Los que vivimos en América (EUA) sabemos que, para muchas figuras políticas y sociales, así como para mucha gente de mente liberal y progresista, Dios es un estorbo. Preferirían que no se hablara de Dios, ni se tomara en cuenta sus principios morales.
Dios está pasado de moda. El resultado de esta actitud es negativo en todos los órdenes de la vida del hombre. La biblia dice que “Como no han querido tener en cuenta a Dios, Dios los ha dejado hacer todo lo malo que su mente inútil los lleva a hacer.” (Romanos 1:28 TLA).
Cuando sacamos a Dios fuera de nuestras vidas, de nuestros hogares, de nuestros negocios y de la sociedad donde vivimos, sufrimos las consecuencias de esas decisiones negativas. Quitas al rey y reina la anarquía, la confusión, el caos. Quitas la luz y prevalecen las tinieblas.
Pero cuando se le da lugar a Dios, ocurre todo lo contrario. La biblia asegura que Dios bendice la nación que le da lugar a Dios: “¡Dios mío, tú bendices al pueblo que te reconoce como Dios! ¡Tú bendices a la nación que te acepta como dueño!” (Salmos 33:12 TLA).
La biblia es un estorbo.
Preferirían ignorar el mensaje de la biblia. Califican la biblia como un libro del pasado. ¿Qué tiene que decir un libro milenario a una generación súper moderna?
Este libro funcionó y estuvo bien para generaciones pasadas, pero ahora nada tiene que decirle a esta generación postmoderna que maneja aviones, trenes súper veloces, autos modernos, tienen iPad, Tablet, computadores, teléfonos de última generación, llegaron a la luna, etc.
Es cierto que hoy el contexto es totalmente diferente al que tuvieron los escritores que fueron inspirados por el Espíritu Santo para escribir la Biblia. Pero la biblia tiene mucho que decirle a esta generación, la gente de hoy tiene tanta necesidad espiritual como la tuvieron las del primer siglo.
El mensaje de Dios a través de la biblia sigue llenando los vacíos del hombre moderno. Es un mensaje de esperanza para un mundo que, a pesar de su desarrollo tecnológico, se están matando como seres irracionales.
El profeta Isaías dijo: “Sécase la hierba, marchítase la flor; mas la palabra del Dios nuestro permanece para siempre.” (Isaías 40:8). El Señor Jesucristo declaró “El cielo y la tierra dejarán de existir, pero mis palabras permanecerán para siempre.” (Mateo 24:35 TLA). La biblia sigue siendo la Palabra de Dios, el libro de las edades.
La iglesia evangélica es un estorbo.
La iglesia que predica a Cristo y la biblia es un estorbo para aquellos que promueven una vida sensual y liberal.
Para algunos críticos la iglesia sólo está para recoger diezmos y ofrendas; lavarles el cerebro a las personas; robarles el derecho de pensar por sí solas y hacerlas esclavas de una religión que no resuelve nada, y que las mutila emocionalmente.
La política que ha seguido este país, en estos últimos años, es silenciar la voz de la iglesia evangélica, detener la influencia de la iglesia evangélica, presentar a la iglesia como una enemiga de los procesos sociales que vive el mundo de hoy. Y esto es señal de la persecución de la iglesia en América.
Al NO permitir que se nos impongan esas ideologías liberales, porque nos mantenemos firmes en los principios de la biblia, seremos juzgados como homofóbico, cavernícolas, enchapados a la antigua, predicadores de un mensaje pasado de moda, rancio, que no ha evolucionado al ritmo de la sociedad post moderna.
Satanás se ha propuesto levantar una generación de ateos que se burlen de Dios y de Su iglesia. Satanás se ha propuesto en este tiempo denigrar el testimonio de la iglesia, frenar el empuje del evangelio en el mundo y en especial en América.
Pero la verdadera iglesia evangélica está comprometida con Cristo. La verdadera iglesia de Cristo denuncia el pecado y condena la injusticia social, promueve la familia tradicional y eleva los valores éticos, morales y familiares. La verdadera iglesia vive el evangelio en medio de una sociedad que necesita ver a Cristo reflejado en los creyentes.
Hermanos ha llegado el momento en que, como Josué, debemos decir: “Yo y mi casa serviremos a Jehová” (Josué 24:15). Que nos juzguen como quieran juzgarnos, seguiremos predicando un evangelio que cambia vidas, que transforma al homosexual, a la lesbiana, al drogadicto, al esclavo de la pornografía, al adicto al alcohol y al tabaquismo.
Un evangelio que no se acomoda a la sociedad ni a la ideología de los liberales, sino que denuncia y condena el pecado, que llama al hombre y a la mujer al arrepentimiento y a vivir una vida en santidad, sin la cual nadie verá al Señor (Hebreos 12:14). Un evangelio de gracia que está al alcance de todos.
CONCLUSIONES
Los gadarenos supieron calcular la pérdida de los dos mil cerdos, pero no calcularon lo que estaban perdiendo al expulsar a Cristo de sus contornos.
La misericordia del Señor es tan grande, que a pesar de que los gadarenos expulsaron a Jesús de sus contornos, Él comisionó al endemoniado para que les testificara de su milagro: “Vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho contigo, y cómo ha tenido misericordia de ti.” (Marcos 5:19).
LLAMADO A SALVACIÓN.
Hoy es el día de salvación. No corras el riesgo de perder la bendición de conocer a Jesucristo como tu Señor y Salvador personal. Decídete por Cristo. No sigas cuidando “cerdos”, el quiere entrar en tu vida, tu hogar y familia y traer paz y esperanza.
1 Barclay, W. (2006). Comentario Al Nuevo Testamento (226). Viladecavalls (Barcelona), España: Editorial CLIE.
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