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¿Puedo divertirme de vez en cuando?

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¿Puedo  divertirme  de vez en cuando? Esta pregunta,  por supuesto,  me la hacía yo en lo personal creo que fui unas de tantas personas a quien le gustaba las fiestas de todo tipo diversión  mi lema era “Goza que la vida es corta” el mundo  considera  como buena y gratificante la diversión hasta te dicen un poco de diversión no te hará ningún mal, es decir, a participar  en fiestas,  sean cuales  sean sus características.

El Apóstol Pablo no da otra idea de las diversiones carnales que ofrece el mundo. 1 Corintios 10:23 “Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica“.  Esto es con referente al creyente, Cristo pago un precio por nuestra libertad pero debiéramos usarla como libre albedrío para hacer lo que nos venga en gana hay límites como cristianos todo nos he licito, fiestas, parrandas, carnavales, bailes, discotecas, prostíbulos, todo eso es licito es aprobado por las leyes del país pero como creyente no nos conviene practicar eso ¿por qué?

Porque nos destruye espiritualmente y nos aparta de Dios. He visto Jóvenes que desearon probar que era el mundo y hoy están muertos, conocí a un Joven cristiano que se cansó de ser creyente y se fue al mundo, unos meses después lo encontraron muerto en una alcantarilla boca abajo, cuando fui a su velorio en la casa y lo mire dentro del ataúd me llene de una profunda tristeza lo cual exprese “tanto nadar para  venir a morir en la orilla” ahora crees que divertirte un poquito es bueno.

¿Cuál  es el sentido  que tienen  las fiestas  en el mundo?  Las fiestas  tienen  como objetivo hacer  olvidar por  un rato la desorientación  y el vacío de sus pobres  vidas. Las fiestas representan  para  ellos un pequeño oasis en medio  del gran  desierto  que es el mundo.

Su alma  agobiada,  cargada,  encuentra  por  algunos  momentos   un pequeño alivio (¡tan pobre!).  Por un momento,   decimos,  porque  después  de pasado  el éxtasis,  el jolgorio, queda  la situación  peor  que antes. El vacío es más intenso,  la degradación  mayor. ¿Cuántos  instintos  asomaron  allí, cuántos  bajos impulsos?

Todos los gozas  que ofrece  el mundo  son como  los efectos  de una droga: pasajeros,  crean  adicción, y sumen  a la persona   en la miseria  moral Un hijo de Dios tiene,  en cambio,  un gozo permanente   adentro,  un caudal  de vida, de paz, inagotable.

Cristo en el corazón  es la satisfacción   más plena,  y su efecto  es perdurable sus alcances,  absolutos. Un hijo de Dios ha escapado  del mundo y de su sistema.  Ellos  tratarán  de atraerte  de nuevo. Y, como el apóstol Pedro  dice: “A éstos les parece  cosa extraña  que vosotros  no corráis con ellos en el mismo  desenfreno   de disolución”   (1 Pedro 4:4).

A ellos les parecerá extraño,  porque  no tienen  la vida de Dios. ¿Cómo podrían  entender?   Y como consecuencia,   tal vez, algunos  se burlen, y otros os ofendan.  Pedro  continúa:   “Pero ellos darán  cuenta  al que está preparado  para juzgar  a los vivos y a los muertos.”  (1 Pedro 4:5). La diversión  de un joven  es departir  sanamente   con otros jóvenes   cristianos.  Esto produce   una verdadera  comunión  y crea vínculos  que no desaparecen  con una  “fiesta”. Luego,  la diversión  no está ajena  en la vida de un joven  cristiano.

Es el cumplimiento   de la promesa   del Señor:  “Yo he venido para  que tengan  vida, y para  que la tengan  en abundancia“. (Juan 10:10) La vida de Cristo vivida en comunión con otros, llena todas las expectativas   del alma.

No he visto una fiesta o parranda que haya dado buenos frutos, una vez en una discoteca de pronto se formó una gran pelea, que tiraban las botellas y los banquillos muchos salieron heridos gracias a Dios no salí herido pero me di de cuenta que las discotecas no terminan bien, porque cuando estas ajo la influencia del alcohol pueden brindarte drogas. Los Jóvenes buscan la excitación de estimulantes, porque, por algunos momentos producen sensaciones  agradables”.

© Juan Carlos Jimenez. Todos los derechos reservados.

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