¿Por qué causa la zarza no se quema?

III. LA ZARZA SIN CONSUMIRSE TIPIFICA A LA IGLESIA PLANTADA SOBRE UNA TIERRA SANTA

a. La tierra santa debe pisarse descalzo vers. 5.

El calzado de Moisés estaba sucio por el continuo caminar. El trabajo como pastor planteaba una condición extrema de suciedad en aquello que cubría sus pies. Doquiera está el Señor su presencia es santa, de allí las demandas para sus adoradores. Dios no permite ningún tipo de suciedad en su presencia.

Cuando uno lee la visión de la vida en el Apocalipsis se encuentra que ese lugar está desprovisto de todo tipo de pecado. La presencia del Señor en ese lugar demanda de sus habitantes total santidad. No es extraño, pues, ver a multitudes vestidas de ropas blancas.

Cuando hablamos de la presencia de Dios pensamos en la santidad. Observe lo siguiente. Cuando tomamos la decisión de venir a la casa del Señor, todos sabemos que venimos a un encuentro con él. Todos los días el corazón se llena de muchas cosas que deben ser revisadas cuando venimos delante de él.

El salmista nos da una recomendación previa antes de venir a su presencia de examinar el corazón (Salmos 139:23, 24). ¿Cuál será “el calzado” que debemos quitar para estar en su presencia? ¿Cómo llegamos delante de él?

b. El rostro del Señor debe producir temor vers. 6.

Los versículos 2 y 3 nos ofrecen una escena por demás hermosa y singular. La una tiene que ver con la curiosidad del pastor de ovejas y la otra con la actuación de Dios en aquel acercamiento entre lo humano y lo divino, entre un mortal quien será reconocido como el hombre que estuvo cara a cara con el Señor, el Santo de Israel.

Moisés, el escritor de esta experiencia no se le escapó ningún detalle con lo que describió exactamente la escena. Así tenemos que la revelación que Dios hizo de si mismo a Moisés tuvo dos impactos extraordinarios en su vida.

Una es que Moisés conoció a un Dios que es de vivos y no de muertos cuando mencionó a Abraham, Isaac y Jacob, por lo tanto es el Dios de la historia que ya Moisés conocía. Y la otra es el temor que infunde el Dios que llama. Si hay algo que se pierde con tanta frecuencia es el temor a Dios.

Cubrir el rostro por temor de mirar a Dios es una señal de reverencia, de respeto y de un temor que debe conducir al quebrantamiento. El temor a Dios debe producir en todos nosotros un sentido de su santidad, pues sin ella nadie verá su rostro (Hechos 12:14). No en vano Jesús murió por una iglesia santa (Efesios 5:25-30).

IV. LA ZARZA SIN CONSUMIRSE TIPIFICA A LA IGLESIA PROCLAMANDO SU MENSAJE DE LIBERACIÓN

a. La condición de esclavitud desesperante vers.s 7, 9.

La esclavitud de Israel en Egipto tipificando el estado en que se encuentran los hombres sin Dios en el mundo, es descrita por Dios de una forma muy elocuente.

Hay varios verbos que nos revelan el conocimiento profundo que Dios tenía de su pueblo esclavizado. Nos dice que Dios había visto la aflicción de ellos. Eso significa que no le era indiferente su dolor. Luego nos dice que ha oído el clamor de ellos por el castigo que le imponían sus jefes.

También nos dice que él había conocido sus angustias. Pero también que el clamor de su estado había subido a su presencia. La manera cómo Dios habla con Moisés acerca del poder de la esclavitud nos revela que esta es la misma condición en la que vive la gente sin Dios.

Ese profundo estado al que conduce el pecado es lo que debe mover a la iglesia para que ella proclame en medio de este mundo angustiando, su mensaje de esperanza.

La iglesia es esa “zarza ardiente” que conoce la condición del mundo y al igual que Moisés es llamada para ir a ellos y darles libertad. No podemos ser indiferente a sus necesidades.

b. La determinación de Dios para liberar vers. 8.

Dios no solo ve la condición de esclavo en la que vive su pueblo sino que toma una acción concreta para traer su liberación. Moisés sabía del terrible estado en que vivía su gente.

Tuvo que matar a un egipcio por el maltrato que uno de ellos le propinó a un israelita; alguien de su propia sangre. El planteamiento de sacar a su pueblo de semejante condición tiene que producir en él una gran esperanza.

En su determinación Dios también habla de cumplir la promesa de liberación cuando dice que ha descendido para sacarlos de allí y llevarlos a la tierra que les había prometido.

La proclamación de ese mensaje de liberación desde una zarza que arde en llama y no se consume es exactamente una visión de lo que debe hacer la iglesia para descender y poner en libertad a tantos hombres que de igual manera están esclavizados. Dios se compromete con la iglesia, como lo hizo con Moisés, en descender a librarnos de la mano de Satanás para llevarnos a la Canaán espiritual.

CONCLUSIÓN:

¿Por qué Dios escogió la zarza para revelarse? La zarza es la menos significantes entre los árboles frutales. Su estructura no sirve para madera. En eso hay sencillez, humildad. Es un lugar sagrado donde Dios puede hacer de todo.

En Jueces 9 encontramos una parábola donde se le planteó al olivo, la higuera y la vid que reinaran sobre ellos, pero ante la negativa de estos, porque ninguno quiso dar lo que producía, cuando le preguntaron a la zarza ésta aceptó sin mayores problemas.

Dios se vale siempre de lo más sencillo en su iglesia para ser usado. Por otro lado, y esto es la esencia de esta enseñanza, es que Dios escoja la zarza, lo más rápido que se quema, para revelar un fuego que no se apaga.

Hermanos el fuego siempre será de Dios. La zarza tipifica a la iglesia. El Señor anda en medio de ella, por lo tanto debe ser un lugar de santidad, ella debe mantener su fuego permanente y anunciar su mensaje de liberación a un mundo esclavizado. Al igual que Moisés, Dios llama a sus hijos para usarlos poderosamente.

© Julio Ruiz. Todos los derechos reservados.
Iglesia Bautista Ambiente de Gracia, Fairfax, VA

Central de Sermones .. Predicas Cristianas

Deja un comentario