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Lo que Jesús nos trajo con su muerte

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Predicas cristianas predica de hoy: Lo que Jesús nos trajo con su muerte

Predica cristiana lectura bíblica de hoy: Mateo 27:45-56

Texto clave: Mas Jesús, habiendo otra vez clamado a gran voz, entregó el espíritu. Y he aquí, el velo(J) del templo se rasgó en dos, de arriba abajo; ... la tierra tembló, y las rocas se partieron; y se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos que habían dormido, se levantaron; y saliendo de los sepulcros, después de la resurrección de él, vinieron a la santa ciudad, y aparecieron a muchos. Mateo 27:50-56

Objetivo: Que todos los creyentes reflexionemos y comprendamos sobre la importancia de las bendiciones eternas que Dios nos ofrece con la muerte de Jesús, y nos resolvamos a experimentarlo en el día a día de nuestras vidas.

Idea clave: Dios en Cristo, había preparado el camino para hacernos volver a Él, por tanto al entregar Jesús su vida, el velo que separaba el lugar santo al lugar santísimos se parte de arriba para abajo. “La muerte de Jesús es la única llave que abre la puerta para llegar a una comunión con Dios”

Introducción:

Todos en cierto momento hemos sufrido la dolorosa experiencia de la muerte de algún ser querido, amigo, hermano o padre etc. Entonces podemos decir que hemos experimentado en carne propia lo que la muerte nos deja. Sólo por citar algunos. 1) La muerte puede provocar ira o enojo, contra Dios, o consigo mismo. 2) Trae sentido de pérdida, y vacío. 3) Ocasiona tristeza, depresión y negación. Esto son algunos síntomas dolorosos que nos trae la muerte del hombre frente sus seres queridos, en pocas palabras trae un adormecimiento emocional, que nos sustrae de la realidad de vida.

Pero a diferencia de la muerte del hijo de Dios, nos ofrece como gran beneficios, vida, alegría, esperanza, perdón, reconciliación, oportunidad de vivir diferente en nuestra realidad de vida.

Proposición: La muerte de Jesús, nos trajo la gran bendición de vivir reconciliados con Dios, y dar testimonio de vida nueva, ante nuestra sociedad. ¿Qué bendiciones nos trajo Jesús con su muerte?

I. La muerte de Jesús nos abre camino a la presencia de Dios.

El acceso en el lugar santísimo en el viejo sistema religioso, era exclusivo para unos cuantos. El ejercicio ministerial era exclusivo, privado, limitado para la tribu de Levi, pero también peligroso para los que lo ejercían, ya que ejercer el ministerio sacerdotal sin considerar la instrucción que en el libro de Levíticos se ofrece, significa poner en riesgo la vida del ministro. (Levíticos 4:1-6; 16:1-10, Deuteronomio 10:8)

Con esto podemos decir, que sólo el sacerdote era el hombre de santuario, y con privilegio directo de disfrutar de la presencia de Dios, y todo extraño o ajeno que se acercara al santuario era castigado con muerte. (Números 3: 10 y 38)

Pero la muerte de Cristo, nos bendice con el tremendo favor de tener acceso inmediato para vivir ante la presencia de Dios, sin temor a ser castigados con muerte. Hebreos 10:19-25

“Dios nos abre el acceso para entrar en comunión con Él, por medio de la muerte de su hijo Jesucristo” Esto significa que el decidió hacer cuentas de todas nuestras maldades, y declararnos libre de culpas, o cargos por las terribles maldades que como viles humanos cometemos. Y esto descansa en la capacidad de la obediencia y muerte de Cristo.

Observe bien, que es la mano de Dios que nos da entrada en una nueva relación con Él, por medio de la muerte de Cristo. Y no nuestras buenas acciones, “Pues es Él, quien rompe la gruesa cortina del santuario, invitándonos por fe, a estar en comunión con Él” Mas Jesús, habiendo otra vez clamado a gran voz, entregó el espíritu. Y he aquí, el velo(J) del templo se rasgó en dos, de arriba abajo.

La segunda bendición que Dios, en Cristo nos ofrece con la muerte de su hijo consiste en:

II. La muerte de Jesús nos ofrece la bendición de la puerta abierta del sepulcro donde nuestros pecados, nos habían encerrado.

y la tierra tembló, y las rocas se partieron; y se abrieron los sepulcrosVerss. 51-52

Los romanos son considerados la raza humana más sádica, esto lo constata la historia del derecho. En sus legislaciones describen sus formas de tortura. Y una de ellas que llama mucho la atención es el llamado “Suplicio de mezencio”

Esta forma de tortura o suplicio romano consistía en atar, a un vivo, un muerto. Un vivo más un muerto suman dos. Dos muertos. Uno que ya lo está y otro que va a estarlo. Lentamente.

Cuando lo leí, imaginé que los atarían por la espalda, que el suplicio consistiría en llevar a la espalda un cadáver, notar como se pudre, olerlo, sentir, antes de verlos, como se mueven los gusanos que corromperán también el cuerpo sano.

Pues no era así. Al parecer los unían de frente, juntaban las bocas. De modo que el suplicio de Mezencio no tenía sutileza. El asco formaba, desde el principio, parte del castigo.

De forma analógica, muchos hombres y mujeres andan muertos en vida, pues viven atados a sus propios hediondos y agusanados estilos de vida. En dicha forma de vida llevan atado al que odian hasta la muerte, lleva atando al que han asesinado verbal o emocional, y en consecuencia poco a poco se agusanan y pudren día a día.

De esta muerte la gracia de Dios, te oferta vida, paz, tranquilidad, de esta muerte espiritual, emocional y moral. Dios en Cristo nos ofrece la bendición de abrirnos la puerta del calabozo oscuro y apestoso por nuestras maldades.

Yo sé, que muchos saben que la puerta de sus tumbas en la muerte de Cristo, se abrió. Pero han preferido seguir viviendo en esa vieja costumbre de muerte.

Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.”

“Dios con la muerte de su hijo Jesucristo, nos abrió todos los accesos, y nos puso en capacidad para vivir en estos grandiosos beneficios, por tanto es responsabilidad nuestra el apropiarnos de tales bendiciones, o quedarnos en nuestro agusanado sepulcro de pecado. Pues la puerta abierta esta.

Mateo 27:52-53 y se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos que habían dormido, se levantaron; 53 y saliendo de los sepulcros, después de la resurrección de él, vinieron a la santa ciudad, y aparecieron a muchos.

Se levantaron y tomaron la decisión de abandonar su mal oliente y oscuro rincón, y se dirigieron a la realidad de la vida.

Hasta ahora hemos visto dos grandes bendiciones que Dios nos trajo con la muerte de su hijo Jesucristo.

La tercera y última bendición que nos dice el pasaje que Jesús nos trajo con su muerte consiste en lo siguiente.

III. La muerte de Jesús nos ofrece la bendición de evidenciar su poder ante los otros que ignoran de Él.

Mateo 27:53 y saliendo de los sepulcros, después de la resurrección de él, vinieron a la santa ciudad, y aparecieron a muchos.

Muchos presumen comunión con Dios, pero viven con una fe privada, en lo secreto de ellos mismos, nadie los conocen como creyentes, sólo ellos saben que salieron del sepulcro y que tienen el privilegio de vivir delante Dios, por la muerte de Jesús.

Otros, viven sabiendo que los accesos para tener comunión plena con Dios ha sido abierto, y que la puerta de su tumba de pecado también ha sido abierto, pero han decidido quedarse en la entrada de sus propias tumbas, y con la invitación nada más de entrar en comunión plena con Dios. Pues en cierto sentido aman más el mal olor de sus viejas celdas de pecado.

Pero vean, que sucede con nuestro texto bíblico… Se abrió, se levantaron, salieron de los sepulcros, vinieron, y aparecieron a muchos.

El texto nos muestra una imagen en movimiento… Esos agusanados personajes que estaban en las oscuras tumbas, les llego luz, al abrirse la puerta, se levantaron, y salieron, y se presentaron.

Es decir no guardaron para si aquella grandiosa experiencia de vida. Sino que fueron al centro ceremonial de Israel, donde mucha gente se reúne y se mostraron como testimonio del poder de Dios que les llego como beneficio de la muerte Cristo.

Conclusión:

Para finalizar amados amigos y hermanos. Usted y yo, tenemos conciencia clara de estos tres grandiosos beneficios que Dios nos ofreció con el sufrimiento y muerte de su hijo Jesucristo.

  • 1. Nos otorga el perdón y nos ofrece nueva relación al romper la cortina del templo.
  • 2. Nos da vida nueva, al abrirnos el agusanado sepulcro donde el pecado nos había sepultado. Ofreciéndonos con ello la oportunidad de vivir diferente de ahora en adelante.
  • 3. Nos ofrece el honor de dar testimonio de su gracia y poder transformador, ante la sociedad que ignora de Él.

Ahora bien, ¿Qué harás con estas bendiciones que te da Dios con la muerte de su hijo? ¿Seguirás viviendo en el ritualismo religioso nada más, o abrazaras estas bendiciones? ¿Te quedaras indeciso en la puerta nada más de tu tumba abierta? O ¿Entraras por fe, en la luz y libertad gloriosa que Dios ofrece con la muerte de su hijo Jesucristo?

Te invito a venir a Él con fe, arrepentimiento. Abraza los beneficios que Jesucristo con su muerte te ofrece. Hebreos 10:19-20. Y nunca más me acordaré de sus pecados y transgresiones.

Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo, por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne.

Oración:

Padre, ayúdanos a vivir decididos en esa relación que tú nos ofreces en Cristo, ayúdanos a sacar todo nuestro ser de esa tumba y rendirlo a tus pies, llévanos a ser fiel testimonio de tu poder ante la sociedad que ignora de ti. Gobiérnanos, dirígenos, queremos vivir en real disfrute de todas tus bendiciones.

© Saúl Reyes B. Poot. Todos los derechos reservados.

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