Sermones en Audio
Suena la trompeta de Dios llamando la atención de su pueblo para que preste atención a su Palabra y nuestro oído debe estar atento a ella, es una obligación de cada cristiano. Pero no solo debemos oírla sino que debemos acatar sus órdenes, poniéndola por obra y entendiendo que en la obediencia se encuentra la bendición.
Cuando Moisés hacía sonar las trompetas, era para que todo el pueblo de Israel las escuchara y realizarán la tarea que a través de ellas les era ordenada. Así es que les hacía reunirse a los príncipes o a toda la congregación, con el sonido de las trompetas se ordenaba el mover los campamento, el prepararse para la batalla, etc.