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¿Salir de las cuatro paredes sin salir?

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Juan estaba en aquella silla esa tarde, y siendo alguien bien organizado y nunca se le escapaban los detalles de su agenda, pero ese día mientras meditaba en su corazón sobre el deseo que salía de él y en voz baja dijo: Señor Todopoderoso, sé que estoy en esta posición porque a ti te ha placido que yo esté aquí, sabiendo que vengo de la bajeza, del lodo cenagoso, donde no valía nada, y ahora me has puesto en un sitio de honor, realmente que maravilloso ver tu poder a través de mi vida y ahora tengo ese valor sobre agregado que tú me has dado, pero Padre, quiero pedirte algo, como puedo salir de estas cuatro paredes de mi oficina y poder proclamar más tu nombre con las personas, pero Señor, yo deseo seguir haciendo esta labor que tú me has encomendado cada día dentro de estas cuatro paredes con las personas, donde puedo mostrarles aún más de ti pero siento que me gustaría una porción aún más de ti si te place Señor, tuyo es el poder Señor.

Juan había clamado ese día por algo especial que engrandecería aún más el nombre De Dios ante otros, pero lo que Juan no había notado es que había apelado sin saber a aquel versículo que dice: “clama a mi y yo te responderé y te mostraré cosas grandes y ocultas que tú no conoces”.

Miguel quién era su amigo desde la infancia y ahora eran miembros de la misma congregación le estaba diciendo: mira Juan, esa sed que tienes de Dios es buena pero debes conformarte con lo que Dios está haciendo contigo. No veo razón de que tú puedas hacer algo más para Él si solo estas dentro de esas cuatro paredes, no puedes clamar por cosas imposibles, es una locura lo que tú has pedido, ¿como crees que vas a pedir proclamar más el nombre de Dios y si solo estas dentro de tus cuatro paredes?, eso es absurdo; debes irte de misionero un día para que lo hagas, no podrás tocar una tan sola vida sin salir de ese lugar de las cuatro paredes, solo podrás estar confinado a bendecir a los que están cerca de ti, y eso es bueno, pero debes conformarte. O dejas de hacer lo que haces en esas cuatro paredes y te vas a predicar y tomas otra posición en la vida.

Juan le dijo: Miguel, posible tú no entiendes, pero yo en verdad deseo que otros conozcan más de nuestro Señor Jesucristo y sus misericordias que son nuevas cada mañana y eso es lo que he pedido.

Miguel finalmente dijo: bueno, ya te he dado mi punto de vista, eso que pides es imposible, no puedes salir de las cuatro paredes a proclamarle si no sales físicamente a hacerlo, no hay forma, es totalmente absurdo eso que pides.

Juan dijo: Miguel, pero ves ese pasaje que dice allí en Jeremías 33:3clama a mi y yo te responderé y te mostraré cosas grandes y ocultas que tú no conoces“. ¿Qué crees que quiere eso decir?

Miguel contestó: mira ese versículo lo que quiere decir es que si tú clamas por su nombre, Él té va a mostrar su poder de poderte salvar, y te mostrará una eternidad y su salvación, que eso es oculto y grande a la vez que nosotros en verdad no conocemos y no nos da una fecha, solo dice que lo hará en el futuro. Él te transforma en otra persona, lavada, cambiada y renovada, pasas de ser pecador no redimido a ser un pecador redimido, o sea comprado por alguien que en verdad te ama con su sangre pago ese precio

Juan quién entendió a la perfección, le dijo: pero Miguel tú estás olvidando que yo ya soy un cristiano, ¿no crees que el puede hacer algo aún mayor aún estando yo aquí en la vida según este pasaje? Miguel respondió: no veo otra forma y debes conformarte con lo que Él ya te ha dado.

Juan entendió la explicación a la perfección por ser el de menos tiempo en las caminos del Señor.

Pero ya casi para irse le preguntó: una última pregunta Miguel, ¿me puedes decir por qué tengo ese deseo? ¿No crees que Él está interesado en mostrarme aún cosas grandes para mí vida, ahora que estoy vivito y coleando?

Miguel poco molesto le dijo: mira, tú como que no puedes entender, confórmate con leer la Biblia, aplicarla en tu diario vivir y dale a los demás ese mensaje, y si no pues te tienes que ir de misionero para salir de tus cuatro paredes de La oficina, quiero que te quede muy claro eso Juan, no hay otra manera. Y tu apenas sabes lo que sabes. Juan dijo, Miguel, pero yo quiero salir de la rutina, solo hacer lo que hago, siento que estoy siendo falto aún, tengo deseos de dar algo más para Él, pues le debo la vida espiritual y física, y venir del basurero en que estaba, ahora realmente se que Él es el Único.

Eso es algo grande y oculto también que ahora es visible en mi vida como tú dices, pero creo que Él puede hacer algo mayor en mi vida para seguirse glorificando.

Miguel en tono molesto y sarcástico le dijo: o sea que me estás diciendo que Él va a hacer contigo algo más sobrenatural. Estas loco, no debes tergiversar el versículo, no lo saques del contexto .

Juan le dijo: bien mi amigo y hermano, creo que se te ha terminado la paciencia conmigo, pero pienso que al que cree todo le es posible.

Dos meses posteriores a esa plática con Miguel, ese sábado a las 5 am mientras Juan estaba orando esa mañana y tomó su desayuno sintió un deseo tremendo de escribir, y en ese momento tomó su computadora y comenzó a escribir la historia de su vida, y su esposa lo vio tan feliz hacer aquello que estaba haciendo y ella le dijo: Amor, te veo feliz trabajando en la compu.

Juan le dijo: Amor mío, hoy estoy con unos deseos inmensos de escribir que siento una gran satisfacción hacerlo. En verdad no me gusta escribir, pero siento deseos inmensos de hacerlo.

Ella le dijo: pues hazlo, esas cosas son buenas y una pregunta, ¿qué es lo que escribes?

Él se detuvo de escribir por un momento y dijo: escribo el testimonio de cómo Dios puso los ojos en mi, y me sacó del fango y los caminos que me cuidó y la bella familia que me permitió tener.

Ella le dijo: pues adelante esas cosas agradan a Dios, siempre y cuando Él se lleve la preminencia.

Él término de escribir en la tarde y dijo: no sé de donde me han salido tantas palabras, pero ya terminé.

Juan había escrito sesenta páginas sin parar ese día y no se notaba cansado.

Comenzó a pegar parte de su documento escrito en la red social para compartir algo, y empezó a ver que todos en la red social de volcaron a leer esa parte que había publicado, y las personas empezaron a alabar a Dios con esas publicaciones, y luego siguió poniendo más y siguió escribiendo y ahora lo hacía con más facilidad, y fue semanas después de estar escribiendo que fue como despertar y se dijo: Dios mío, ¿pero que estoy haciendo? Señor alabado seas tú por los siglos de los siglos, yo te pedí a ti como poder proclamar más tu nombre, y me has dado la habilidad de escribir. Wow, Señor, perdóname no me había dado cuenta que esto no es de mí, esto es una habilidad que me estás dando y quieres que me perfeccione.

Ahora puedo entender cómo puedo estar en las cuatro paredes de mi oficina, y poder llevar a través de las cuatro paredes de ella y poder proclamar aún más de ti.

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