Devocionales Cristianos… Mensajes Cristianos
Uno de los ingredientes que abundan en esta época contemporánea, es aquel por el cual todos hemos pasado, unos más otros menos, que responde al nombre de AFÁN.
Lo cierto es que en la mayoría de las ocasiones el afán nos hace actuar de manera irreflexiva, y por mucho que nos hemos esforzado ninguno de los recursos que hemos empleado para alcanzar nuestras metas, ha sido coronado por el éxito.
Esta epidemias cobra magnitudes insospechadas y el estrés, toca miles de vidas diariamente que se enrolan en las filas de aquellos que pretender alcanzar a toda costa sus deseos, que en un gran número de casos, no son más que el producto de ese interés desesperado por alcanzar cosas, que al final de nuestras vidas otros disfrutaran.
Conociendo esta mentalidad humana, se ha creado todo un andamiaje propagandístico que a través de los diferentes medios anuncian los más variados productos que van desde el más moderno de los autos, el mejor ordenador, la mejor crema para las arrugas, las dietas milagrosas y un rosario de productos que logran enganchar en su anzuelo como decimos en Cuba hasta al pinto de la paloma.
Las personas se empeñan hasta el cansancio y trabajan con denuedo para lograr tener cosas. Como bien dijera un amigo mío, vivimos inmersos en la era de las tres T, o lo que es lo mismo: llenar las tripas, comprar tarecos y poseer una montaña de trapos, así transcurre la vida de muchos hombres y mujeres en este mundo.
El pueblo de Dios sin darse cuenta, también puede caer en estos excesos, el cual es la causante para muchos de que el trabajo los consuma; a otros, las responsabilidades los absorben; muchos sufren de trastornos nerviosos, lo cierto es que hay una realidad; un día nos iremos de aquí, y todo seguirá en su lugar. Ocupémonos en las cosas que en verdad son importantes.
¿Vives afanado por algo? Es bueno que nos preocupemos por todo aquello que es verdaderamente importante, pero deberemos establecer un orden de prioridades y recordar que el decir que nuestro Señor está al control, no son simples palabras, sino profunda convicción de que Dios no nos pierde de vista y está al control de todo aquello que en realidad necesitamos.
Versículo para el día:
“…Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?..” Mateo 6:26
Es mi oración al cielo que puedas vivir sabiamente y te deleites en disfrutar de aquellas bendiciones que Dios ha puesto en tus manos..
© Francisco Medina
