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El extraño administrador

Reflexiones Cristianas

Julián quien era el nuevo administrador de aquel sanatorio, un día antes ocurrió: Julián, serás el nuevo administrador de este lugar para tantos enfermos, solo deseamos que ahora que tienes un privilegio aún mayor sepas que también tienes mayor responsabilidad.

Julián contestó: Si Señor, haré lo mejor que debo hacer.

Ahora estaba en preparación para ir a su trabajo de administrador, y su nuevo auto que le esperaba y su nueva oficina. Al llegar a dicho establecimiento, comenzó a ver que todos lo saludaban con mucho respeto. Llegó finalmente a su flamante oficina y pudo observar que habían muchos rellenos de cristalería, cuadros de pintores famosos y además, su percoladora, sus libros contables, y su magnífico escritorio de roble recién importado.

Julián, fue saludado a su secretaria y sus colaboradores, y mientras él observaba milímetro a milímetro aquella nueva oficina, y finalmente sus ojos se detuvieron en un pequeño letrero que se leía: “Desde este lugar puedes llegar a cualquier lugar”.

Meditó sobre ese letrero y llamó a la secretaria: Hola Rosa, ¿me podrías decir quien puso ese letrero allí? Hace cuanto está colocado en ese lugar? Ella muy sonríente: Si Señor Administrador, siempre ha estado aquí. ¿Hay algún problema con el letrero señor?

-No, ninguno. Solo tomaré unos minutos y le llamaré para poder tener una plática con ustedes como mis nuevos colaboradores.

-Si señor, le dejo tome su tiempo, pues lo necesitará siempre.

La puerta se cerró detrás de él y se sentó en su silla de cuero fino aterciopelado, aún seguía observando ese letrero que había llamado su atención. Y comenzó a orar mientras estaba en ese escritorio: – Señor, dame sabiduría para estar en este lugar, se que no es fácil pero si tú me has traído es porque deseas glorificarte. Te lo pido en el nombre de Jesús; amen.  Llamó a sus asistentes y tuvo reunión con ellos y terminó diciéndoles: bueno finalmente quiero que sepan que no solo estaremos en esta oficina firmando, haciendo notas y comprando cosas, iremos a cada habitación de los enfermos, veremos lo que necesitan, quiero saber sus quejas, quiero saber las necesidades del personal, las ventajas y desventajas que tenemos como institución. Tenemos el suficiente recurso humano y recursos económicos, y debemos estar sabidos de las necesidades en general.

La secretaria con su lima de uñas y viéndose sus manos al mismo tiempo dijo: se va a quemar rápido jefe, los demás que han estado no se meten a tanto rollo, más bien delegan todo y hasta ponen mas personas en la planilla, y ya sabe cómo es esto. Julián le observó su actitud y le interrogó, ¿ha estado alguna vez ud. en atención al cliente? La veo muy bien para esa área.

Huy, ni Dios lo quiera, yo no sirvo para estar frente a la gente, y aguantar esos olores a enfermedades, mejor aquí estoy feliz oliendo a estos ambientales de canela, y con mi computadora para estar pendiente de lo que usted necesitará.

Julián se sorprendió con dicha respuesta y le dijo con énfasis: — quiero que sepa que habrá rotaciones de personal cada cierto tiempo con áreas afines, y eso nos va a servir para que haya mayor conciencia de las áreas, y además eso puede ser parte para encontrar nuevos líderes para las diferentes áreas. Pues al estar una persona confinadas a un área, algunos por necesidad morirán allí si no se les da esa oportunidad que yo también tuve con mi actual jefe, él me dijo que debía prepararme para el futuro y que debía educarme en la medida que quisiera servir a otros, y si ya me sentía completo así como estaba entonces no debía hacer mayor cosa en mi vida, solo hacer lo que se me encomendaba.

Así que rotarán y eso será un plus para con todos y podrán ver sus verdaderas capacidades, será la oportunidad de sus vidas a quienes han estado esperando algo así. Vamos a ver los pacientes de ese pabellón de enfermos y veré cómo puedo hacer roles de reuniones con el personal médico, enfermería, asistencia, mantenimiento, cobros, etc. etc. Al llegar al pabellón de enfermos Julián observó lo siguiente:

– Maritza, puede traerme una colcha para Don Inocencio de la cama 1.

– No Doctor, solo hay sábanas normales.

– Esta bien deme 3 de ellas para él.

– No, solo le puedo dar una pues no ajusta para los demás.

– Pero venga a ver cómo tiembla este señor. ¿Cree que puede conseguir un calentador?

– No, hace mucho tiempo que no contamos con ellos.

Julian iba tomando nota de lo que estaba observando sin decir nada más. Su asistente le dijo: hay no jefe, así solo gastos va a tener, los demás han podido aguantar y así las ganancias aumentar. Julián le señaló su boca y hubo un silencio.

Se paró frente a la estación de enfermeras y observó: cada familiar llegaba a la estación y preguntaba sobre cosas básicas desde solicitar un recipiente para hacer sus necesidades, y hasta la dieta de sus familiares.

El en voz baja dijo: debemos hacer volantes para que las personas sepan que deben hacer al estar con sus familiares, desde que ingresan deben tener información, eso debe estar en la mesita de cada paciente, donde deben llamar, y que extensiones deben marcar para su necesidad a las horas de atención, y no necesariamente todo a las ocupadas enfermeras. Todo debe ser como un hotel, que se sientan bien atendidos. Llamar a cocina o al restaurante, y ellos solo deben preguntar por las indicaciones de cada paciente y saber lo que pueden o no darles, y ofrecer de acuerdo a su dieta.

Julián entró a cada habitación y pudo observar lo lúgubre de cada una de ellas y dijo: si yo estuviera aquí en este cuarto privado enfermo, ¿qué me gustaría ver? Quisiera ver un verso que me aliente, un Nuevo Testamento en las habitaciones, un sistema de sonido con música ambiental de acuerdo a la necesidad de cada persona, y canales exclusivos para cada persona y mejorar su estadía y que pase mejor.

Que el consejero espiritual pase habitación por habitación todos los días, ese será su trabajo, no debe incomodar a ningún consejero espiritual y ellos deben hacer una labor conjunta con los médicos para que cada médico nunca crea que es la fuente de curación por su persona, sino que la parte espiritual aún de ellos mismos es esencial.

Los consejeros escribirán un reporte diario de las necesidades que encuentran en la institución, y deben ser escuchados como consejeros y que sea en pro del enfermo y personal. Los consejeros también me brindarán ayuda a mi como administrador, pues se que soy humano y el poder me puede también dañar sino me hago tener consejeros a quienes dar también cuentas y pedir consejos. Su asistente quien anotaba cada detalle le dijo: Señor Administrador usted lo que conseguirá es quebrar la institución. Tenga cuidado con lo que va a hacer.

Julián solo sonrió y dijo: usted misma va a desear un día hospitalizada estar para gozar de estas ideas, créame que esto no es un gasto, esto es una inversión para la institución, ella se debe a sus pacientes y debemos dar lo que ellos necesitan. Ser administrador no es ser solo juzgador, al contrario, el hecho que se despoje de su lugar de trabajo y vaya al lugar de los hechos, eso significa que ya comenzó a dar la milla extra en beneficio de los que dicha institución cuida y se debe.

Saber administrar no solo es contar cifras y ver diferentes colores de billetes, saber administrar es ir a la verdadera necesidad que tiene tanto el uno como el otro, y haciendo eso, es un ejercicio para nunca en mi bolsa pensar, pues haciendo esto, Dios verá también mi corazón y mi verdadera necesidad qué hay para saber gobernar lo que el puso en mis manos.

“…Por lo cual dice: Despiértate, tú que duermes, Y levántate de los muertos, Y te alumbrará Cristo. 15 Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, 16 aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. 17 Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor…”. Efesios 5:14-17

Debemos a empezar a saber administrar desde nuestras familias, esa es la primer empresa y más importante. Si la sabemos manejar, entonces estamos aptos para cualquier otra misión. Antes de un administrador contratar, deberás su familia ver y valorar y no volverte a equivocar. Si Jesús es su preeminencia entonces está listo para tener obediencia.

© Dr Mauricio Loredo. Todos los derechos reservados.

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