Inicio » Devocionales Cristianos » ¿Eau de Toilette?

¿Eau de Toilette?

Devocionales Cristianos… Mensajes Cristianos

En cierta ocasión le preguntaba a los jóvenes de la iglesia: ¿Como haces para reconocer un perfume original? Las respuestas fueron variadas y algunas hasta creativas, pero las que más abundaron fueron las siguientes.

  • Por el frasco
  • Por la marca
  • Por el aroma
  • Por el lugar a donde se compra

En ese momento nos pusimos a analizar cada una de las respuestas. Todas nos lleva  a la apariencia. Afecta nuestros sentidos, afecta la vista, el olfato, aun nuestro intelecto son engañados. No todo lo que aparenta ser original lo es. En la vida cristiana es igual. No todo lo que aparenta ser piedad lo es, no todo el que aparenta ser nacido de nuevo lo es. Jesús dijo “…Por sus frutos los conoceréis…”(Lea Mateo 7:16 y Lucas 6:43-44).

Luego Pablo el apóstol de Dios (ese si era apóstol), dijo: El fruto del espíritu es… y dio una serie de cualidades (lea Gálatas 5:22-23). Pero, ¿como aplicamos esto con el perfume?

Fácil, cuando se lo aplica sabrá si lo han engañado. Es en la práctica de la vida diaria cuando se conoce el fruto del cristiano (nacido de nuevo, hijo de Dios).

Es cuando se ve enfrentado a las circunstancias que la vida presenta , cuando nos damos cuenta como esta ese fruto. Nótese que habla de “Fruto”, es uno solo, con características propias de él.

Cabe la pena preguntarnos ¿Cómo reacciono ante las adversidades, problemas o circunstancias de mi diario vivir? Recordemos que todo lo que sembramos eso segaremos, ya sea que se coseche en años, meses, semanas, días, horas o segundos, siempre hay un resultado que cosecharemos.

Por eso Dios nos invita a hacer un análisis antes. ¿Actuamos o accionamos?  Si alguien nos ofende, ¿nuestra respuesta es con mansedumbre? ¿Si alguien nos desespera, actuamos con paciencia? Si nos hacen mal, ¿respondemos con benignidad? Cuál es nuestro accionar, que cualidades tiene?

Dios no solo nos pide que nos fijemos en el actuar ajeno para no ser engañados. Nos invita también, y está implícito, a hacer un autoanálisis de nuestro propio caminar.  Cuando Jesús nos dice: “…Un árbol bueno no puede producir frutos malos, ni un árbol malo producir frutos buenos…” (Mateo 7:18),  nos está aclarando que si somos nacidos de nuevo, nuestra característica debe ser un actuar acorde con esa nueva vida.

Creo sinceramente que no se lograra la perfección o dominio completo de cada área de nuestra vida. En algún momento, sea por descuido o por alguna otra razón, nuestra carne saldrá brincando viva y coleando. Pero también se , por experiencia propia, que Dios está siempre ahí esperando a que nos volquemos a Él en busca del oportuno socorro.

Analicemos nuestra vida cada día para ver cuánto de ese fruto nos hace falta y dejemos que su espíritu santo nos inunde para poner sus principios en práctica.

Dios les siga bendiciendo.

© Carlos Antonio Ramos

Deja un comentario