Cuál sería su sorpresa que al pasar no vio un pequeño moño blanco, sino una grande, muy grande, sábana blanca que cubría por completo el árbol, la cual sus padres habían puesto para que supiera el tamaño de su perdón y lo mucho que siempre lo han amado, ya que para ellos siempre ha estado perdonado, por la sencilla razón de que nunca ha dejado de ser su hijo.
Nuestro pasaje de hoy, nos hace voltear a ver cuatro momentos históricos del quehacer político-social de los reyes de Judá y Jerusalén. El primer evento histórico político-social es del llamado rey leproso, “Uzías” (2 Reyes 15:1-17, 2 Crónicas 26:1-23).
El segundo momento histórico es del rey, Jotam (2 Reyes 15:32-38; 2 Crónicas 27:1-9), y el tercer evento es la del rey Acaz, (2 Reyes 16:1-20; 2 Crónicas 28:1-27). Y el último momento histórico social al que el profeta Isaías nos hace voltear a ver, es el de Ezequías, (2 Reyes 18:1-20.21; 2 Crónicas 29:1-32.33). Todos estos pasajes nos dicen claramente lo que se vivía políticamente, social y religiosa.
a) Daba esperanza de hacer bien las cosas, sin embargo, fue tolerante y permisivo en cuanto al adulterio espiritual y moral del pueblo. Como consecuencia sufrió la justicia de Dios, al herirlo con lepra. 2 Reyes 15:3-5
b) De igual modo hizo cosas buenas, sin embargo mantuvo la misma tolerancia, pese de que vio la justicia de Dios sobre su padre, respecto a este error no se atrevió a reformarlo. 2 Reyes 15:34-35
c) En el tiempo de Acaz la corrupción política-moral y religiosa, subió un grado más de color y de mal olor. 2 Reyes 16:2-4
d) Ya hemos visto lo que vivió el pueblo de Dios, bajo la dirección de tres reyes, y podemos resumir que lo que resalta en la práctica del pueblo y de sus líderes huele mal, por último veamos que pasó durante el ejercicio político-social de Ezequías.
Las obras sociales, políticas y religiosas del rey Ezequías abarcan los capítulos 29…32 de 2 Crónicas. Vemos que él, si realizo reformas hablando en todo el sentido de la palabra, con estas acciones trató de reordenar la vida y práctica del pueblo que administraba, busco con estas reformas, “Volver el corazón de este pueblo a una sana relación de amor y obediencia a Dios” sin embargo, en el final de sus días se enalteció su corazón, según nos dice. El capítulo 32 de 2 Crónicas Verss. 24-25.
Ya hemos observado en parte y tomado el pulso social, político y religioso del momento en que el profeta Isaías dio su mensaje, ahora vayamos a nuestro pasaje y resumamos la razón del mensaje del profeta Isaías.
- 1) Abierta rebeldía hacia Dios. (Isaías 1:2)
- 2) Desconocimiento de Dios en sus vidas, ya que abrazaron prácticas idolátricas. (Vers. 3)
- 3) Alejamiento de Dios (Vers. 4)
- 4) equivocaron el rumbo de la adoración. (Verss. 10-15), tenía liturgia y grandes celebraciones religiosas, pero esas prácticas carecía de sin sentido, por la ausencia de real justicia en que vivía sus vidas diariamente.
- 5) Estaban muy mal, pero se empeñaron a quedarse a sí. (Verss. 5-7)
Ahora bien, estas prácticas Dios no lo toleró y los disciplino buscando con ello hacerlos recapacitar, para que vuelvan su voluntad a Dios. (2 Reyes 20:16-19). Sin embargo, se abrazaron más y más en la mentira y simulación, rehusandose a cambiar su modo de ser. (Verss. 5-9).
Ante estas equivocaciones o fracasos de vida como pueblo de Dios, ¿Hay esperanza para ellos? ¿O solo queda la dolorosa corrección disciplinaria, y castigo por esta caprichosa y aferrada mala conducta; y por último destrucción? ¿Qué propone Dios por medio de su profeta, para sanar esta fracturada relación del hombre, hacia su creador?
Ante estas tercas conductas de su pueblo, Dios abre una grande puerta de misericordia, esperanza, perdón y redención. Pero para ello, este pueblo necesita saber arrepentirse y decidirse a renunciar o sacudirse estas malas practicas.
- 1) Lavaos y limpiaos (Vers. 16)
- 2) Quitad la iniquidad de vuestras obras
- 3) Dejad de hacer lo malo, “Renuncia a lo vil, y atrévete a comprometerte a hacer el bien, bien.
- 4) Aprended a hacer el bien. “El genuino creyente tiene un llamado que envuelve una doble dimensión de vida, las cuales son: “atreverse a dejar las malas prácticas de vida y entrenarse para hacer el bien, bien” (Vers. 17)
- 5) Venid, y desgustad el bienestar del perdón y santificación. (Vers. 18)
Oración.
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