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Si los fundamentos fueren destruidos

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Predicas Cristianas Predica de Hoy: Si los fundamentos fueren destruidos

Predicas Cristianas Lectura Bíblica de Hoy: Salmo 11:3

Introducción:

Para nadie es un secreto que vivimos en una sociedad hedonista que le rinde tributo al cuerpo, al placer, a lo físico, y que su grado de desmoronamiento en lo moral y en los valores espirituales cada día es mayor.

Creo que el hueco que le hemos hecho a la capa de ozono no es tan grande como el hueco que se ve en lo moral y en lo perverso que hemos llegado a ser. Esta sociedad en la que vivimos es anti valores, anti respeto, anti Dios, es corrupta, vulgar y atea.

La depravación de las personas crece, se incrementa, va en aumento y los valores morales que deberían normativar nuestra conducta, decrecen cada día más. Ya es legal la unión de parejas del mismo sexo, el consumo de sustancias psicoactivas es “normal” según nuestros expertos; disciplinar a nuestros hijos y tratar de criarlos con cierta medida de disciplina, es atentar contra el libre desarrollo de su personalidad.

La indiferencia de nuestras autoridades en el ejercicio de su autoridad nos tiene aterrados. Pareciera que la pregunta que el salmista se planteó en el verso 3 del salmo 11 hubiera sido hecha en estos tiempos: “Si los fundamentos fueren destruidos, ¿que ha de hacer el justo?”

Esta pregunta tiene una doble intención:

1. ¿Que ha de hacer el justo frente a lo que está sucediendo?

¿Qué podemos hacer los cristianos frente a esta ola de corrupción, depravación y anarquía moral y social que vive nuestra sociedad?

2. ¿Que ha de hacer el justo para evitar que siga pasando lo que está pasando?

No podemos quedarnos impasibles y de brazos cruzados ante semejante descomposición social. Los fundamentos morales, éticos, sociales y espirituales están colapsando. ¿Qué podemos hacer la iglesia del Señor ante toda esta innegable realidad?

Antes de mostrarles lo que debemos hacer como justos para tratar de frenar este desmoronamiento social que estamos padeciendo, voy a decirles lo que según el salmista no debemos hacer. Hay 3 cosas que el salmista nos recomienda que no hagamos.

1. No debemos huir ni marginarnos de lo que está sucediendo (Vers. 1)

¿Cómo podemos huir de esta triste y cruda realidad social como si al hacerlo se fueran a solucionar lo que está pasando? ¡Huye! Es el grito de la cobardía y la impotencia que nos hace creer que somos demasiados pequeños ante semejantes dificultades. ¡Huye! Nos dice la voz pusilánime que quiere hacernos creer que huyendo los problemas desaparecerán.

Huir es lo que quiere hacer el padre de familia que dejó que el control de su casa se le saliera de sus manos

Huir es lo que quiere hacer la señora que está agobiada y cansada por los continuos maltratos verbales a los que se ve expuesta por su marido y la insolidaridad de sus hijos.

Huir es lo que muchos desean hacer en medio de la situación que están viviendo.

“un día de estos anochezco y no amanezco” amenaza el padre o la madre que ven con impotencia que pareciera que ya no queda otra cosa por hacer si no huir por las muchas dificultades que afrontan.

Pero permítame decirle que el que cree que sus problemas son demasiado gigantes como para solucionarlos es porque se quedó enano en su capacidad de solución.

Ningún problema está por encima del poder y la capacidad con la que contamos todos nosotros para salir adelante. Si usted se rinde y pretende huir eso es pura cobardía.

Una actitud de cobardía nos paraliza y nos impotencializa. Huir no soluciona lo que está pasando. A los problemas y dificultades no se les huye: se les enfrenta. Dígale al que tiene a su lado: NO HUYAS COBARDE.

El justo no huye: influencia. El justo contiende con fuerza y vigor por lo que sea necesario y contra lo tenga que enfrentarse. Huir no es la solución.

Saúl y David

Cuando el gigante Goliat irrumpió en el campo de batalla con sus gritos y amenazas, y su enorme estatura, le hizo creer a Saúl y su ejército que él era invencible. Saúl decía: “Es tan grande que no hay manera alguna de darle”.

Pero apareció en escena el joven David y ni la estatura ni las armas ni las amenazas de Goliat lo amedrantaron. David decía: “Es tan grande que no hay forma alguna de fallarle”. “Por donde le dé lo acabo”.

¿Con cuál espíritu se identifica usted? ¿Con el de Saúl o con el David?

Así que por muy enormes que sean las angustias y el colapso social que podamos estar viviendo, no vamos a huir. Huir no soluciona nada. Enfrentemos lo que nos está pasando y busquemos qué hacer para salir adelante.

2. No debemos ignorar lo que está pasando (Vers. 2)

El salmista es consciente que hay arcos entesados y apuntando hacia él. Uno no puede tratar de evadir la realidad de los problemas que vive. Lastimosamente en este mundo hay personas malas y egoístas que buscan como hacernos daño.

Y lo peor que podemos hacer es pretender ignorar lo que nos está pasando. En el argot popular se dice “hacernos los de la vista gorda”. Ignorar lo que pasa. Creer que no está pasando nada cuando sí está pasando algo. Eso no ayuda para nada en los problemas que vivimos. La realidad de las dificultades no se evaden ni se ignoran: se afrontan.

La indiferencia hacia el problema hace más daño que el problema mismo.

Cuando somos conscientes de que las cosas están mal, buscamos la manera para solucionarlas, pero cuando ignoramos o evadimos la dificultad, esta se nos engrandece.

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