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El portafolio o el agua

Devocionales Cristianos

Faltaban un kilómetro para terminar aquella larga caminata a través del desierto, y aquel caminante que había atravesado toda aquella zona desértica caminando y sin agua, logrando vencer todos los obstáculos, pero faltaba aún el único kilómetro, y se podía ver en la carretera un gran rótulo que decía, “debes escoger entre el agua y el “portafolio de 10 millones de dólares”.

El caminante jadeante para ese momento, leía con una visión borrosa aquella mesa y rotulo que decía esa leyenda, y cayó de rodillas frente a la mesa de madera con una botella de agua, y además miraba aquel portafolio y le presionó con sus pocas fuerzas, y pudo observar aquel fajo de dinero verde que flameaba posible por su misma debilidad.

Ese momento era crucial para ese caminante que había desafiado ganar la caminata y el reto. Ahora estaba frente a lo que podría ser su presente y futuro.

Aún así jadeante, con su boca reseca y sus labios casi partidos a causa de la deshidratación, su piel pegada a su piel, reseca con un color cenizo, y la boca seca por completo, sentía que ya no tenía ni saliva para poder tragar y frente a él estaba aquella botella pequeña de agua y esos verdes billetes, y tenia que tomar una decisión, así como fue establecido en el contrato : “Botella de agua o Dinero “ solo uno podrás escoger.

Este hombre viendo sus últimas fuerzas, arrodillado frente estos dos elementos frente a él, sabiendo que la vida misma estaba frente a él, se miró a sus manos y observó que estaban sus manos pálidas y secas y por un momento pensó, aquí está mi vida frente a mi, ¿qué hago?

Tambaleante, y poco angustiado, echó un vistazo al único kilómetro faltante y dijo para si: este es el momento que he esperado toda mi vida, no puedo llegar tan lejos como para perderme esta única oportunidad de tener estas riquezas que me resolverán todos mis problemas económicos y solo es un kilómetro.

¡De que me sirve esta agua miserable, si me podría comprar todas las que quiera en el resto de mi vida!
Siempre he querido vivir bien, siempre este fue mi deseo, no puedo darme por vencido. Quiero comprar ese carro que tanto me ha gustado, viajaré por muchos países y además podré darme los gustos que solo los pobres ricos se dan, quiero que me aclamen en las plaza, me pregunten ¿qué he hecho para ser rico?

Y en ese momento tomó el portafolio y continuó el recorrido del kilómetro que faltaba y se pudo observar que la pequeña botella de agua quedaba atrás, y podía verse a lo lejos aquel hombre necio caminar tambaleándose por todo ese resto del camino, y cuando faltaban 10 metros para llegar, se vio desplomarse a aquel hombre que tan solo por 10 míseros metros no había concluido su gran larga caminata.

Nadie estaba allí para dar auxilio, pues todos estaban para auxiliarlo en el lugar del agua y el portafolio.

Aquel dinero allí volvió a ser colocado en el mismo lugar, y aquella botella de agua también para seguir invitando a los caminantes, para seguir tentando así como Jesus fue tentado en Mateo 4:1-5 para saber qué es lo que escogerían en sus vidas después de una larga caminata.

Nadie daba importancia a aquellos que quedaban varados en el camino, pues se sabía que lo único que les interesaba era el miserable dinero a sólo un kilómetro de distancia.

Muchas personas al estar en el momento crucial de sus vidas no toman la mejor decisión, no sabiendo que después de tomar el agua, esa agua de vida que da la verdadera vida que es Jesucristo, el rótulo en la meta final decía: Ahora que llegaste a la meta lúcido, es porque escogiste el agua y esa era tu mejor decisión “El Agua”, regresa y toma el portafolio porque ahora si te pertenece, pues el agua tiene su tiempo y el portafolio también.

Muchos deambulan sin saber qué elegir por no tener clara su brújula de la vida, por olvidar los preceptos escondidos en el libro de libros, extraviándose así en el bulevard de la abundancia entre comillas, que lo que hace es generar consumismo y derroche y perder la visión de lo que verdaderamente deberían escoger.

El agua da vida, el dinero aparenta darla a largo plazo.

Debes escoger el agua que te quita la sed al instante, y te da la visión del futuro y te puede hacer obtener aquellos que ahora consideras más importantes. En cambio los billetes te quitan la visión del futuro y te ahoga en sus supuestos deleites y derroches.

Prepárate para cuando te encuentres frente a esa agua y ese portafolio, ¡tú tienes que elegir!

© Dr Mauricio Loredo. Todos los derechos reservados.

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