El árbol de la vida

Julio Ruiz

Updated on:

Central de Sermones - El árbol

El árbol de la vida

4.5
(2)

El árbol prohibido era su continua advertencia para mantenerse en comunión con él en lugar de tener comunión con lo prohibido. La historia ya la sabemos. El hombre prefirió separarse de esa exclusiva comunión con Dios y optar por una separación de él.

Desde entonces no es lo mismo saber que “con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra” que haber comido para siempre lo que Dios ya había cultivado.

La separación que produjo la desobediencia trajo como consecuencia la muerte en el hombre; muerte espiritual y después muerte física. En consecuencia si Adán hubiera comido después del árbol de la vida seguiría con vida hasta ahora.

III. EL ÁRBOL DE LA VIDA TIPIFICA LA RESTAURACIÓN COMPLETA FRENTE A LA DESTRUCCIÓN DEL PECADO

a. Restaurando la comunión perdida (Apocalipsis 22:14).

Dios puso el “árbol de a vida” en el huerto del Edén y ahora lo vemos en el cielo para recordarnos que esa es la real vida a la que hemos sido llamados. Observe la sabiduría y los planes divinos.

En medio del paraíso Dios puso dos árboles que representaban la vida y la muerte. El uno conduciría al hombre a su más completa desgracia, su más depravada vida, su más corrupta naturaleza y el más vil destino que trajo el pecado incitado por Satanás. Pero el “árbol de la vida” representa la restauración de lo que hizo el pecado en él.

Por supuesto que el hombre quiso tener acceso inmediato a ese árbol después que pecó, pero Dios no lo permitió. El hombre tenía que vivir las consecuencias de haber comido el fruto prohibido.

La sentencia divina se cumplió porque desde entonces el hombre conoció la muerte espiritual y la física que no conocía. Ahora aparece ese mismo árbol de la vida en el cielo y los que lavamos nuestras ropas con la sangre del Cordero tenemos derecho a él y entrada a la ciudad. Eso habla de la restauración final a la que el hombre ha sido llamado.

b. Cristo restaura lo que se perdió (Romanos 5:12, 17).

El árbol de la vida nos asegura que todo lo que perdimos por el pecado de Adán, lo hemos recuperado en la muerte de Cristo. Si el primer Adán fracasó, el segundo representado en la persona de Cristo vino para traernos de regreso al Edén.

Ahora en Cristo tenemos la esperanza de un paraíso lleno de gozo con el río de la vida que fluye a través de él. Allí en el nuevo Edén podemos ver el árbol de la vida en medio de él dando su fruto inmortal. ¡Que hermoso es este cuadro!

El mismo Dios de gracia que puso a Adán en el viejo Edén, lo vemos ahora al final de los tiempos invitando a los hombres a tomar del “árbol de la vida” para ser sanados, pero a su vez para ser parte del nuevo Edén.

Considere que en tal lugar ya Satanás no estará presente por si se diera alguna rebelión, pero tampoco allí habrá más maldición. Categóricamente Jesús vino con un plan restaurador.

Así lo dijo: “…Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido…” (Lucas 19:10). Si el árbol de la vida tipifica a Cristo, su tarea por excelencia será restaurar la comunión perdida.

¿Qué tan útil fue esta publicación?

¡Haz clic en una estrella para calificarla!

Julio Ruiz
Autor

Julio Ruiz

Pastor en Virginia en los Estados Unidos, con 42 años de experiencia de los cuales 22 los dedicó en Venezuela, su país de origen. Otros 9 años los dedicó a pastorear en Vancouver, Canadá y los últimos 9 años en Columbia Baptist Church en su ministerio hispano, donde estuvo hasta agosto del (2015). A partir de octubre del mismo año (2015) comenzó una nueva obra que llegó a constituirse en iglesia el 22 de mayo de 2016 bajo el nombre de Iglesia Bautista Ambiente de Gracia en la ciudad de Burke, Virginia. El pastor Julio es Licenciado en Teología y ha estudiado algunas cursos para su maestría en Canadá. Además de haber sido presidente de la convención bautista venezolana en tres ocasiones, también fue profesor del seminario teológico bautista. El pastor Julio por espacio de unos 18 años publica sus sermones y artículos por estos medios. Es casado con Carmen Almera Ruiz y tiene tres hijas y una nieta: Laura, Oly, Sara e Isabella. Si usted quiere comunicarse con el pastor Julio, llámelo al (571) 251-6590.

7 comentarios en «El árbol de la vida»

    • Gracias mi hermano pastor por tus finos comentarios acerca de este sermón. Que Dios te use en el ministerio de la extensión de esta palabra preciosa.

      Responder
    • Gracias mi hermano pastor por tus finos comentarios acerca de este sermón. Que Dios te use en el ministerio de la extensión de esta palabra preciosa. Lo hacemos para la gloria de su nombre.

      Responder
  1. ellos NO comían del árbol de la vida, GÉNESIS 2:22
    Nota: Me gusto tu estudio con respecto al árbol de la vida. Dios te Bendiga y te Siga dando Mas sabiduría y revelación de lo alto.

    Responder

Deja un comentario