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¡De la importunidad a la victoria!

Predicas Cristianas

Predicas cristianas predica de hoy: ¡De la importunidad a la victoria!

Predica cristiana lectura bíblica de hoy: Lucas 18:1-8 

Introducción:

La importunidad es un arma que se usa tanto para el bien como para el mal; podríamos usar también el término “insistencia”. He contado en varias oportunidades que yo he estado declarándome a la que hoy es mi esposa por dos años, y ella todas las veces que yo iba me decía que no, pero le insistí tanto que al final me dio el sí.

Esto es importunidad! Pero quiero decir que yo fui más importuno con Dios que con Mary; yo no sé si Dios estaría descansando, comiendo o de vacaciones, pero yo le golpeaba la puerta, esa fue una época en mi vida en la que aprendí a orar, porque no la quería perder; y le decía: ¡Señor, dame a Mary! ¡Importunidad! La enseñanza de hoy es: No te canses de orar, no te canses de pedirle a Dios.

1. La importunidad de la viuda

a) En el pasaje que leímos, Jesús nos presenta una enseñanza, había un juez injusto al que nada le importaba, ni Dios ni la gente, pero había una viuda que lo volvía loco; ella iba continuamente a pedirle que le hiciera justicia, no era que el juez le quería hacer justicia, es más, la viuda lo estorbaba, y él pensaba ¿Para qué esperar que esta mujer siga viniendo y me saque de quicio? Más vale la atiendo, le hago justicia y me la saco de encima.

b) ¡Así se portó el juez injusto! Ahora, Jesús dice: Si el juez injusto hizo eso por causa de la insistencia de la mujer, ¿cómo ustedes no creen que vuestro Padre celestial les hará justicia? Yo les digo que les hará justicia y pronto. ¿Cómo no va a hacer justicia Dios a aquellos que claman delante de Él, de día y de noche? Yo no he conocido mucha gente que clame a Dios de día y de noche, sí he conocido a algunos que de día y de noche se quejan delante de Dios, no utilizan la alabanza sino la quejabanza.

c) Esta clase de actitud a Dios lo pone mal, porque la Fe tiene una actitud distinta a la queja; la queja tiene la tendencia a considerarlo a Dios injusto, tiene la tendencia a creer que Dios no oye; entonces, cuando uno se acerca a Dios con esa actitud difícilmente consiga la atención de Dios porque dice la Biblia que el que se le acerca a Él, debe hacerlo con Fe, no dudando. ¡La Fe alegra el corazón de Dios!

d) Yo he visto que esta clase de actitud ha logrado muchas cosas en el ámbito de lo cotidiano, por ejemplo, cuando yo era chico solía ser importuno con mi mamá; cuando ella no me quería dar algo me tenía que aguantar Mamá, dame, dame, no te lo puedo comprar, cómprame, mamá quiero ir a la casa de Carlos, no, hoy no vas a la casa de Carlos, pero yo quiero ir, esa es la importunidad; rara vez no conseguí el permiso de mi mamá para lo que quería, yo sabía que si le insistía y le insistía me dejaba hacerlo.

e) Ahora, Jesús dice: Usen de esa importunidad y vayan a Dios, en el relato bíblico Jesús nos enseña una parábola para que oremos siempre y no desmayemos; éste es un principio bíblico que enseñó Jesús, conozco mucha gente que no quiere molestar a Dios, me acuerdo cuando era orgulloso, mi frase era: Más de tres veces yo no le pido al Señor, si quiere dármelo bien y si no quiere, entonces que no me lo dé.

f) Ya cuando fui creciendo me di cuenta que decía esas cosas, como queriendo hacerle ver que si no me las daba el que se embromaba era Él, o que se las iba a ver conmigo ¡Eso no suena para nada espiritual! no, no, más de tres veces no le pido a Dios, no lo voy a molestar, la verdad es que no sé dónde saqué ese argumento, porque no lo leí en la Biblia, es que se nos pegan algunas cosas que los demás dicen, como: Yo no le voy a andar rogando, y con Dios hacemos lo mismo.

g) Yo a Dios no le voy a andar rogando, si me lo da bien y si no también, acá me quedo enojado, ya va a ver Dios, cuando Él me pida algo, tal vez has dicho, yo le pedí y Él no me lo quiso dar, puede ser que te enojes con Dios, Él no te lo va a tomar muy en cuenta si es alguna tontera tuya de momento, pero no es sabio, ni prudente, y no se puede mantener una buena relación con Dios si estamos enojados con Él.

h) Mucha gente ha sido desarmada por la insistencia de otros, es como que la insistencia crea una cierta clase de compromiso, hay gente que es importuna, es decir, insiste e insiste; el tema es, ¿con qué espíritu se insiste? Porque Satanás es el más perseverante de todos, si él cree que te puede hacer caer por algún lado, no te quepa la menor duda que vendrá una y otra vez, golpeará y golpeará.

i) ¿Sabes tú cuál es tu debilidad? Hay alguno que es débil sexualmente y vive pecando, y se pregunta ¿Por qué me tienta por ahí? ¿Tú crees que Satanás es idiota? Si esa es tu área débil, entonces viene por ahí, pero, yo ya le he dicho que no voy a ceder, pero el insistirá igual porque cree que te hará caer por ese lado, si, pero yo ya me consagré, el seguirá insistiendo ¿Hasta cuándo? Hasta que se convenza de que tú estás en otra cosa, que eres de Cristo; Satanás se convencerá cuando tengas 99 años, cuando ya no te funcione nada.

2. La importunidad de Dalila

a) Hay otra historia en la Biblia que nos habla acerca de la importunidad, que se encuentra en el libro de Jueces, y es la historia de Sansón y Dalila, Sansón se había enamorado de Dalila, pero él había hecho un pacto con Dios; era un hombre de Dios pero tenía una debilidad y eran las mujeres.

b) Dalila era filistea y quería usar la debilidad de Sansón para hacerlo caer, así que se propuso sacarle el secreto de su fuerza, quería saber por qué nadie lo había podido vencer, entonces insistía para que le dijera qué podía hacer ella para vencerlo, el era un hombre consagrado desde el vientre de su madre, dice la Biblia que era nazareo y estos no se cortaban el pelo.

c) Así que Sansón no podía cortarse el pelo, pero no era por su cabello largo que tenía fuerza, sino por el pacto que tenía con Dios; su cabello largo era señal de su pacto con Dios, varias veces Dalila trató de quitarle el secreto a Sansón pero él la engañó; ella le creía y obraba de acuerdo a lo que le decía Sansón para vencerlo; aún así, Sansón estaba loco por esa mujer y no se dio cuenta que ella lo quería atrapar.

d) Ella le decía: ¿Me vas a decir o no la verdad de tu secreto? Mira que Sansón le iba a contar a una filistea el secreto que él tenía con Dios, pero él amaba a la filistea ¡Tu no me amas!, le decía la mujer ¡Sí que te amo! ¡Te juro que te amo!, le contestaba Sansón, Sí, pero tu corazón no está conmigo.

e) Importunándolo cada día con sus palabras, Sansón fue angustiado al extremo, porque amaba a Dios y no quería fallarle, no quería divulgar el secreto que tenía con Él; pero también amaba a esa mujer y ella le insistía todos los días ¡Cuéntame tu secreto! ¡Cuéntame tu secreto! Él se desesperaba por un beso y por estar con la mujer, pero ella le insistía ¡No me amas, no me amas! Finalmente su alma fue reducida a mortal angustia.

f) Alma es mente, voluntad y emociones, o sea que Sansón quedó bloqueado; Dalila había demolido sus estados de ánimo, sus ganas de pensar, por su importunidad, hay que tener mucho cuidado con la importunidad, por eso, les digo a algunas chicas, si tú te das cuenta que eso no es de Dios, deja esa amistad, tenemos otro ejemplo en la Biblia y es el de José, ese también fue reducido a mortal angustia, pero dice la palabra de Dios, que él huyó desnudo, porque decidió que no iba a pecar contra Dios.

3. La importunidad de Absalón

a) Absalón, un hijo caprichoso, esa clase de hijos son importunos porque insisten e insisten; este quería vengarse de su hermanastro Amnón porque había abusado de una hermana, entonces andaba en la vuelta viendo cómo hacer para matarlo, y se le ocurrió hacer una fiesta e invitar a sus hermanos; este tipo de actividades no se podían hacer sin la autorización del rey que era su padre.

b) Absalón quería que fuera el rey pero él se negó, y en (2ª Samuel 13:27) dice: Pero como Absalón le importunaba, dejó ir con él a Amnón y a todos los hijos del rey. Absalón dio la orden de que cuando su hermano estuviera ebrio lo mataran, y así fue, se vengó de su hermano, la importunidad es eficaz, es eficaz para lograr algo bueno y también para lograr lo malo.

c) Hay personas a las que Dios le ha dado la gracia de ser insistentes, les caen a alguien y lo invita nuevamente para ir a una reunión ¡Acá estoy de nuevo, vos me dijiste que algún día ibas a ir! Ahh no, pero hoy no, probamos para la próxima, he conocido gente que ha estado un año o dos rechazando asistir a un culto, pero cuando al fin están ahí se lamentan ¡Cómo no vine antes! Le doy gracias a Dios por mi vecina que no se cansó de invitarme, y lloran ¡Qué hubiera sido de mí si no me hubiera insistido!

d) Así que hemos visto la importunidad que opera para mal y la que opera para bien, nunca me voy a olvidar la última vez que me le declaré a Mary; llegó un momento en que oraba: ¡Dios, la quiero odiar! ¡Sácame esto que siento por ella! Las veces que le había hablado, ella me contestaba ¡Olvídate, no insistas! La última vez que le hablé, le dije: Mary, te lo voy a decir por última vez, ¿Quieres ser mi esposa, si o no?

e) Yo esperaba que me dijera que no, así no volvía nunca más, pero ella me respondió: ¡Sí! ¡Me dijo que sí! Yo había orado así: ¡Dios, yo voy a ir a hablarle una vez más a Mary porque vos queres, no porque yo quiero, así fue que me declaré: Te voy a insistir por última vez y no te lo digo nunca más: ¿Queres ser mi esposa? ¡Y me dijo que si! ¡Yo no lo podía creer! ¡Había adelgazado, estaba flaco como un fideo! Dos años en los que me pasé muchas veces orando y ayunando y ella que no, y que no.

f) En el libro de Lucas capítulo 11 tenemos el caso de un hombre que va a la casa de su amigo a la media noche a pedirle pan, en este pasaje de la Biblia, los discípulos de Jesús le pidieron que les enseñe a orar y Jesús les enseñó el Padre Nuestro.

Pero después de esto agrega: Les dijo también: ¿Quién de vosotros que tenga un amigo, va a él a medianoche y le dice: Amigo, préstame tres panes, porque un amigo mío ha venido a mí de viaje, y no tengo qué ponerle delante; y aquél, respondiendo desde adentro, le dice: No me molestes; la puerta ya está cerrada, y mis niños están conmigo en cama; no puedo levantarme, y dártelos?

Os digo, que aunque no se levante a dárselos por ser su amigo, sin embargo por su importunidad se levantará y le dará todo lo que necesite. Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá” (Lucas 11:5-10).

g) Dios dice: Ustedes son muy buenos en importunar para cosas malas, aprendan a importunarme a mí para cosas buenas, el amigo ya estaba acostado, y en aquel tiempo no existían los dormitorios, sino que la casa consistía en un solo ambiente, así que el hombre estaba, como dice la Biblia, en la cama con sus niños, pero por causa de la insistencia del amigo, le iba a dar los panes. Y yo les digo a ustedes, dijo Jesús: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.

h) ¿Te parece que esto signifique que tienes que sentarte esperando que te llueva? ¿Te parece que esto signifique que a Dios no le puedes pedir más de tres veces, como decía yo? ¿O que te atrevas a decir: ¡Yo a Dios no lo quiero molestar!? Lo que sucede es que lo que tú anhelas es estorbado por los poderes del infierno, y el arma que Dios te ha dado para poder darte lo que le pides es que ejerzas la Fe, y que esa Fe insista.

i) La Fe insiste y no se deja vencer, esta logra lo que se propone; si lo que deseas está dentro de la voluntad de Dios, la única manera es que atrevieses la oscura pared de las tinieblas, con la Fe, hasta llegar al trono de Dios. ¿Qué pasa cuando pides y no recibes? No logras atravesar la barrera de la duda, por eso es que tienes que insistir, tantas veces como sea necesario, hasta que el diablo se convenza que tú estás creyendo, que lo vas a recibir.

j) No dejes de pedirle a Dios, no dejes de buscar, porque hallarás, no dejes de golpear la puerta, porque ésta en algún momento se abrirá, esto te lo ha enseñado Jesús, la perseverancia, la persistencia, la importunidad es un arma importante para la victoria en el reino de los cielos, principalmente porque Satanás es importuno y persevera en frenarte toda bendición que está preparada, envuelta en papel de regalo, con moñito, en el cielo para ti.

k) ¡La bendición está ahí! Y ahí está también el diablo frenándotela para que no llegue ¿Cambiarás hoy de actitud? ¿Dejarás de ser orgulloso u orgullosa y dejarás de decir que a Dios más de tres veces no le pides? Cuando te acercas a Él con algo que le agrada, insiste; tienes que saber que a Dios le gustan las cosas bien hechas, insiste, porque será un logro tuyo delante de Dios, y un logro de Dios contigo.

© Daniel Tomas. Todos los derechos reservados.

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4 comentarios en «¡De la importunidad a la victoria!»

  1. GRACIAS…A TODOS LOS QUE FUERON USADOS POR DIOS PARA ESCRIBIR ESTE MARAVILLOSO MENSAJE… LOS BENDIGO EN EL SANTO NOMBRE DE JESUCRISTO Y LES ANIMO A QUE SIGAN PARA ADELANTE.

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