Evidencias de una vida de oración

Marco A. Marroquín Hilerio

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Predicas cristianas - El poder de la oracion

Evidencias de una vida de oración

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Hay personas sabias en la vida cristiana que seguramente le ayudarán, pero como conclusión siempre le dirán: “Este es el consejo que te doy, pero tú ora a Dios”.

Si queremos comprender la voluntad de Dios, tenemos que preguntarle a él: “¿Cuál es tu voluntad, Señor?” De qué manera podemos hacerle esta pregunta a Dios: orando. Si el Señor Jesús oró para asumir la voluntad de Dios como plan para su vida y ministerio de salvación, tu y yo no podemos cometer el error de no orar.

III. EN LA ORACIÓN SOMOS LLENOS DEL ESPÍRITU SANTO (HECHOS 4:31)

Ante cualquier desafío, cualquier tentación, cualquier prueba a nuestra fe: cuando oramos Dios envía su Espíritu para darnos de su poder y vivir triunfantes y dando testimonio de su presencia en nuestras vidas.

Hay muchos creyentes que no han alcanzado la vida llena del Espíritu y tienen mucho tiempo de conocer a Cristo el Salvador, pero no han crecido en intimidad con él, no tienen su “aposento alto” para que Dios los sature de su presencia.

No es posible perseverar en la vida cristiana con tantas tentaciones y provocaciones de un mundo que no conoce a Dios, no es posible resistir al Diablo, ni es posible hacer la obra de Dios si no se está lleno del Espíritu Santo. Aprendamos esta verdad: DIOS ENVÍA SU ESPÍRITU SANTO A QUIENES SE MANTIENEN EN ORACIÓN.

IV. LA ORACIÓN NO MANTIENE EN CONSAGRACIÓN (HECHOS 10:1-4)

La comunión con Dios nos hace vivir consientes de su presencia. Sabemos que le pertenecemos a él, que no somos nuestros, que somos de Dios. La vida de oración requiere de obediencia, de sumisión de nuestra carne.

por eso Cristo enseñaba a sus discípulos: “Orad y velad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil” (Mateo 26:41). La vida de consagración no es otra cosa, sino una vida victoriosa sobre las tentaciones: “Todo lo que es nacido de Dios, vence al mundo” (1ª de Juan 5:4a).

Cornelio, era un varón consagrado y sus oraciones eran agradables para Dios. Las oraciones de la gente consagrada son las que mueven la mano de Dios para bendición, pues la oración eficaz del justo puede mucho (Santiago 5:16b).

¿Hasta qué punto puede la oración de una persona consagrada mover el cielo a favor de la obra? No tenemos idea, en el caso de Cornelio, Dios le envió un ángel para engrandecer su obra en la vida del mismo y de todos los que con él estaban, ¡Gloria a Dios!

V. CON LA ORACIÓN TENEMOS VICTORIA SOBRE LAS PRUEBAS Y ACECHANZAS DEL ENEMIGO (HECHOS 16:25-26)

Una vida de oración es una vida de alabanza, Pablo y Silas cantaban himnos a Dios en oración. Sus oraciones eran cánticos para Dios: Hay victoria en la alabanza. Cuando Satanás intenta impedir el trabajo de los hijos de Dios, la oración y la alabanza obran el poder de Dios a nuestro favor y nos mantienen en victoria.

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Marco A. Marroquín Hilerio
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Marco A. Marroquín Hilerio

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