El árbol de la vida

Julio Ruiz

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El árbol de la vida

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Ambos fueron puestos para advertir a Adán sobre una escogencia voluntaria y no una obediencia a ciegas. El hecho de que Dios supiera que el pecado llegaría y de esta manera se anticipaba un plan de redención antes de crear al mundo, no significa que el Jardín del Edén era solamente una existencia “temporal.”

La aparición de esos dos árboles sugería que el hombre podía enfrentar dos destinos al elegir uno de los dos: uno de gozo perpetuo y el otro de deleite temporal. Ya sabemos que el hombre escogió el segundo con sus consecuencias.

b. El árbol que perpetúa la vida (Génesis 3:22).

La presencia del “árbol de la vida” en el huerto del Edén da inicio a la “historia” de las Escrituras y del plan de Dios que culmina en el maravilloso libro de Apocalipsis. Mientras que el árbol de “la ciencia de bien y del mal” la acortaría porque el hombre creado podía morir mientras vivía. Vamos a verlo de esta manera. El entorno del Edén era encantador y hermoso.

Todo lo que era agradable a los sentidos se podía palpar allí. Estaban rodeados de las flores más fragantes, de las frutas y los alimentos más sabrosos al paladar. Y en todo este escenario el árbol de la vida hacía la diferencia por cuanto estaba diseñado para perpetuar esa vida; para renovar y preservar la juventud; para revitalizar la fuerza (Génesis 3:22).

Entonces, ¿cómo vemos la tipología entre eso que es perpetuo y lo que es temporal? Porque el árbol de la vida está relacionado con el castigo impuesto por la desobediencia de comer del árbol prohibido, bajo la sentencia que: “El día que que de él comieras, ciertamente morirá”. Pero con el “árbol de la vida” el día que de él comieras, ciertamente vivirás.

II. EL ÁRBOL DE LA VIDA TIPIFICA LA COMUNIÓN CON DIOS FRENTE A LA SEPARACIÓN DEL PECADO

a. El árbol de la vida en el centro (Génesis 2:9; Apocalipsis 22:2).

El árbol de la vida está en el centro de la morada de Dios. Lo estuvo en el Edén del Génesis, allí en el lugar donde Adán y Eva se reunirían con frecuencia, pero después aparece en medio de la calle según la descripción que hace Juan en el Apocalipsis. Tales posiciones sugieren que la vida y la comunión con Dios van juntos, jamás separados.

Poner ese árbol en el centro es hablarnos de la preocupación que Dios tiene  para que el hombre viva. Por cuanto fue él quien le dio “aliento de vida” a esa figura que hizo del polvo de la tierra, su interés es que mantuviera su vida por siempre.

Esas fueron las palabras de Cristo cuando vino (Juan 10:10). Imagínese a Adán y Eva viniendo a sentarse debajo del “árbol de la vida” para tener comunión con su Padre celestial.

Ellos comían de él con libertad, pues no les estaba prohibido como Dios lo había hecho con el otro árbol. Puedo pensar que ellos permanecían bajo su sombra pues era un lugar especial de comunión con su Dios.

b. El árbol que trajo la separación (Génesis 3.11).

Al lado del “árbol de la vida” estaba el “árbol de la ciencia del bien y del mal”. Seguramente la gente se ha preguntado a través de la historia por qué Dios puso este árbol al lado del árbol de la vida, sabiendo lo que iba a pasar.

Y hay una respuesta que también se ha dado a través de los tiempos: Dios creo a un hombre para una obediencia voluntaria, no un robot para que le siguiera como una máquina.

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Julio Ruiz
Autor

Julio Ruiz

Pastor en Virginia en los Estados Unidos, con 42 años de experiencia de los cuales 22 los dedicó en Venezuela, su país de origen. Otros 9 años los dedicó a pastorear en Vancouver, Canadá y los últimos 9 años en Columbia Baptist Church en su ministerio hispano, donde estuvo hasta agosto del (2015). A partir de octubre del mismo año (2015) comenzó una nueva obra que llegó a constituirse en iglesia el 22 de mayo de 2016 bajo el nombre de Iglesia Bautista Ambiente de Gracia en la ciudad de Burke, Virginia. El pastor Julio es Licenciado en Teología y ha estudiado algunas cursos para su maestría en Canadá. Además de haber sido presidente de la convención bautista venezolana en tres ocasiones, también fue profesor del seminario teológico bautista. El pastor Julio por espacio de unos 18 años publica sus sermones y artículos por estos medios. Es casado con Carmen Almera Ruiz y tiene tres hijas y una nieta: Laura, Oly, Sara e Isabella. Si usted quiere comunicarse con el pastor Julio, llámelo al (571) 251-6590.

7 comentarios en «El árbol de la vida»

    • Gracias mi hermano pastor por tus finos comentarios acerca de este sermón. Que Dios te use en el ministerio de la extensión de esta palabra preciosa.

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    • Gracias mi hermano pastor por tus finos comentarios acerca de este sermón. Que Dios te use en el ministerio de la extensión de esta palabra preciosa. Lo hacemos para la gloria de su nombre.

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  1. ellos NO comían del árbol de la vida, GÉNESIS 2:22
    Nota: Me gusto tu estudio con respecto al árbol de la vida. Dios te Bendiga y te Siga dando Mas sabiduría y revelación de lo alto.

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