Devocionales Cristianos… Mensajes Cristianos
Yo no sé las experiencias en su vida, pero, lo que ha acontecido en la mía es que muchas veces he transitado de fracaso en fracaso por la sencilla razón de que me he levantado un pedestal a mí mismo, creyendo que tengo las respuestas para todo y la solución para todo. Naturalmente todo esto ha constituido algo así como un doctorado personal, del cual he aprendido un principio teológico importante, y es que sin la guianza de Dios soy sencillamente ¡estúpido! ¿Por qué?
Porque cuando he visto como los más seguros, mis planes y mis metas, estas han resultado un fracaso y he tenido que reconocer que lo que me parecía una buena iniciativa en realidad no era así. Solo Dios no se equivoca; confiemos nuestros asuntos a Él y hagamos nuestras decisiones confiando en su palabra.
Resulta muy sencillo (lo he entendido así), descansar en las manos de Dios y poner sobre sus espaldas todo aquello que emprendemos de manera que pueda llevar el sello de aprobación del maravilloso e inerrante Espíritu Santo. Muchos de los esfuerzos que emprendemos para el Señor fracasan porque se deben a nuestras limitaciones y en gran medida a nuestras innovaciones en el ámbito espiritual, creyéndonos que hemos descubierto la última Coca Cola del desierto.
La ingenuidad nos mata, los fracasos nos persiguen con saña, nuestras metas no se alcanzan o se alcanzan mediocremente, vivimos de desalientos en desalientos y no nos detenemos a hacer un análisis de lo que hemos hecho para poder vislumbrar donde hemos venido fallando. ¿Quieres tener éxito en tus planes y que te vaya bien en la vida?, Cuenta con Dios, y apóyate en Él. Aun cuando todo parezca sencillo y claro, cuenta con Dios antes de cada decisión.
“…Mas el que me oyere, habitará confiadamente Y vivirá tranquilo, sin temor del mal…” (Proverbios 1:33)
Déjate llevar de su mano y cree lo que dice el Salmo 23 cuando dice: “…en lugares de delicados pastos me hará descansar…” Tú eres un soldado, pero la guerra es de Él
© Francisco Medina
