Inicio » Devocionales Cristianos » Orar con Confianza

Orar con Confianza

Devocionales Cristianos – Mensajes Cristianos

En el día que temo,
Yo en ti confío.
En Dios alabaré su palabra;
En Dios he confiado; no temeré;
¿Qué puede hacerme el hombre?
(Salmo 56:3-4)

Muchas veces decimos que confiamos en Dios y hasta tarareamos canciones que nos exhortan a orar con fe, pero Dios quien conoce nuestros corazones, sabe si realmente estamos descansando plenamente en Él cuando acudimos a la oración.

Nuestra oración debe ser cada día más rica y profunda. Esto solo podemos lograrlo pidiéndole dirección al Espíritu Santo, tal como Pablo nos enseña: Y de la misma manera, también el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; porque no sabemos orar como debiéramos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles (Romanos 8:26).

Así que en primer lugar, nuestra oración debe ser guiada por el Espíritu Santo. Ahora bien ¿cómo debe ser nuestra oración?

Si oramos con fe no tenemos de qué preocuparnos.

Si por ejemplo, usted está orando por la sanidad de un enfermo pero lo hace con angustia, con afán e inquietud, pídale a Dios que le revele lo que hay en su corazón porque es probable que realmente no esté confiando en Él.

No debemos confundir la oración con profundidad, con la oración afanada. Si estamos orando y sentimos angustia o ansiedad, es porque realmente no creemos que para Dios no hay nada imposible.

Los miembros de la iglesia de Filipos, muchas veces sentían inquietud y preocupación, pero Pablo los exhortaba así:

Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias (Filipenses 4:6).

Fíjese que el versículo inicia con la siguiente frase «por nada estéis afanosos», no dice «por todo estéis afanosos». Muchas veces, pareciera que se nos ha olvidado que Dios nos llama a presentarle nuestras peticiones con oración, ruego y acción de gracias.

¿Cómo se siente usted cuando está agradecido? Se siente feliz, dichoso, alegre por haber recibido una respuesta que le proporciona paz. Precisamente esa es la confianza que Dios nos pide. Cuando acudimos al Trono de Dios en oración, hagámoslo sabiendo que Él nos ha escuchado.

Es necesario que todo el que se acerque a Dios crea que Él existe

¿Por qué no habremos de creerle al que hizo los cielos y la tierra y todo lo que existe?

Es quizá el desconocimiento de la grandeza de Dios, lo que impide que confiemos plenamente en Su poderío eterno e inamovible.

Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan (Hebreos 11:6).

No hay nada imposible para Dios, sin embargo, si usted se acerca en oración a Dios, pero con sus actos refleja que no le cree, le está demostrando a Dios que no confía plenamente en Él y no podrá ver la Gloria maravillosa y eterna de Dios.

Supongamos que usted ora para que Dios lo proteja cada vez que sale de su casa, pero apenas llega a la calle, se siente angustiado, y además compra una pequeña navaja «por si acaso» ¿está confiando en Dios? Evidentemente que no, y su desconfianza no le agrada a nuestro Padre Celestial.

En Dios he confiado, no temeré

Si usted ha confiado en Dios, no tiene absolutamente nada de qué temer, ni guerras, ni rumores de guerra, ni mucho menos de lo que el hombre pueda hacerle, porque Dios está con usted.

Oremos pidiendo a Dios que quite todo temor de nuestro corazón, y que en lugar de temor, Él sea la roca fuerte de nuestro corazón, para que nos reafirme cada día en su camino que nos llevará inexorablemente a la eternidad.

Deja un comentario