¡Cuida tu corazón! Parte I

Eduardo Cavazos Cavazos

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Bosquejos Biblicos - Corazón que brota compasión

¡Cuida tu corazón! Parte I

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Al hombre, por naturaleza carnal le cuesta leer la escritura, y mucho más orar, aquellos que no leen la palabra de Dios y no oran, difícilmente podrán escuchar la voz de Dios, escuchar la voz de Dios en estos tiempos cuesta mucho, y pocos tienen el hábito de estar en secreto con Dios. 

En el libro de  titulado: La batalla de cada hombre, se narra la historia de Fred, un hombre que asistía a la Iglesia, tenía una buen desarrollo laboral en el área de las ventas, pero con todo ello, aún se sentía lejos de la meta de agradar a Dios, de sentirse seguro en los momentos en que un “cristiano” debe estarlo.

“Mi vida de oración era muy endeble. En cierta ocasión mi hijo enfermó y tuvimos que correr con él a la sala de emergencia. ¿Me apresuré a orar en ese momento? No. Lo único que pude hacer fue apresurar a otros para que oraran por mí. ¿Llamaste al pastor para que ore? Le pregunté a Brenda (esposa) ¿Llamaste a Ron? ¿Llamaste a Red para que ore? A causa de mi pecado no tenía fe en mis oraciones.” (Arterburn & Stoeker, 2003, pág. 28)

El profeta Zacarías, menciona que aquel no escucha la voz de Dios, termina prestando oído a la voz de falsos profetas.

Base bíblica

“Porque los terafines han dado vanos oráculos, y los adivinos han visto mentira, han hablado sueños vanos, y vano es su consuelo; por lo cual el pueblo vaga como ovejas, y sufre porque no tiene pastor.” Zacarías 10:2

Nada puede dar mayor seguridad al hombre para avanzar confiado en sus metas y proyectos, que ir respaldado del consejo de Dios, escuchar su voz deberá ser nuestro parámetro, nuestra media, para que en consecuencia, toda obra de nuestras manos prospere.

En el libro de Zacarías encontramos las palabras claves para que nuestros proyectos y esfuerzos alcancen el éxito; esto sucederá cuando tengamos la disciplina de escuchar su voz, caminar en el tiempo de Dios, y darle le gloria correspondiente a su nombre.

Base Bíblica

“Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Esfuércense vuestras manos, los que oís en estos días estas palabras de la boca de los profetas, desde el día que se echó el cimiento a la casa de Jehová de los ejércitos, para edificar el templo.10 Porque antes de estos días no ha habido paga de hombre ni paga de bestia, ni hubo paz para el que salía ni para el que entraba, a causa del enemigo; y yo dejé a todos los hombres cada cual contra su compañero.11 Mas ahora no lo haré con el remanente de este pueblo como en aquellos días pasados, dice Jehová de los ejércitos. 12 Porque habrá simiente de paz; la vid dará su fruto, y dará su producto la tierra, y los cielos darán su rocío; y haré que el remanente de este pueblo posea todo esto.  13 Y sucederá que como fuisteis maldición entre las naciones, oh casa de Judá y casa de Israel, así os salvaré y seréis bendición. No temáis, mas esfuércense vuestras manos.” Zacarías 8:9-13.

Recordado la travesía del peregrinaje del  pueblo de Dios, observamos que mientras Dios lleva a su pueblo hacia la tierra prometida, en ese largo proceso, les enseña el principio del esfuerzo.

Sin embargo, también se encarga de recalcarles el cuidar su corazón del orgullo y vanagloria, y anticipándose a los tiempos de disciplina y corrección para su pueblo y les declara:

Base Bíblica

5 Reconoce asimismo en tu corazón, que como castiga el hombre a su hijo, así Jehová tu Dios te castiga. 11 Cuídate de no olvidarte de Jehová tu Dios, para cumplir sus mandamientos, sus decretos y sus estatutos que yo te ordeno hoy; 12 no suceda que comas y te sacies, y edifiques buenas casas en que habites,

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Eduardo Cavazos Cavazos
Autor

Eduardo Cavazos Cavazos

Inspirando a través de la Biblia.

2 comentarios en «¡Cuida tu corazón! Parte I»

    • Muchas gracias Hna. Xiomaria Cordero, así es, esperamos y confiamos que esta palabra germine y pueda producir fruto en nuestros lectores. Bendiciones!

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