Los dos hablan de tal manera que son libres en dar y recibir sin sentir vergüenza y sin expresar palabras con las que puedan herirse. Los esposos necesitamos comunicarnos, y en no pocas ocasiones las esposas anhelan que los esposos le hablen; que no dejen de hablarle.
Un astronauta ha descubierto que en un día promedio, un hombre habla unas 25 palabras, mientras que las mujeres utilizan 30 mil palabras por día. Estas estadísticas nos revelan que los hombres somos bastante habladores también.
Ahora bien, ¿cuál es la situación que esto plantea? Que por lo general cuando el hombre llega a la casa ya agotó sus 25 mil palabras, mientras que su esposa a penas comienza hablar. Entonces esto plantea el asunto sobre con quién usa el esposo sus palabras. Cuáles son los son los temas y las personas con quién más conversamos.
En este libro, Salomón usó todas sus palabras para exaltar y embellecer a su esposa. No hubo un desperdicio de palabras sobre otro tema que no fuera el de su esposa. ¡Qué enorme reto para los esposos! ¡Ojalá que la mayoría de nuestras palabras las consumamos con nuestro cónyuge!
b. Dos amantes que no se aburren.
En esta historia no encontramos a un hombre silencioso y a una mujer habladora. Los dos hablan y no se aburren. Se sabe que parte de los problemas de una pareja tiene mucho que ver con la falta de hablar, de comunicarse.
Hay esposos que son como un “huésped invisible y un oyente silencioso”. Pero la esposa no quiero eso. Ella quiere consumar sus 30 mil palabras. Ella no es una tarjeta de teléfono que puede mantener las palabras y después usarlas. Ellas quieren consumir toda la “tarjeta” en una sola llamada.
Las parejas no debieran aburrirse con el correr de los años. Esto pareciera ser lo que sucede a menudo. Algunos mientras más avanzan en sus años parecen que ya no tienen temas de que hablar. ¿Qué pasó con los años de novios que todo el tiempo se llamaban hasta largas horas de la noche? ¿Por qué no ahora?
Nada debe ser más placentero que llegar hasta viejos hablando “hasta por los codos”. Con los años los esposos podemos pensar más en nuestras propias metas, mientras que la esposa anhela ser oída, reconocida, estimada, atendida. En el matrimonio debe haber mucha comunicación.
II. LA CANCION DEL MATRIMONIO DEBE SER ENTONADA CON PALABRAS DE COMPLETA INTIMIDAD
a. Palabras solo para parejas (5:2).
En este texto encontramos la manera más exclusiva, tierna e íntima sobre cómo el amado llama a su amada. Cada palabra solo se la diría a cónyuge. Son palabras propias para una pareja. Y fíjese que ella también tiene sus propias palabras con las que llama a su amado.
Es tan lindo ver que ambos tienen maneras muy particulares en llamarse. Es algo así como los nuevos nombres que adquirimos después que nos casamos. ¿Cuál es el nombre con el que usted llama a su esposa? Debemos tener nombres especiales para nuestro cónyuge (vers. 10). ¿Por qué razón?