El sentir de Jesús ante las heridas

B. Para ayudarte en la Prueba (Hebreos 2:18) : “Y como él mismo sufrió y fue puesto a prueba, ahora puede ayudar a los que también son puestos a prueba.

C. Para mostrarnos nuestro deber de ser humildes en nuestra relación con otros, en la iglesia en la sociedad: (Filipenses 2:3-4): “Nada hagáis por rivalidad o por vanidad; antes bien, con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo. No busquéis vuestro propio provecho, sino el de los demás.” ESTE ES EL SENTIR DE CRISTO, EL CUAL TÚ ERES LLAMADO A VIVIR (Filipenses 2:5)

D. Para ser tu Señor y controlar tu vida: (2:9-11) “Por eso Dios también lo exaltó sobre todas las cosas y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, en la tierra y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.

Esto nos compromete a seguir su ejemplo

El apóstol Pablo en Filipenses nos enseña a tener este sentir de Cristo.

Conclusión:

Hemos de reconocer las heridas graves y profundas en nosotros, en el cuerpo de Cristo y en la humanidad: La Soberbia.

No hay cosa que lastime más a una persona, le hace vivir insatisfecho con lo que hace. Ningún logro le parece suficiente: siempre quiere tener más para sí mismo. Va de la mano con la amargura y el rencor. Daña irremediablemente a su familia.

No hay cosa que lastime más al Cuerpo de Cristo: causa divisiones, produce envidias y pleitos: “Mi opinión es más importante que la tuya, mi grupo es mejor que el tuyo, ellos no tienen lo que nosotros tenemos”

No hay cosa que lastime más a la humanidad: se cometen injusticias como la de Santiago Xochiltepec (Oaxaca, México–Mayo, 2002) donde fueron asesinados veintiséis campesinos a causa de conflictos territoriales. Las guerras entre naciones, el hambre, el sufrimiento de los más desprotegidos tiene su origen último en la soberbia humana, origen de toda maldad.

Cuando nos despojamos de lo nuestro y lo damos por otros estamos mostrando el mismo sentir de Cristo; Usted necesita tener el mismo sentir de Cristo. La Iglesia debe tener este mismo sentir de Cristo. Y para esto, necesitamos de él, ser dirigidos por él y que él haga lo suyo en ti y en mí.

© Ivan Efrain Adame. Todos los derechos reservados.

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