Las distintas aplicaciones que nos ofrecen le ayudan al lector a ver cómo estará el tiempo para hoy. Así, pues, se conoce muy bien si lloverá o hará sol, si nevará o será un día muy frío, si va ocurrir algún tornado, huracán o algún otro fenómeno.
Los satélites se convirtieron en nuestros guías. Pero al igual que en los tiempos de Jesús los hombres pudieran conocer las señales de los tiempos del crono, pero ignorar los tiempos divinos.
Como los fariseos y saduceos que probaban al Señor pidiendo señales o milagros del cielo. Y en la respuesta del Maestro él los encaró diciéndoles que eran muy conocedores de los tiempos (Mateo 16:2-3) pero no de las señales del cielo que incluía la llegada su presencia.
Al igual que los fariseos del tiempo de Jesús, hoy vemos todavía a una generación pidiendo señales para creer en el Señor.
El creyente debe saber distinguir esos tiempos. Muchas veces vivimos ignorando lo que nos viene. Conozcamos el tiempo de Dios.
2. La hora ha llegado (vers. 11b).
En la vida siempre tenemos una gran expectativa acerca de la frase “la hora ha llegado”. Y el no saber que viene detrás hace que esto sea más intrigante. Tenemos muchos acontecimientos donde algo o alguien nos llega y nos dice: “La hora ha llegado”. Es en efecto saber que ya no hay más tiempo.
Tengo que pensar que cuando hablamos de esa hora en nuestras vidas muchas cosas cambian. Imagínese por un momento el tener que inmigrar a otro país sin saber lo que le viene adelante. En relación a nuestra redención “la hora ha llegado”. Y no se trata de una fecha puesta por los pronosticadores sino lo que la Biblia nos dice.
La segunda venida es la más grande y bendita esperanza que tiene la iglesia de Cristo. Pablo registró esa esperanza con estas palabras: “Aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y del Salvador Jesucristo” (Tito 2:13). De modo que podemos afirmar que la segunda venida de Cristo y el establecimiento de su reino son dos de los temas más importantes de la Biblia. Llegó la hora.
3. La salvación más cercana (vers. 11c).
El sueño del cual Pablo habla acá no es una referencia al acto de llegar a la cama, tomar la almohada y comenzar a roncar, más bien es una metáfora vívida para un estado de estupor que es el opuesto a la disposición a hacer frente a una crisis.
La salvación de la que se habla en este pasaje es una clara referencia al acto final de nuestra redención en la segunda venida. Esta es una clara referencia a la salvación final, lo que Pablo habla de la adopción que estamos esperando, “la redención de nuestro cuerpo” (8:23). La declaración más cercana no es una referencia a una venida de manera inmediata.
El asunto central de esto es el de reconocer que para todo creyente cada día nos acerca más al gran día. Esto nos dice que como hijos de Dios siempre viviremos en el borde de la historia.
La Biblia nos habla de una segunda venida siempre cercana (Filipenses 4:5), a la puerta. Por lo tanto nuestra esperanza de la segunda venida de cristo debería conducirnos a una mayor motivación a la fidelidad (Filipenses 4:4–7). Vivamos en la cercanía de su segunda venida.
Me gusto y me ilumino con su revelacion si tiene mas estudios les pido por favor enviarme por meil que va a ser de gran bendicion.
Que Dios lo siga iluminando y bendiciendo grandemente.
Muy bella enseñanza.. Dios les de más iluminación para poder aprender más. Mil GRACIAS.