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Llama su atención

En “Llama su atención”, nuestras predicas cristianas enfocadas en Marcos 2:1-5, se nos desafía a demostrar nuestra fe de maneras audaces y creativas, tal como lo hicieron aquellos que llevaron al paralítico ante Jesús. Este sermón nos anima a superar los obstáculos con determinación y a actuar con fe, asegurando que nuestras acciones audaces pueden llamar la atención de Dios y desencadenar su poder en nuestras vidas. Al mostrarnos dispuestos a hacer lo extraordinario, recordamos que nuestra fe, evidenciada por nuestras obras, es la clave para experimentar los milagros divinos.

Predicas Cristianas

Predicas cristianas predica de hoy: Llama su atención

Predica cristiana lectura bíblica de hoy: Marcos 2:1-5

Introducción:

Se ve tan sencilla esta enseñanza, pero en pocos versos, se da una historia que tiene mucho qué decir, déjeme imaginar que convencer a un hombre de llevarlo cargado entre cuatro, no ha de haber sido fácil, tampoco para aquellos que los que lo llevaron no fue fácil, me imagino que tuvieron que dejar su trabajo ese día.

1. Siempre la Fe te lleva a hacer un esfuerzo extra

a) Cuando leí el libro sobre la vida de Katherine Kulhman, me enteré que hacía los cultos de milagros en una iglesia presbiteriana los viernes por la mañana, yo decía: ¿Por qué no los domingos? Sería más fácil, un enfermo tenía que conseguir a alguien que lo llevara en un día de trabajo, pero entonces entendí que la Fe en la persona se empezaba a desarrollar desde ese momento.

b) La persona pensaba tengo que encontrar quién me lleve ese día, y empezaba una batalla de Fe, frases como no puedo ir, no tengo auto, no me puedo mover, venían a su mente, pero luego decía: Conseguiré a alguien, cuando la gente llegaba, se iba sana porque había estado peleando una continua batalla de Fe, de la cual había salido victoriosa.

c) Algunos se asoman a la iglesia o al discipulado, y cuando llegan, si los servidores quizá no les ponen atención, se molestan, pareciera que hoy queremos todo fácil, como en el caso del paralítico, el pudo haber dicho: ¿No es que Dios es amor? hipócritas, ni entrar me dejan, pero ellos no se rindieron, sino que dijeron: Vamos a hacer algo, te vamos a subir al techo.

d) Se tuvieron que poner de acuerdo los cuatro para ver cómo hacían para poder hacerlo entrar ¿Se imaginan la subida de ese hombre en camilla? Se ha de haber tambaleado mucho, alguno diría y si se nos cae, porque nunca falta un pesimista, por fin, lo suben y luego, no hay por dónde entrar, y uno de ellos dijo: Abramos un agujero en el techo.

e) Vea usted una cosa, los pensamientos son tan diversos a la hora de pelear una batalla de Fe, pero los cristianos debemos ser santamente tercos hasta conseguir lo que la Palabra de Dios promete, dice la Biblia en los (versos 5-9) Al ver Jesús la Fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados, estaban allí sentados algunos de los escribas, los cuales cavilaban en sus corazones:

f) ¿Por qué habla éste así? Blasfemias dice ¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios? Y conociendo luego Jesús en su espíritu que cavilaban de esta manera dentro de sí mismos, les dijo: ¿Por qué caviláis así en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil decir al paralítico: Tus pecados te son perdonados o levántate, toma tu lecho y anda?

g) Al ver la Fe de ellos, dio la palabra, tu Fe se tiene que ver, no sólo oír, los verdaderos intercesores hacen que Jesús hable, estos cuatro hombres hicieron que Jesús hablara cuando Él vio la Fe de ellos, pero muchas veces, la Fe sólo se oye, y yo les digo, no es así, muestren su Fe al Señor: Muestren su Fe, llamen Su atención, es diferente a hablarla.

h) ¿Usted cree que Jesús no los había visto afuera cuando querían entrar? Seguro que sí, pero El quería que mostraran su Fe, El pudo haber dicho: Déjenlos entrar, pero no lo hizo. ¿Qué pasa cuando peleas una batalla de Fe? Hablas, gritas, te expresas con Fe, porque debes trabajar y hacerlo con FE, que El vea que lo estás haciendo creyéndole, no sólo diciéndolo, actúa con Fe, no sólo hables, haz cosas que le digan al Señor que tienes la Fe.

i) Por eso, dice la Biblia: Llamad y se os abrirá; pedid y se os dará, buscad y hallaréis, El quiere que hagamos eso como demostración de que creemos con Fe, hay un tiempo para orar, pero recuerda que Moisés frente al Mar Rojo tuvo que usar la vara que Dios le dio, no ponerse a orar, decimos: Que Dios me saque adelante, pero tenemos que hacer algo, ¡Llamar Su Atención!

j) Levanta las manos y di: Señor, yo voy a actuar, y haré cosas que mostrarán que creo, yo voy a llamar Tu atención, dile al que está a tu lado: Jesús te observa ¿Sabías que el Señor te pone El mismo algunas trabas, para asegurarse de que en verdad le estás creyendo? Los que al primer problema se hacen para atrás, demuestran que nunca creyeron.

2. Lo que tú crees, se tiene que evidenciar

a) (Santiago 2:18) Pero alguno dirá: Tú tienes Fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu Fe sin tus obras, y yo te mostraré mi Fe por mis obras. No es lo mismo decir que Dios te va a prosperar, a salir a trabajar creyendo que Dios lo hará, no es lo mismo creer que tu matrimonio se va a restaurar a que llegues con un regalo, pidas perdón, aumentes el gasto, te juegues, creyendo que será restaurado.

b) La Biblia dice: Imitad la Fe de vuestros pastores, considerar cuál ha sido el resultado de su conducta, los pastores no estamos llamados a tan solo decir algo, sino a hacerlo, no hay mejor cosa que estar en una congregación en la que no sólo te predican, sino que van para alguna parte, porque la gente se sienten seguros en un lugar que avanza, no sólo en un lugar que le dicen algo.

c) Usted mira nuestros invitados, los eventos, la pagina web, la radio, la televisión, las predicas, los pastores, la adoración, el templo, lo que hacemos: Vamos para algún lado, usted echa raíces en la congregación para que juntos avancemos, y usted sabe que nunca hemos dejado de invertir por la visión que Dios nos dio, y tener siempre una palabra de revelación.

d) Dice la Palabra en (Santiago 2:19-21) Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan. ¿Mas quieres saber, hombre vano, que la Fe sin obras es muerta? ¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? Cuando Abraham le iba a meter el puñal a su hijo, El lo detuvo; Dios sólo quería ver su Fe en el momento que él hizo algo, no cuando dijo que lo haría.

e) Jesús decía: Que se haga conforme a tu Fe, Jesús hace milagros donde encuentra Fe, la mayor parte de la gente ora sus temores, no la Palabra con Fe, muchos oran para ser sanos y no dejar a sus hijos solos; en lugar de orar para estar más tiempo con ellos ¿Qué oras tú? ¿Tus miedos o lo que crees que es tuyo?

f) Ora por lo que crees, no por lo que temes, llama Su atención ¿Por qué oras? Detrás de cada oración, hay un corazón y detrás de éste, hay una formación, yo no pretendo formar una congregación que ore sus temores, que ore, Señor no puedo, de eso ya hemos tenido suficiente y se ha demostrado que no saca a nadie adelante, no funciona.

g) En una oportunidad el siervo de un centurión estaba muy enfermo, los ancianos le dijeron: Es digno que le hagas un milagro, el centurión le dijo: No soy digno que entres a mi casa, el se sentía indigno, pero Jesús es capaz de sanar a cualquiera cuando este le cree, no importa el pecado que haya cometido, El sana homosexuales, lesbianas, prostitutas, rescata gente en adulterio, etc.

h) Ellos le dijeron: Señor, ahí hay un hombre que es digno que le hagas un milagro, porque ama nuestra nación y nos hizo una sinagoga, que diga que la ama sin dar algo, no le creo, no hay quien ame que no dé, la mayor expresión de amor es dar ¿De dónde vio Jesús que tenía Fe? No oyó que la tenía, vio la sinagoga, de nuevo, la Fe se ve y cuando Jesús ve algo, dice algo.

i) Habiendo visto, ahora viene el centurión a sacarle a Jesús algo que diga, porque al ver la Fe de aquellos cuatro, Jesús dijo la palabra, y cuando vio la Fe del centurión, también habló la palabra. En (Lucas 7:8-10) dice: Porque también yo soy hombre puesto bajo autoridad, y tengo soldados bajo mis órdenes; y digo a éste: Ve, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace.

j) Al oír esto, Jesús se maravilló de él, y volviéndose, dijo a la gente que le seguía: Os digo que ni aun en Israel he hallado tanta Fe. Y al regresar a casa, los que habían sido enviados hallaron sano al siervo que había estado enfermo. Diga conmigo: Hay momentos que para que Jesús diga algo, primero tiene que ver algo ¿Qué ve Jesús en ti? No qué oye, sino qué mira.

k) ¿A través de qué lo mira? De lo que haces, por lo tanto, si tú dices que crees que Dios te va a sacar adelante, ve y haz algo en lo que Dios tenga que bendecirte, y serás próspero en lo que emprendas, no en lo que pienses, El prospera lo que haces, no lo que piensas hacer, ve y haz algo ¿Crees que tus hijos son del Señor? Tráelos, involúcralos, ora por ellos, crees que Dios puede restaurar tu matrimonio, haz algo.

L) Muestra con hechos tu Fe todos los días, verás que al ver eso Jesús, les dirá algo a ellos, te dirá algo a ti, nunca critiques a los que hacen algo, únete a ellos y haz algo, todo lo que hagas, hazlo porque crees ¿Cuántos van a ir a hacer algo? ¿Cuántos quieren llamar la atención de Dios? Jesús quiere consolarte, edificarte, bendecirte, pero primero ¡Quiere ver tu Fe! ¡Llama Su Atención!

3. Un tiempo para buscar a Dios

a) Hay ciertos tiempos cuando el Señor nos convoca desde la rutina de nuestras vidas diarias, estas son estaciones especiales donde Su única orden es, Busca mi rostro, Él tiene algo precioso y sumamente importante que darnos pero muchas veces el modelo familiar de nuestros devocionales o de nuestra búsqueda diaria no lo puede proveer.

b) ¿Cómo entramos en este lugar sagrado? Si estudiamos la vida de Moisés, veremos cómo buscó a Dios y vivió en comunión con Él. Y Moisés tomó el tabernáculo, y lo levantó lejos, fuera del campamento, y lo llamó el Tabernáculo de Reunión. Y cualquiera que buscaba a Jehová, salía al tabernáculo de reunión que estaba fuera del campamento. (Éxodo 33:7)

c) Fijese que dice: Todos los que buscaban al Señor salían. Si vamos a buscar al Señor de verdad, debemos salir como lo hicieron Moisés y sus compañeros, debemos tirar nuestra tienda a una buena distancia del campamento ¿Qué campamento es este? Para Moisés, así como para nosotros, es el campamento de la familiaridad.

d) La seguridad en la familiaridad, a lo que nos hemos acostumbrado que nos resulta tan familiar, tristemente, muchos cristianos no tienen ninguna meta más elevada, ninguna aspiración mayor que la de ser normales, sus deseos se limitan a medir a otros. ¡Sin una verdadera visión de Dios, pereceremos espiritualmente! Cuando el reino y la gente del reino se convierten en algo familiar para ti, pierdes el respeto por lo Sagrado y Santo, dejas de valorar lo importante, y todo lo que no respetas ni valoras, se ira de tu vida, todo lo que cuidas, valoras y respetas, se quedara contigo.

e) Caminando fuera de lo familiar, Moisés dejaría lo familiar y establecería su tienda fuera del campamento, donde buscaría al Señor. Por lo cual también Jesús, para santificar al pueblo mediante su propia sangre, padeció fuera de la puerta, salgamos, pues, a Él, fuera del campamento, llevando su vituperio; porque no tenemos aquí ciudad permanente, sino que buscamos la por venir. (Hebreos 13:12-14)

f) Del mismo modo que Moisés y los que buscaron al Señor salieron del campamento y así como Jesús salió del campamento, también nosotros, a veces, debemos dejar el campamento de lo que parece normal, predecible y familiar, para empezar a buscar de Dios, aquí no tenemos una ciudad eterna, pero estamos buscando la ciudad que ha de venir.

g) Cristo desea que dejemos lo familiar, las distracciones del mundo y de nuestros sentidos, para habitar en el mundo de nuestros corazones, teniendo presente que la meta superior de la oración es hallar a Dios, cada minuto que buscamos a Dios es un minuto enriquecido con Su nueva vida y poder.

h) Dele una cantidad mínima de tiempo, una hora o dos por día, pero no ponga un límite, cuando el Señor puede guiarlo a buscarlo toda la noche, y continúe día a día y semana tras semana, hasta que se haya acercado tanto a Dios que pueda oír Su voz, con la seguridad que Él está lo suficientemente cerca para oír sus palabras, hay personas que lo han puesto en práctica y El los está sorprendiendo, tú también puedes serlo.

i) Si vamos a ser Santos, debemos romper las cadenas y los impedimentos, la esclavitud de desear simplemente una vida a medias, escoger dejar el campamento de la familiaridad y poner nuestra tienda en la presencia de Dios, será nuestra decisión, pero yo te aseguro que si lo haces, veras resultados y respuestas extraordinarias, tu vida se transformara y todo alrededor de ti funcionara sobrenaturalmente. ¡Cambia Tu Mañana Hoy!

© Daniel Tomas. Todos los derechos reservados.

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