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La Iglesia Sierva

Predicas Cristianas

Predicas Cristianas Predica de Hoy: La Iglesia Sierva

Predicas Cristianas Lectura Bíblica: Efesios 3:14-21

Introducción

El desafío de empezar una nueva obra siempre comienza con la frase: “Sí Señor, heme aquí, envíame a mí”. La verdad es que la mies es mucha y los obreros son pocos y aun debe persistir ese mismo desafío, de gente que quiera comprometerse al evangelismo y discipulado.

Recuerdo que hace algunos años surgió un lema muy desafiante en mi país: “El Ecuador para Cristo”, al cabo de un tiempo se creyó que era un desafío muy amplio y se cambio por: “Dos millones de creyentes para el año 2000”, y aun ese lema quedó muy amplio al rato de medir los resultados.

Es que la raza humana crece tan rápidamente que cualquier desafío de igle-crecimiento se ve como imposible por el poco nivel de compromiso de los creyentes.

Fíjense que fueron necesarios siglos de historia humana para llegar a los 1000 millones de habitantes, que se alcanzaron en 1830, pero fueron necesarios sólo 100 años para sumar otros mil millones (1930), otros mil millones se agregaron en apenas 30 años (1960) y en 14 años más se alcanzó los 4000 millones (1974).

Hoy sobrepasamos los 6000 millones de habitantes y se estima que para el año 2015 habrán nacido 2000 millones más, llegando así a una población superior a los 8000 millones de habitantes.

Ante tal realidad, la unidad, lema y consigna de nuestras iglesias se torna en un desafío evangelistico y discipular urgente, porque muchas naciones incluyendo nuestra ciudad y nuestro país, siguen creciendo sin el evangelio y no podemos seguir perdiendo el tiempo.

Es increíble que para estar a la altura de esta explosión demográfica, esta expansión de la población, los cristianos debemos crecer a razón de 300 millones de nuevos creyentes cada año, solamente para mantenernos con el porcentaje actual.

De lo contrario el resultado será estremecedor, porque al presente ritmo de evangelismo y discipulado, los verdaderos creyentes pueden reducirse increíblemente.

No obstante, Jesús dijo: “Mirad los campos, ya están listos para la siega”. Únicamente hacen falta hombres y mujeres dispuestos a ir, dispuestos a comprometerse con el Señor y su obra.

Pablo dijo: “Dios no nos ha dado espíritu de cobardía, sino de poder”. Si se pierde esa visión misionera, no se estará cumpliendo la gran comisión de Jesucristo, la cual dice: “Id por todo el mundo y predicad el evangelio, bautizándolos, enseñándolos, etc.”.

Lamentablemente no todas las iglesias responden a este mandato, más bien a veces sirven de cárcel, porque se ha encerrado en evangelio en las cuatro paredes del templo, se predica solamente allí y se aleja el mensaje a las personas que en realidad lo necesitan. Templos vacíos de la visión misionera son un modo en cómo Satanás está ganando la batalla.

¿Cómo podrá decir el Señor: Bien, buen siervo y fiel…, si no estamos haciendo nada? Pero el desafío está latente: “La mies es mucha mas los obreros son pocos”.

Es imprescindible que sea pronto y muy pronto cuando aquellos cristianos pasivos acudan a echar mano de aquella abrumadora tarea que los espera.

Ahora bien, con esta perspectiva misionera, analicemos por un momento la iglesia, llamemosle conformista y la iglesia sierva. La primera como un tipo de iglesia tradicional que tiene tres dimensiones mientras que la iglesia sierva tiene añadida una cuarta dimensión (Efesios 3:16-21).

Es de sorprenderse cómo muchos cristianos en el día de hoy, en lugar de ser miembros siervos para extender la obra de Dios, pasan demasiado tiempo en tratar de reformar la iglesia, discutir la doctrina de Cristo, saber si hay que alzar o no las manos cuando se ora, si es bíblico aplaudir y otras cosas más, cuando nuestra mente más bien debería dedicarse a plantar iglesias, tener visión de expansión discipular y buenas estrategias misioneras.

Dios no nos ha llamado a polemizar, sino a buscar su poder, a tocar a la gente, a llevarla a la cruz. Fíjense en el versículo 19, el procedimiento de Dios para renovar la iglesia es el mejor: Él desea que seamos llenos de toda la plenitud de Dios.

Consideremos tres características de una iglesia sierva:

1. EL ESPÍRITU SANTO ES QUIEN DIRIGE A LOS MIEMBROS.

Cuando las personas se dejan controlar por el Espíritu Santo, todo su poder fluye en ellas. Me da mucha tristeza ver cómo se trata de imponer al Espíritu Santo las decisiones y no se le permite actuar.

Se ora cuando ya se sabe qué decisión tomar, pero miren el versículo 16 y leamos juntos: “para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu”. Pablo recalca este hecho, él no quería vernos después en problemas.

2. LA IGLESIA SIERVA VIVE EN UNA DIMENSIÓN ESPIRITUAL

Mientras que los seres humanos somos sujetos tridimensionalmente, con ancho, largo y profundidad, la cuarta dimensión es espiritual: la altura.

Si su preocupación es solamente el edificio, la organización, lo meramente humano, pierde su contacto espiritual. Muchos líderes y pastores comienzan a actuar humanamente cuando pierden la cuarta dimensión, porque ahí está el poder de Dios, en orar, en buscar su presencia.

El apóstol Juan escribiendo desde Patmos, lo hacía a las iglesias que habían vivido en la cuarta dimensión y que ahora se estaban deslizando hacia la tercera.

  • A la iglesia en Efeso le dice: “Recuerda, por tanto, dónde has caído, arrepiéntete y haz las primeras obras, porque has dejado tu primer amor“.
  • A la Iglesia en Pérgamo le dice: “No retengas la falsa doctrina, deja de ser tropiezo para los creyentes, arrepiéntete“.
  • A la Iglesia en Laodicea le dice: “Tú dices que soy rico y no tengo necesidad, pero eres desventurado, pobre, ciego y desnudo y por cuanto eres tibio y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca“.

Cuando los cristianos sólo buscan comodidad y no compromiso, cuando no oran, no leen la Biblia, no testifican, están viviendo en la tercera dimensión y jamás experimentarán las bendiciones espirituales de Dios. Él quiere que digamos como lo hizo Pablo: “Con Cristo estoy juntamente crucificado…” o “Para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia”.

3. EL LIDERAZGO DEBE SER POR AQUELLOS QUE HAN SIDO TOCADOS POR DIOS EN UNA MANERA PERSONAL.

Muchos dicen, pero si yo no he estudiado en el Seminario, ¿Cómo voy a poder servir a Dios?

Perdónenme pero no es del todo imprescindible que estudiemos en el Seminario para poder servir a Dios y no es que esté en contra de la preparación que ofrece el Seminario, pues yo soy un egresado de él, sólo que debemos pensar que el liderazgo debe ser por aquellos que han sido tocados por Dios en una manera personal y no por ser un graduado del Seminario.

¿Saben por qué el liderazgo debe ser por aquellos que han sido tocados por Dios en una manera persona? Porque cuando un hombre o una mujer han experimentado personalmente el poder de Dios, no necesita ser aguijoneado para servir a Dios. Aquellos cuyo cristianismo es pura tradición, jamás podrán ser parte de la iglesia sierva.

Un verdadero líder convertido será capaz de amar, no estará esclavizado por los temores, la desconfianza y el escepticismo. Un verdadero líder estará en condiciones de dar esperanza a otros.

Viéndolo de esta manera, la clave para el crecimiento es realmente simple, cada cristiano que ha descubierto el poder de Dios comienza a compartir la Palabra de Dios a otros. Y es un hecho que debemos compartir nuestra fe con una osadía sin precedentes. Debemos conocer de primera mano las riquezas de la vida de oración y de consagración, tenemos que ser llenos de toda la plenitud de Dios.

Deducimos que la iglesia sierva precisa de personas que se arriesguen y que deliberadamente abandonen la confortable rutina de una religiosidad muerta. Si usted está listo para ello tiene asegurado un lugar en la iglesia sierva, pero piense en el costo, puede costarle la vida.

4. EL CAMINO DE LA EXALTACIÓN ES EL CAMINO DE LA HUMILLACIÓN (Juan 13:1-17)

Dios nos brinda en Juan 13 dirección para todas las iglesias, dirección para la renovación y para llevar al mundo al conocimiento de Cristo.

Una característica sobresaliente es que las iglesias no crecen, estamos aparentemente perdiendo la batalla, no estamos logrando alcanzar a la gente que deberíamos alcanzar. La respuesta está en que la mayoría de cristianos solamente buscamos una religión, sin sacrificio ni compromiso espiritual.

Los estudiosos del comportamiento humano nos advierten que ésa será la tendencia del futuro: el conformismo. De ahí que la gente solamente busca una religión que tenga cierto sentido, que los ayude a sentirse bien, pero que no contenga enseñanzas éticas que demanden compromiso y sacrificio.

Sin embargo, en Mateo 20:28 Jesús nos dice: “El Hijo del Hombre no vino para ser servido sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos“. Es decir que el modelo de siervo y de servicio corre en contra de las corrientes y comportamientos sociológicos actuales, no conformismo sino servicio.

En otras palabras, la verdadera grandeza está en las vidas de aquellos que están deseosos de servir a los demás, porque el camino de la exaltación es el camino de la humillación.

  • Mateo 10:39 dice: “El que halla su vida la perderá y el que pierde su vida por causa de mí la hallará“.
  • Marcos 9:35 dice: “Entonces él se sentó y llamó a los doce y le dijo: Si alguno quiere ser el primero, será el postrero y el servidor de todos“.
  • Marcos 10:42 dice: “El que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor“.
  • Lucas 13:30 dice: “He aquí que hay postreros que serán primeros y primeros que serán postreros“.
  • Lucas 14:11 dice: “Porque cualquiera que se enaltece será humillado y cualquiera que se humilla será enaltecido“.

La función de siervo responde a la voluntad de Dios, pues, vemos que aparece insistentemente en el modelo de vida cristiana que propone Jesús. Nos llama a ser siervos y a practicar una vida de servicio. El camino de la exaltación es el camino de la humillación.

•Anécdota de Jacobo y Juan que solamente querían un trono.

En Juan 13 se menciona tres áreas que nos hablan de los aspectos que componen el llamamiento de la Iglesia a servir:

a. La motivación para el servicio es el amor.

Leamos Juan 13:1. Con estas palabras él estaba diciendo que iba más allá de un simple acto de amor, pues toda su vida había sido una manifestación de amor y, nos seguiría amando hasta el final.

Podemos imaginarnos que Jesús tenía cierta añoranza al sentir que estaba cerca el tiempo de volver a la gloria que había dejado 33 años atrás. Encontramos algo impresionante en Jesucristo, cuanto más se sentía cerca del Padre, en lugar de alejarlo de los hombres, se aproxima más a ellos.

La proximidad a la cruz lo tornaba más sensible, amoroso y cuidadoso hacia aquellos hombres que habían creído en él. En este momento comienza el diálogo con sus discípulos y surge una inquietud (Lucas 22:24-30).

El diálogo les llevó inmediatamente a discutir quién sería el mayor en el reino de los cielos, quién tendría el puesto más distinguido y quién ejercería autoridad sobre los demás.

Pensando en esto llegaron al lugar donde se celebraría la última cena. Entraron y tuvieron su cena y cuando estaban a la mitad Jesús se levantó, se despojó de su vestido y se puso la toalla y el vestido de siervo.

Empezó a lavar los pies de los discípulos en un acto de servicio humilde (Juan 13:5). Jesús deja con esto en claro que la consecuencia práctica del amor es el servicio.

  • Juan 13:34 dice: “Un mandamiento nuevo os doy que os améis unos a otros, como yo os he amado que también os améis unos a otros“.
  • Juan 14:15 dice: “Si me amáis, guardad mis mandamientos“.
  • Juan 14:21 dice: “El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama y el que me ama será amado por mi Padre“.
  • Juan 15:9-10 dice: “Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor, así como yo guardo los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor“.
  • Juan 15:12-13 dice: “Este es mi mandamiento que os améis unos a otros, como yo os he amado. Nadie tiene mayor amor que éste, que uno ponga su vida por sus amigos.”

Jesús nos enseñó con esto que la motivación para el servicio es el amor. En Juan 21 Jesús recalca en el apóstol Pedro la motivación para el servicio, le pregunta tres veces consecutivas si realmente le amaba.

Yo pienso que cada vez que Cristo le preguntaba si le amaba, le decía, ¿Vas tú a servir a otros? Cristo ha llamado a la Iglesia a servir, la motivación que tenemos es el amor.

b. El modelo de liderazgo es la disposición a servir.

Examinemos Juan 13:6-11. Cuando el Señor finalmente se arrodilló ante Pedro, éste se resistió a que Cristo le lavara los pies. ¿Se han preguntado alguna vez por qué? Seguramente Pedro se sentía ofendido de que el Señor asumiera aquella actitud de siervo.

Pedro le dijo: “Señor nunca” (versículo 8). En esta expresión se emplean las palabras más fuertes de la lengua griega. Literalmente está diciendo: “Nunca en la vida te permitiré que lo hagas”. Pero Jesús tenía presente que quien se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido.

La autoridad viene por el servicio, mas no por títulos (contrario al mundo). Jesús dijo entonces a Pedro: “Si tú no decides ser mi discípulo y seguir mi ejemplo no puedes tener parte conmigo”. Impulsivo como siempre, Pedro le respondió: “Si ésa es la condición estoy dispuesto a que me bañes por completo”. Lógicamente que lo importante no era el lavamiento sino la actitud de servir.

c. La medida para el juicio final es el servicio.

Leamos Juan 13:12-17. Jesús enfrentó a sus discípulos con el significado de su acción, ¿Entendisteis lo que he hecho hoy? La grandeza del mundo está ligada al poder, a la autoridad, a la posición y al prestigio, pero la grandeza en el reino de Dios está ligada al servicio. Jesús demostró y quiere ver esa misma actitud en nosotros.

Leamos Mateo 25:31-40. Ésta es la clase de iglesia que hará impacto en el mundo. Una iglesia ofrendante que se da a sí mismo, donde los justos sirven sin pensar en la recompensa y la auténtica grandeza les viene sin haberla buscado.

Hemos sido salvos para servir. La iglesia del Señor Jesús ha sido llamada a una vocación de servicio y nunca ha habido un momento más oportuno para amar y servir que en esta generación. Que el Señor nos ayude a lograrlo.

© Wilson Miranda. Todos los derechos reservados.

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