El Amor de Dios

La Biblia declara que…

Dios nos demostró su amor en que Cristo murió por nosotros aun cuando éramos pecadores.” (Romanos 5:8 PDT).

En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él.” (1 Juan 4:9).

B. Dios te ama sin necesidad de máscaras

Para que Dios te ame, tú no necesitas aparentar otra cosa distinta a lo que eres. No necesitas aparentar piedad para que Dios te ame. No necesitas fingirte cristiano para que Dios te ame. La biblia dice que Dios descubre las intenciones del corazón (1 Corintios 4:5). Nada hay oculto a su presencia.

Dios no te ama por tus cualidades, o por tus virtudes, o por lo que aparentas ser. El te ama a ti. Su amor por ti no depende de cuantos aplausos recibas, ni cuan popular seas en el mundo o en la iglesia, ni de la cantidad que consagres de diezmos y ofrendas.

Dios te ama con tus cualidades y defectos, con tus virtudes e incompetencia. Dios no siempre aprueba lo que tú piensas ni lo que haces, pero en cambio El te ama a ti.

C. Dios te ama fielmente

En la veleta que señala la dirección de los vientos, un hombre quitó el gallito y en su lugar puso el siguiente letrero “Dios es amor”, queriendo decir que no importaba de donde soplaran los vientos, si había tempestad o calma, Él siempre nos ama.

No importan las dificultades y los cambios Dios siempre nos amará. Dios declara en su palabra: “Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia.” (Jeremías 31:3)

II. Dios te ama personalmente porque Él es tu Padre

A. Su amor es justo a la necesidad

La Biblia revela que Dios ama a todos los hombres  de manera personal, como cada uno necesita ser amado. Su amor se manifiesta en su divina gracia para salvar. “Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres,”  (Tito 2:11; Juan 3:16.)

Él conoce la medida de amor que necesitamos, porque todos no somos iguales. Nada escapa a su mirada omnisciente. Me anima y conforta saber que no soy uno más del montón, porque Dios me conoce personalmente. Él conoce mi nombre.

Dios no nos ama ni por lo que somos, ni por lo que hacemos, sino porque El es amor. El es nuestro Padre y conoce cuáles son nuestras necesidades más urgentes.

B. Su amor es paternal

La paternidad divina no es física, porque no es posible. Pero la Biblia nos enseña que Dios nos adoptó como sus hijos. El apóstol Pablo revela que recibimos el espíritu de adopción, por el cual podemos llamar a Dios “PADRE”. “El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.” (Romanos 8:15, 16; cf. Gálatas 4:5, 6).

Cristo amplía el concepto que deben tener todos los que se acercan en oración a Dios, cuando enseñó que se debe orar al “Padre nuestro…” (Lucas 11:1).

El que ora a Dios, debe saber que es a un Padre a quien se acerca y esto implica que debe hacerlo con confianza, quietud y sin temor; en intimidad, con anhelo, afecto y emoción sincera.

C. Su amor es más que religión

La religión fría y calculada no es la que lleva a los hombres a experimentar el amor de Dios, sino una relación personal y de compromiso con Él. Ni los ritos, ni los sacramentos, ni las tradiciones religiosas son el medio establecido por Dios para que la gente disfrute de su amor.

4 comentarios en «El Amor de Dios»

Deja un comentario