Por eso es que te adoramos

Te alabamos Padre, porque tú perdonaste nuestros pecados. Te adoramos, te alabamos porque gracias a las llagas de tu hijo y Salvador Nuestro Cristo Jesús, yo realmente puedo decir que estoy libre.

Yo realmente puedo decir, que gracias a Cristo Jesús ya no camino en tinieblas. Yo realmente puedo decir sin temor, que adoro a Cristo Jesús porque me dio una libertad no solamente física, pero también espiritual.

¡ALÁBALO!

3. Le adoramos porque nos dio la salvación

Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.” (Hechos 4:12)

Estamos orando y lo que siempre decimos en nuestras oraciones es: “en el nombre de Jesús”. En el nombre de Jesús yo declaro sanidad…En el nombre de Jesús yo declaro victoria. En el nombre de Jesús yo declaro que lo imposible, para Él es posible.

Hermanos lo adoramos porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que ALELUYA, nosotros podamos ser salvos.

¡ALÁBALO!

4. Adoramos a Dios porque nos regalo la vida eterna

Vino una mujer de Samaria a sacar agua; y Jesús le dijo: Dame de beber. Pues sus discípulos habían ido a la ciudad a comprar de comer. La mujer samaritana le dijo: ¿Cómo tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana? Porque judíos y samaritanos no se tratan entre sí.” (Juan 4:7-9)

Hermanos Cristo Jesús quiere que tú recibas el regalo de la vida eterna. Cristo Jesús quiere que tú te goces de la salvación y libertad espiritual que Él te ha regalado. Él quiere que tu te goces de la victoria que el tuvo allí en el Calvario…Pero Él quiere que tu la recojas. Él quiere que tú confíes en Él y te tires al mar sabiendo que el te va a rescatar.

Porque me pides agua a mí, si los judíos y los samaritanos no se tratan a si. Porque me pides a mi una cosa si yo no soy importante, si yo soy un don nadie. Porque me pides a mi Jesús. Pídeselo al otro. No me molestes a mi Jesús, vete molesta y pídele hacer cosas para la Iglesia a otra persona, no a mi.

Respondió Jesús y le dijo: Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías, y él te daría agua viva.” (Juan 4:10)

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