Esto nos demuestra claramente que Dios no esta mirando nuestros pasados, que Dios no esta concentrado en lo que fuimos, nos demuestra que Dios esta viendo lo que podemos ser.
Esto nos demuestra claramente que al tener un encuentro con Dios Él nos transforma, nunca más seremos lo que fuimos. Creo firmemente que el propósito de todo creyente debe ser de conocer mejor a nuestro Dios. Creo firmemente que el propósito de todo Cristiano debe ser de conocer la voluntad de Dios en nuestras vidas.
Debemos orar sin cesar pidiéndole al Padre sin cesar que nos revele su propósito en nuestras vidas, pidiéndole al Padre que podamos servir de ejemplo en este mundo. Pidiéndole al padre poder de lo alto para que nuestro testimonio sea digno de Él. Pidiéndole al Padre que nos dé sabiduría y paciencia de lo alto. Dándole gracias al Padre por todas las bendiciones que ha derramado sobre nosotros, dándole gracias por su misericordia y gracia.
Les digo que si todos aquí oráramos de la misma manera. Si todos aquí oráramos sin cesar pidiendo estas cosas, todos alcanzaríamos ver un gran cambio en el cuerpo de Cristo.
Si todos aquí orásemos de esta manera seremos cambiados por completo, seremos transformados en la persona que Dios quiere que seamos. Aquí también vemos que Jacob le pone al lugar un nombre nuevo, le pone Peniel, que significa cara a cara con Dios.
El nombre que le pone preserva y perpetua, no el honor de su valentía o de su victoria, sino el honor de la libre y soberana gracia de Dios. Esto nos dice que no fue por la valentía y las fuerzas de Jacob que recibió la bendición de Dios, sino que solo por Su misericordia la alcanzo.
¿Quieres ser bendecido? Entonces no permitas que nada ni nadie te detenga de llegar ante Su presencia. No dejes de luchar en todo momento. El Señor quiere que hoy recibas esa paz, el Señor quiere que hoy recibas ese descanso (Mateo 11:28-29).
Jacob estaba atado al pasado, el remordimiento se lo comía y causaba gran temor, pero Dios libero su alma.
Preguntémonos, ¿qué nos impide nuestro caminar hoy en día? Cristo quiere quitar de tus manos las cadenas que te atan, Cristo quiere derrumbar las barreras y obstáculos que podamos tener en nuestro caminar, Cristo quiere liberarte de la prisión en que te encuentras (Hechos 12:7-8).
Puedes ser libre en el día de hoy, puedes obtener Su perdón y recibir Su misericordia no importa lo grande que pienses que has pecado. Cristo quiere bendecirte en el día de hoy, pero para que esto suceda, tenemos que ser persistentes en todo lo que hacemos. Tenemos que ser persistentes en nuestra fe si queremos recibir las bendiciones de Dios.
Es tiempo de dejar el jugar a la iglesia, es el tiempo de dejar de ser Cristianos solo en ocasiones especiales o parte del tiempo.
Es hora de servir a nuestro Padre celestial, es hora de permitir que el Espíritu Santo sea reflejado en todo lo que hacemos. El Señor nos ha escogido, el Señor nos ha llamado para que sirvamos de luz en este mundo de tinieblas (Mateo 5:14). ¿No es esto una gran bendición?
Para concluir. Jacob luchó con Dios reclamando su bendición. ¿Qué bendición recibió Jacob por su perseverancia? La Palabra de Dios nos dice: “Pero Esaú corrió a su encuentro y le abrazó, y se echó sobre su cuello, y le besó; y lloraron” (Génesis 33:4). Ese encuentro con su hermano después de 20 años que él tanto temía no sucedió como él pensó.
Él había mandado a dividir su campamento en dos secciones porque él pensó que así podría salvar a algunos cuando Esaú los atacara, pero Dios no permitió tal ataque. Dios recompensa la perseverancia de Jacob, y a consecuencia restaura la familia. Esto es lo que Dios busca de Su pueblo; Él busca que su pueblo este dispuesto a perseverar en toda ocasión.
Jacob nunca podría derrotar al ángel de Dios, Jacob con toda su fuerza nunca podría aguantar al ángel de Dios. Pero Dios no estaba probando su fuerza física, Dios estaba probando su fuerza espiritual. Dios nos prueba a nosotros de la misma manera.
Al vernos confrontados con situaciones difíciles, no podemos desmayar, no podemos desanimarnos, tenemos que perseverar y reclamar la bendición de Dios.
Jacob no soltó al ángel hasta que le bendijera, ¿harás tu igual? Cuando ores por una situación dile al Padre “No te dejaré, si no me bendices”.
Lucha con Dios y reclama las bendiciones para tu vida.