La santidad de un carácter aprobado

Julio Ruiz

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Predicas Cristianas - La hermosura de la santidad

La santidad de un carácter aprobado

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Predicas Cristianas Prédica de Hoy:La santidad de un carácter aprobado

Predicas Cristianas Texto Bíblico: Job 1

INTRODUCCIÓN:

Con este primer sermón me propongo desarrollar una serie respecto a los grandes temas del singular libro de Job. Reconozco que es una tarea grande y exigente pero digna de ser expuesta por su contenido teológico y por su consuelo en las pruebas.

Se sabe que Job es el más antiguo de todos los libros en la Biblia. Se nos dice que Job fue padre de 10 hijos a quienes tuvo en sus primeros años cuando la prosperidad le sonreía por todas partes, pero que perecieron junto con todo lo demás que tenía. Sin embargo después se nos dice que tuvo 10 hijos y tres hijas más y “…no había mujeres tan hermosas como las hijas de Job en toda la tierra…” (Job 42: 15).

Job es un libro de ciencia. Nadie como él para explicar tan ampliamente la creación. La redondez de la tierra, así como el vasto mundo sideral con los nombres de sus estrellas y constelaciones, ya era mencionado en este texto.

Es el libro que revela de dónde viene la luz, la nieve, la lluvia o cómo es que se reproducen los animales y la manera providencial cómo Dios cuida de ellos. Ninguno otro libro nos habla del misterioso monstruo conocido como el Leviatán, aquel a quien nadie pudo cazar, siendo un símbolo del poder de Dios.

En fin, Job es uno de los libros extraordinarios de la Biblia que bien vale la pena estudiar. Ningún otro comienza como Job hablándonos de su integridad. De eso se tratará nuestro primer sermón. Acompáñenme en esta gran aventura. Hablemos de la santidad de un carácter aprobado. Que esta sea la meta al estudiar este extraordinario libro.

I. UN CARÁCTER APROBADO NACE DE UNA DECISIÓN INTERNA

“… y era este hombre perfecto y recto…”

1. La integridad y la rectitud no depende donde nazca.

La traducción de la palabra “perfecto” debiera ser “íntegro”, porque nadie puede hacerse perfecto por si mismo. El reformador Calvino, hablando del personaje que da origen a este libro, ha dicho: “El significado general de Job es que ofrece un ejemplo para los creyentes pero, además el Espíritu Santo dictó este libro con el siguiente fin, que los judíos supieran que Dios tenía gente que le servía, aunque no habían sido separadas del resto del mundo y aunque no llevaban la señal de la circuncisión”.

De esta manera encontramos que uno de los hombres más santos del Antiguo Testamento no era judío, sino proveniente de uno de los lugares más paganos de su tiempo. Quien vive en integridad hace que todas sus acciones sean rectas; así era el carácter de Job.

No conocía de la ley, pero ya vivía los diez mandamientos. A veces los hombres mas íntegros no necesariamente tienen que estar en una iglesia. Mi abolengo no es señal de rectitud. La integridad es lo que califica delante de los hombres el tipo de carácter que tenemos. Así que nunca salga sin ella.

2. La integridad y la rectitud estarán siempre en conflicto.

La conducta de Job en la tierra de Uz tuvo que ser objeto de una gran presión. Sus vecinos tenían que hacer obligada referencia a su actuación y estarían vigilando siempre sus pasos. Para este efecto, algunos traducen el nombre “Job” como “llorando” o “lamentando”; pero otros lo interpretan como “un hombre de enemistad”.

Por supuesto que esto no significa que vivía odiando a otros, sino que era como un blanco al cual se podía disparar con facilidad. Y esto es lo que pasa con un carácter íntegro y recto. Quien así vive va a chocar en cualquier momento con todo lo mal hecho.

Un carácter íntegro no celebra cuando alguien dice una mala palabra, cuando alguien hace trampas para salir bien en su negocio, cuando no declara bien sus impuestos o cuando alguien comete una injusticia que queda impune. El hombre íntegro y recto al mejor estilo de Job, se encuentra debidamente representado en la pregunta y la respuesta del Salmo 15:2-5. Véalo allí.

3. La integridad y la rectitud será atacada.

La integridad y la rectitud de Job estaba siendo observada por Dios, por Satanás, por sus vecinos y por su familia, especialmente por su esposa. Observe como la conversación que tiene Jehová con Satanás se centra exactamente en su integridad (Job 1:8; 2:3).

La pregunta “¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal?” pone al descubierto a una vida intachable, sin hipocresía y propensa para ser atacada. En medio de la perversidad del pecado, lo íntegro pareciera no encontrar cabida.

Es como poner una pluma blanca en medio de un lodazal. Satanás no es omnipresente, ese atributo solo le pertenece a Dios, sin embargo creo que si hay un lugar donde él está presente es donde encuentra un cristiano íntegro. La pregunta de Jehová no le era extraña, pues Satanás sabía de la integridad de este hombre.

Y es allí cuando le hace la proposición a Dios que cambiará totalmente la vida de Job. Satanás atacó severamente a Job debido a su integridad y también lo hizo su esposa Job 2:9. Es un hecho que el hombre que decide vivir en integridad será probado intensamente.

II. UN CARÁCTER APROBADO CRECE POR EL TEMOR A DIOS

“… temeroso de Dios…”

1. El temor a Dios califica lo que somos.

Hay cosas que desconocemos de Job y una de ellas es ¿dónde aprendió este hombre a temer a Dios? ¿Quién fue su consejero en aquella tierra pagana? La verdad es que no lo sabemos, pero el texto nos dice en tres ocasiones que este hombre era “temeroso de Dios”.

Bueno, lo que si sabemos es lo que más adelante la misma palabra nos indicará de él. En la pregunta que Dios hace a Satanás califica a Job dos veces como el mejor de la tierra (Job 1.8; 2:3). Observe que quien primero da esta calificación es Dios. No importa lo que la gente opine de usted y de mi si la opinión de Dios es otra.

Pero también es importante resaltar la opinión que Satanás tenga de nosotros. Observe que él no puso en duda la afirmación de Dios. Pero más aún, la opinión de lo que somos la califica también nuestras esposas (Job 2:9). ¿Cómo nos calificarían los que nos ven todos los días, incluyendo nuestra familia y compañeros de trabajo? ¿Cómo nos calificaría Satanás y nuestras esposas o esposos? La verdad es que la calificación de lo que somos se nos dará por el grado de temor que tengamos de Dios.

2. El temor a Dios trae prosperidad.

La última parte del versículo 3 de este capítulo nos dice: “… y era aquel varón más grande que todos los orientales”. ¿Quién pone en duda que la fidelidad de Job lo llevó a la prosperidad?

Este primer capítulo es una descripción gráfica de la prosperidad de Job. Sería bueno recordar a los predicadores modernos que la prosperidad es el resultado directo del temor que tengamos por Dios.

El afán de muchos predicadores con sus iglesias es que yo puedo ser próspero independiente de cómo sea mi vida espiritual. Mucho antes que apareciera el salmo 1 ya Job lo había vivido.

El varón bienaventurado del salmo dice que “todo lo que hace prosperará”. Observe la prosperidad de Job. Tenia una prosperidad familiar. Muy pocas familias tienen diez hijos, incluyendo siete varones y tres hembras.

El versículo 3 nos da un perfecto resumen de la prosperidad de Job. La vida cristiana que está regida por el temor a Dios jamás podrá irle mal. Esta es la verdad del Salmo 25:12 “¿Quién es el hombre que teme a Jehová? El le enseñará el camino que ha de escoger”.

3. El que teme a Dios acepta su voluntad.

Por supuesto que una de las cosas que sorprenden nuestra capacidad de pensar en la vida de Job es que él comienza a sufrir por algo que no hizo, sino que fue el resultado de una “apuesta” entre Dios y Satanás.

No somos dados a aceptar la voluntad del Señor. Por lo general hacemos la nuestra. Pero el asunto visto acá es que un hombre que vive bajo el temor de Dios y le sirve, debe estar preparado para hacer lo que él haga con su vida.

En la forma cómo Dios se dirige a Satanás llamando “mi siervo” a Job, encontramos una de esas explicaciones a lo que se ha dado en llamar la voluntad permisiva de Dios sobre aquellas cosas que no entendemos al principio, pero que al final comprobamos que Dios no es un ser caprichoso sino que sigue un plan que sigue un plan perfectamente concebido.

Dios por tener su triple derecho sobre nuestras vidas (creador, salvador y sustentador), pone a prueba el temor que sentimos hacia él llevándonos a situaciones donde al igual que Job hay que aceptarla y decir: “Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito” v. 21.

III. UN CARÁCTER APROBADO SE FORTALECE APARTÁNDOSE DEL MAL

“… y apartado del mal.”

1. Tenemos la opción de apartarnos del mal.

Job tuvo que vivir rodeado de los mismos males con los que hoy también lidiamos nosotros. No se nos dice cómo era la sociedad de su tiempo, pero a juzgar por el lugar donde nació, este varón de Dios tuvo que soportar las mismas tentaciones que se le son propias al ser humano.

El mal está activo en todas partes y en todo tiempo. No habrá un día que no lo veamos. Seguramente mientras usted venía hoy a la iglesia ya se encontró con él. Cuando uno lee las razones que llevaron a Dios a acabar con aquella generación antediluviana, lo primero que resalta es el escenario de maldad que fue el preámbulo para la decisión de destruirla de acuerdo a Génesis 6:5.

Pero de acuerdo a ese texto, la maldad era algo que fue escogida. De hecho se nos dice “todo designio de los pensamientos de ellos eran hacia el mal”. Yo tengo la opción de escoger el mal. Hablamos de aquello que se nos ofrece para pecar. Esta fue la decisión de Job. Más adelante él mismo dijo que había hecho un pacto con sus ojos (Job 31:1). No justifiquemos el pecado sino ejerzamos el dominio propio ante él (Pr. 14.16).

2. Tenemos la ayuda para apartarnos del mal.

Job preparó su corazón para vivir apartado del mal. No solo vivía el fruto del Espíritu antes que Pablo lo mencionara, sino que por el mismo temor a Dios su corazón rechazaba la posibilidad de dejar que el mal invadiera su alma.

Pero Job era un hombre de oración. Observe la manera cómo él intercedía todos los días por sus hijos, lo cual hace suponer que lo hacía también por su propia vida para que así como oraba por ellos, para que el Señor les librara de pecado y de blasfemia, el Señor hiciera lo mismo en su vida.

Cuando hay una sintonía total con Dios, habrá un estado consciente acerca del mal y los efectos en la vida. Hay un asunto que se observa en este texto; si bien es cierto que Satanás trajo todo tipo de mal sobre el santo varón de Uz, todo eso fue una provocación y una permisología divina. Job nunca fue en busca del mal.

En todo caso, el mal vino a él por ser un hombre íntegro y santo. La verdad del salmo 121 se cumplió en él. Dios es el guardador del creyente. La promesa nos dice: “Jehová te guardará de todo mal; El guardará tu alma” (Sal. 121:7). Separarse del mal es dejar que todo el bien de Dios sea derramado en nosotros. Sino no nos apartamos del mal, Dios se apartará de nosotros. Vea el caso de Sansón y de Saúl.

CONCLUSIÓN:

Salomón escribió un proverbio con el contenido del carácter aprobado por Dios, del cual Job es el modelo que hemos traído hoy. El resultado de una vida próspera, llena de días, de profundo gozo familiar y de victoria en nuestro diario andar se da cuando vivimos un desafío de Proverbios 3:5-8.

El modelo de la vida de Job pareciera ser como una piedra preciosa, rara de conseguir hoy. Ningún libro comienza como el suyo describiendo a un hombre como “perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal”.

¿Quién no anhela en el fondo de su corazón este carácter? ¿Quién puede negar que nuestra batalla diaria es por conformar nuestra vida de tal manera que todo lo que hagamos, sea de hecho o de palabra, agrademos al Señor?

Usted ni yo podremos ser creyentes completos hasta que no vivamos en esta dimensión. Ojalá este mensaje nos despierte a esa vida. ¿Tiene usted un carácter aprobado como el Job?

© Julio Ruiz. Todos los derechos reservados.
Iglesia Bautista Ambiente de Gracia, Fairfax, VA.

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Julio Ruiz
Autor

Julio Ruiz

Pastor en Virginia en los Estados Unidos, con 42 años de experiencia de los cuales 22 los dedicó en Venezuela, su país de origen. Otros 9 años los dedicó a pastorear en Vancouver, Canadá y los últimos 9 años en Columbia Baptist Church en su ministerio hispano, donde estuvo hasta agosto del (2015). A partir de octubre del mismo año (2015) comenzó una nueva obra que llegó a constituirse en iglesia el 22 de mayo de 2016 bajo el nombre de Iglesia Bautista Ambiente de Gracia en la ciudad de Burke, Virginia. El pastor Julio es Licenciado en Teología y ha estudiado algunas cursos para su maestría en Canadá. Además de haber sido presidente de la convención bautista venezolana en tres ocasiones, también fue profesor del seminario teológico bautista. El pastor Julio por espacio de unos 18 años publica sus sermones y artículos por estos medios. Es casado con Carmen Almera Ruiz y tiene tres hijas y una nieta: Laura, Oly, Sara e Isabella. Si usted quiere comunicarse con el pastor Julio, llámelo al (571) 251-6590.

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