Reflexión Cristiana: El Más Feliz del Mundo
Se cuenta que un día, un niño llamado Pedro visitó a su abuelo, un hombre sabio y respetado. Al final de la visita, Pedro le preguntó a su abuelo:
-Abuelo, ¿quién crees que es la persona más feliz del mundo?
El abuelo, sonriendo, respondió:
-Pedro, el más feliz fue un hombre llamado Juan, quien vivió con amor y murió ayudando a los demás.
Pedro, sorprendido, preguntó:
-¿Y después de Juan, quién es el más feliz?
El abuelo respondió:
-Dos hermanas que cuidaron a su padre enfermo con amor y paciencia.
Pedro, un poco decepcionado, preguntó:
-¿Y yo, abuelo? ¿No soy feliz?
El abuelo, con una sonrisa, respondió:
-Pedro, la felicidad no se mide en cosas materiales, sino en amor y bondad. No puedes decir que eres feliz hasta que hayas vivido y amado.
Pedro entendió que la verdadera felicidad no se encuentra en las cosas, sino en vivir agradecido a Dios por lo que nos da y usar nuestra vida para honrarlo.
Por lo tanto, recordemos siempre: “Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?” (Marcos 8:36)
© Pedro Blanco. Todos los derechos reservados.