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Procura no olvidar la cima

Reflexiones Cristianas

Reflexión de Hoy: Jóvenes | Procura no olvidar la cima cuando estés cerca de la cima

Introducción

Este día, soy motivado a escribir sobre unos jóvenes de colegio. Diría yo, un gran grupo de jóvenes no por la cantidad, sino por la calidad que había en ese grupo. Dos jóvenes de ellos acomodados y dos de ellos sin comodidades

Lo común en este grupo era que eran adolescentes, y del mismo grado académico de segundo año de ciclo común, y tenían buenas notas ellos.

Dos de esos jóvenes venían con sus estómagos vacíos a clases. Uno de ellos venía a pie y a veces a jalón y el otro jovencito en bicicleta que le llegaron a llamar la bicicleta Galactrofica, ese nombre de galaxia porque era raro ver esos modelos así y de atrofia porque era una bici sin detalles ni lujos, apenas las dos ruedas poco oxidadas pero como decía el joven Jorge: me transportar al menos y todos eran felices.

Dos de ellos venían bien comidos pero con dinero en sus bolsas, y así invitaban a sus amigos que no traían nada en sus bolsas.

Llegar a la cafetería sin un centavo, es como que te tiren spray contra cucarachas y no puedes acceder a dichos lugares. Ir a la cafetería en cualquier lugar del mundo es necesario el requisito del metálico, porque si tienes hambre y no tienes dinero, entonces aumentarás más las células que claman por alimento y los ácidos gástricos incrementan por el tan solo aroma de los alimentos que no podrías comprar sin dinero.

Así que por eso muchos pasan alejados de esos lugares de ricos aromas alimenticios. Cuando portas metálico, o tarjetas que tienen esa función del metálico, te da placer ir a cualquier lugar de comidas y se te puede antojar de todo de alimentos y puedes saciarte.

Este grupo de jóvenes en el colegio, las enchiladas o baleadas y las gaseosas no se dejaban esperar. Uno de ellos decía: no iré a la cafetería con uds., por las razones obvias y otro le animaba para que no perdiera fuerzas ni tampoco restara su inteligencia.

En este escrito que compete a nuestro amigo Cristian Campos, ese pequeño joven de los años ochenta con su corazón generoso para con sus amigos necesitados, sin saberlo estaba marcando algo en la historia sin precedentes. Les llevaba a su casa a tomar gaseosas y comer pan con mantequilla, tomar agua de coco de sus palmeras y ver películas de perdidos en acción o Rocky etc. Era uno de los mayores alicientes al decir: vamos donde Cristian.

¡Que tiempos más Maravillosos! Una juventud en la plena adolescencia donde la caridad se comenzó a marcar en el colegio, un ejemplo que marcaría la vida de todos ellos, unos sobrellevando diferentes cargas en sus vidas futuras, pero sobre todo la esperanza albergada en los corazones de todos ellos.

Ahora todos estos niños ahora hombres completos exitosos y dispuestos a darse la mano unos entre otros en caso de requerirse o verse en necesidad.

La vida es bella, independientemente de todo lo que digan, es bella cuando somos ese prójimo que damos la mano al que la necesita y entonces tu la tornas bella.

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