Esto es el largo del brazo desde el codo hasta la punta del dedo medio, 45 cms. Así que la estatuita de oro que se mandó hacer el rey, medía: 27 metros de alto por 2,70 mts de ancho. Si se calcula que cada piso tiene 3 mts de altura, estamos hablando de una estatua con una altura de un edificio de 9 pisos con un ancho de menos de un Ford ka.
¿Qué huaso no?
El Rey tenía su confianza en semejante pedazo de ídolo, al cual obligaba a todo el mundo en su reino, venerar (adorar) con postración con pena de ser asesinado en el horno de fuego ardiendo (Cap. 3:5-6).
Con lo cual fijo los términos y las circunstancias para un duelo de dioses: la estatua de oro de Nabucodonosor por un lado, el Dios de Israel y de Sadrac, Mesac y Abed Nego por el otro.
Pero también, derivó a que estos jóvenes de Dios tomaran una posición respecto de la obligación que les era impuesta por el Rey. Hay que recordar que ellos eran “esclavos” de un pueblo cautivo en Babilonia, y que eran funcionarios del Rey que debían dar el ejemplo. Pero Sadrac, Mesac y Abed Nego, podrían tener nombres caldeos, pero su identidad jamás sería cambiada.
Inequívocamente, para bien o para mal, ellos eran propiedad de Dios y por tanto, el cuidado de sus vidas, era de exclusiva responsabilidad de Dios también. Es fácil sacar chapa de creyente cuando las cosas andan bien; pero que sucede cuando vienen los problemas, los anuncios de aumentos, el enfrentar los desafíos cotidianos?
Si se es honesto, la mayoría decae en su fe, olvida su pacto con Dios, se deprime y hace lo peor que puede hacer un hijo/a de Dios en tiempo de crisis: deba de buscar al Señor, deja de orar, deja de nutrirse en la Palabra, deja de obedecer al Señor, deja de concurrir a la Iglesia. Resultado: empeoramiento de la situación… como salir de Guatemala para meterse en Guatepeor.
¡Esto no debe ser así!
Iglesia, las dificultades del tiempo presente deben ser consideradas por todos como una OPORTUNIDAD. Oportunidad para confiar en el Señor, y en medio de toda debilidad y limitaciones declararse totalmente dependiente del Señor y del poder de sus fuerzas. Oportunidad tiene que ver con posición. La Biblia dice en 2 Corintio 5:17: “…de modo que si alguno está “en” Cristo, una nueva creación es. Las cosas viejas pasaron, he aquí todas son hechas nuevas…”
Estar “en Cristo”, es estar en pacto con Dios, disfrutando de todas las bendiciones de esta relación con Dios. Oportunidad es entonces recordar que Dios ha hecho un pacto de amor con el hombre/mujer que vuelve su mirada a él. El Señor dijo en su Palabra:
“…Y haré con ellos pacto eterno, que no me volveré atrás de hacerles bien, y pondré mi temor en el corazón de ellos, para que no se aparten de mí…” (Jeremías 32:40).
Volviendo al relato…
Esto lo sabían Mesac, Sadrac y Abed Nego y les permitió mantenerse firmes y enfrentarse a lo que era una sentencia de muerte segura, cuando se vieron confrontados a adorar la estatua de oro del rey, y no lo hicieron.
Esto, hermano/a es lo que debes recordar en este mes de abril, para vivir seguro/a en el amor constante de Dios, que no te abandonará ni dejará de ayudarte. Es tiempo que abras tu entendimiento a este nuevo pacto de Dios contigo en Jesucristo, para que no te pierdas de disfrutar de todas las bendiciones de esta relación.
Oportunidad: Mesac, Sadrac y Abed Nego, sabían quien era el Dios a quien creían y veneraban. No era un fetiche con ojos que no podían ver, ni oídos que podían oir, ni boca con la que podían hablar.