Inicio » Devocionales Cristianos » Los vidrios del lente y la abuela

Los vidrios del lente y la abuela

Reflexiones Cristianas

Pablo, quien acababa de adquirir sus nuevos lentes meditaba mientras los veía.

En ese momento su abuela, lo sacó de su ensimismamiento y comenzó la siguiente conversación.

-Oye Pablito, ¿qué tanto miras y remiras esos lentes?

⁃ Abuela, hola, buenas tardes, si los acabo de adquirir y los veo bien nítidos y quería ver si tenían algún rayón.

⁃ Ay mijo, en lo que te estás deteniendo, solo úselos y si se le rayan, que sea por el uso que ud. les da y no por tenerlos allí guardados.Mira estos míos, cuando los compre hace unos años atrás estos mismos, estaban tan nítidos que no quería ni usarlos, pero recordé que por andar cuidando lentes así, en el pasado se me dañaron otros y se rayaron sin haberlos usado tanto.

Bueno, lo importante es que usted los sepa usar y cuidar, pero los lentes se parecen al cuerpo humano.

⁃ ¿Cómo así abuela? No le entiendo

⁃ ¡Ah! Ya te explico, solo déjame tomar un vaso de agua.

⁃ No se estrese abuela, siéntese aquí, que yo le traeré su agua y me explica esa comparación, que cuando ud. hace eso, ¡hay que poner atención!

⁃ Ya vas tú con tus palabras que me hacen sentir no tan viejita.

Aquí está el agua abuela, bien heladita desde la tinaja a su boca en este vaso de vidrio nítido como mis lentes.

⁃ Que rica esta agua hijito, es un oasis esa tinaja.

⁃ Bueno, mire este cuerpo mío, ya no tengo los 15 que tenía cuando me parecía a esos lentes que tienes tú en tu mano, ya por el paso del tiempo también tengo estos rayones en mi cuerpo y están por todo el cuerpo, mire las arrugas, se parecen a esos rayones.

⁃ Abuela, qué ocurrente es usted, pero fíjese que tiene razón, pero ud. ha vivido para contarla.

⁃ Así como mis lentes hijo, los cuales han sido usados bien y han ayudado a poder hacer varias cosas que necesito hacer, y mis ojos han sido ayudados por esos lentes, así mi espíritu ha sido ayudando por este cuerpo que ya requiere cambio por el paso del tiempo, pero mi espíritu aún se siente de quince, más no mi cuerpo, pues cuando mi espíritu quiere moverse como antes, ya me cuesta un poco, no soy como las ancianas que aparecen en show que hacen malabares con sus cuerpos pero que han vivido sólo para cuidar de sus cuerpos, y posible no han alimentado su espíritu y su alma con este libro de libros, mire hijo.

– Mira abuela que tienes razón, no lo había visto de esa manera, más bien me motivas a usarlos más que antes, pues ahora con esta graduación de lentes puedo ver mejor que antes y con más definición.

– Si, hijo, haga ejercicios que es bueno, pero no se olvide de hacer el bien, pues ahora hacen más ejercicio que el bien a los demás y eso si es egocentrismo, tenga cuidado hijo y no vaya a usted caer en extremos, nunca deje de Servir con su cuerpo al Dios altísimo y no importa que se desgaste su cuerpo, pero que sea sirviendo al Señor, quien le dará un cuerpo nuevo más adelante y le aumentará las fuerzas que necesita para salir adelante, pero no olvide estas palabras: “mira que te mando que te esfuerces y seas valiente, no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo dondequiera que vayas“, dice en Josué 1:9.

Bueno, a usar bien esos lentes hijito.

⁃ Gracias abuela, así lo haré y con más sabiduría con todo lo que me explicaste.

Así terminó aquella conversación.

Usa bien tus habilidades que te fueron dadas, para beneficio tuyo y de tus prójimos, dándote eso el privilegio de vivir mejor, con lo que sabes hacer bien y lo aprendiste con todo tu corazón.

Ahora, si eres Cristiano trata de encontrar el don que se te dará o darán para beneficio de la iglesia y que el nombre de Jesús sea aún más exaltado y famoso en tus generaciones.

Dr. Mauricio Loredo. Todos los derechos reservados.

Central de Sermones... Reflexiones Cristianas

Deja un comentario