El amor de Dios

“…Así manifestó Dios su amor entre nosotros: en que envió a su Hijo unigénito al mundo para que vivamos por medio de él…” (1 Juan 4:9 NVI; Cf. Juan 3:16)

“…Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros…” (Romanos 5:8)

Dios no nos creó y salvó porque nos necesitaba, sino porque nos amó. Él ama a sus hijos sin condiciones y sin necesidad de hacer algo. No se compra el amor de Dios con buenas acciones o con dinero, simplemente respondemos positivamente a ese amor, amándolo a Él porque Él nos amó primero. (1 Juan 4:19). Dios nos ama con un amor incondicional.

La mayor felicidad que un hombre y una mujer pueden experimentar es cuando somos amados por lo que somos y no por lo que tenemos o hacemos. Ese es el amor incondicional, centrado en la otra persona. Es el amor que dice “…a pesar de todo, yo te sigo amando”.

Esta clase de amor está caracterizado en las palabras de Pablo a los corintios:

“…El amor es paciente, es benigno; el amor no es celoso ni envidioso; el amor no es presumido ni orgulloso; no es arrogante ni egoísta ni grosero; no trata de salirse siempre con la suya; no es irritable ni quisquilloso; no guarda rencor; no le gustan las injusticias y se regocija cuando triunfa la verdad. El que ama es fiel a ese amor, cuéstele lo que le cueste; siempre confía en la persona amada, espera de ella lo mejor y la defiende con firmeza…” (1 Corintios 13:4-7 LBD-Paráfrasis)

CONCLUSIONES

El mundo hostil en que vivimos busca experimentar el amor usando artificios y métodos viciados y no lo encuentra porque no busca a Dios que es la fuente eterna del verdadero amor.

Como iglesia, tenemos la experiencia bienaventurada de conocer el amor de Dios en nuestras vidas y al mismo tiempo ser portadores de ese mensaje de amor, paz y salvación.

Seamos diligentes y manifestemos al mundo el Amor de Dios en nuestros corazones: en el hogar, en el seno familiar, en el matrimonio, y en cualquier medio en que nos movamos.

El mundo quiere imponernos su estilo de vida y su forma equivocado de evaluar el amor. Pero nada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro. (Romanos 8:39).

© 2016. David N. Zamora. todos los derechos reservados.

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2 comentarios en «El amor de Dios»

  1. Que lindo mensaje!! Que bendicion pastor, que Dios lo bendiga y lo siga usando para que más personas conozcamos el verdadero Amor que el Señor Jesús nos ha demostrado en la cruz.

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