que crezcamos en espíritu y sabiduría.
“En el día del bien goza del bien; y en el día de la adversidad considera. Dios hizo tanto lo uno como lo otro, a fin de que el hombre nada halle después de él”. Eclesiastés 7:14.