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Devocionales Cristianos… La balanza del perdón

Devocionales Cristianos… Reflexiones Cristianas

La balanza es un instrumento que se utiliza para medir masas. Con ella, por medio de comparaciones podemos determinar el peso de algunos cuerpos.

Por un extremo se pone lo que se desea pesar y por el otro, las pesas necesarias para que quede en equilibrio. Una vez logrado esto, el peso del cuerpo deseado será igual a la suma de las pesas que fueron colocadas en su correspondiente platillo.

Análogamente sucede con el perdón de los pecados. Como el pecado acumulado por la humanidad llegó a ser tan grande y a su vez tan pesado, inclinó la balanza a su favor, de tal manera, que no era posible encontrar algo que la pudiera volver a equilibrarla.

El hombre se vio falto para conseguir este propósito, y de hecho quedó destituido de la gloria de Dios, entonces el Señor, por su inmensa misericordia, envió al único capaz de mover la balanza cargada de semejante peso, y ponerla nuevamente en equilibrio.

Sin dudas que ese enviado de Dios no fue otro que su hijo Jesucristo. Él venció al pecado y al mundo. Por su preciosa sangre derramada todo el que le creyó alcanzó el perdón y le fue dada la potestad de ser hijo de Dios.

Para que esa balanza cargada de pecados diera en el fiel del perdón, fue necesario echar mucha sangre pura, sin una molécula contaminada siquiera, en el platillo del otro lado.

Así, todos quedamos ante la posibilidad real de ser perdonados, y que sólo queda consumada cuando pongamos nuestra parte. No con sangre, la de Cristo fue suficiente.

Me refiero a cuando nos enfrentamos a la balanza, y por un lado vemos un platillo lleno de rencores, raíces de amargura, infidelidad, crueldad, envidia, apatía y muchas más cosas abominables; pero muy carente o totalmente carente de amor.

Miramos hacia el otro platillo y vemos que está vacío. Ha llegado el momento de poner nuestra parte; pero no, no te preocupes, no tienes que poner sangre, de nada valdría. Sólo pongamos tres cosas: arrepentimiento, perdón a los que una vez te ofendieron y amor.

No tardará en que veamos el dial de la balanza, marcando nuestro perdón; porque escrito está:

“Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo”. Efesios 4:32.

© Antonio Fernandez. Todos los derechos reservados.

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