Cambio de identidad

Usted debe llenarse de Jesús, si es que quiere ser alguien diferente y mejor, usted debe llenarse de Jesús si quiere ser en verdad su discípulo. El apóstol Juan nos dice que Jesús es el verbo encarnado de Dios; es el logos, la palabra hecha persona (Juan 1: 1) por lo tanto llenarse de Jesús es llenarse, saturarse, saciarse del pan de vida que es la Palabra de Dios, la Biblia.

Para llegar a ser como Cristo, debemos llenarnos de Él, debemos llenar nuestras vidas de su Palabra. La Biblia es más que una guía doctrinal y/o religiosa, genera: vida, crea fe, produce cambios, asusta al diablo, obra milagros, sana heridas, edifica el carácter, transforma circunstancias, imparte alegría, supera adversidades, derrota la tentación, infunde esperanza, libera poder, limpia nuestra mentes, garantiza nuestro futuro para siempre.

Y hace todo esto porque es palabra viva “…las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida” (Jn 6: 63) Pablo dice a los creyentes de Efeso: No deben ser como los otros gentiles (vers. 17), usted no aprendieron a vivir así de Cristo (vers. 20); por lo tanto renuncien a su pasada forma de vida (vers. 22), cambien sus pensamientos (vers. 23) y llénense de Cristo ¿Cómo?

Con su poderosa Palabra escrita. En una ocasión escuche a un pastor decir que una pariente suya tiene en su casa, en un lugar muy especial una Biblia de buen tamaño, siempre abierta en el Salmo 27, para tener bendición; más el pastor reprende a su familiar diciéndole: “La Biblia solo sirve cuando quien la lee la cree y la pone por practica”

Muchos creyentes esperan un buen día despertar totalmente trasformados, libres de su viejos y malos hábitos; pero poco o nada hacen por ello. Muchos cristianos envejecen, pero no crecen y esto se debe a que son más fieles a leer el periódico que a leer la Biblia.

No debemos sorprendernos de nuestro pobre crecimiento espiritual si solo dedicamos 3 minutos a leer la Biblia y 3 horas a otras actividades. Muchos de nuestros problemas se deben a que confiamos más en otras cosas que en las sabias palabras de nuestro maestro.

La cultura (todos lo hacen), la tradición (siempre lo hemos hecho así), la razón (parece lógico) y las emociones (sentimos que es lo correcto) son imperfectas a la hora de dirigirnos en la vida; para eso Dios nos ha dado la Palabra de vida que es la Biblia; cuando usted la lee, la estudia, la reflexiona y la cree; usted esta literalmente oyendo la voz de Cristo y se esta llenado de Él para guiarlo hacía lo mejor.

He aquí algunas recomendaciones para llenarse de Jesús, de su palabra y así ser transformado:

  • 1. Tenga diario un tiempo de lectura de la Biblia, eso te garantiza que la voz de Dios te acompaña siempre;
  • 2. Investiga y/o estudia la Biblia; plantéate preguntas y buscar respuestas en la misma Escritura ¿Quién?, ¿Cuándo? ¿Cómo?, ¿Dónde?, ¿por que?, etc.;
  • 3. Memorízala; esta es una herramienta poderosa en el momento de la tentación y la aflicción; el Espíritu Santo no te hará recordar lo que no has sabes;
  • 4. Concentrarse en la Biblia; esto es mantener el pensamiento en sus palabras y enseñanzas; y por último
  • 5. Asiste a una iglesia a escuchar la Palabra de Dios y acéptala. Jesús enseñó que la bendición de Dios viene por obedecer la verdad, no sólo por conocerla (Juan 13: 1) Somos cambiados de identidad cuando nos llenamos de la Palabra viva que es Jesús.

Desafío

John Newton nació en Londres el año 1725. Cuando tenía 7 años, su madre murió, no sin antes enseñarle desde temprana edad la importancia conocer y seguir al Dios de la Biblia. Después de la muerte de su madre se convirtió en un niño del camarote de un barco pesquero.

Sus experiencias a través de los años en el mar fueron peligrosas y emocionantes, una vez fue embriagado fue llevado a fuerzas como parte de tripulación a un Barco de Guerra. Allí fue cruelmente maltratado, lo golpearon y abusaron de él.

Luego de esta experiencia se enroló en un barco de esclavos, convirtiéndose en traficantes más importante de ellos. Durante todo este tiempo John vagó lejos del Dios de su madre y de la Biblia.

Deja un comentario