IV. Cuando las acciones esconden las verdaderas intenciones del corazón
Entonces los escribas y los Fariseos le traen una mujer tomada en adulterio; y poniéndola en medio, Dícenle: Maestro, esta mujer ha sido tomada en el mismo hecho, adulterando; Y en la ley Moisés nos mandó apedrear á las tales: tú pues, ¿qué dices? Mas esto decían tentándole, para poder acusarle. Empero Jesús, inclinado hacia abajo, escribía en tierra con el dedo. Y como perseverasen preguntándole, enderezóse, y díjoles: El que de vosotros esté sin pecado, arroje contra ella la piedra el primero.
Juan 8:3-7 SRV
Aparentaban obediencia a la ley de Moisés pero omitieron traer al hombre adultero.
Y el hombre que adulterare con la mujer de otro, el que cometiere adulterio con la mujer de su prójimo, indefectiblemente se hará morir al adúltero y á la adúltera. Levítico 20:10
Muchos se acercaban a Jesús pacíficamente pero escondían intenciones perversas.
Y acechándole enviaron espías que se simulasen justos, para sorprenderle en palabras, para que le entregasen al principado y á la potestad del presidente. Los cuales le preguntaron, diciendo: Maestro, sabemos que dices y enseñas bien, y que no tienes respeto á persona; antes enseñas el camino de Dios con verdad. ¿Nos es lícito dar tributo á César, ó no? Mas él, entendiendo la astucia de ellos, les dijo: ¿Por qué me tentáis? Mostradme la moneda. ¿De quién tiene la imagen y la inscripción? Y respondiendo dijeron: De César. Entonces les dijo: Pues dad á César lo que es de César; y lo que es de Dios, á Dios. Lucas 20:20-25 SRV
Jesús conocía las intenciones ocultas de los hombres.
Mas el mismo Jesús no se confiaba a sí mismo de ellos, porque él conocía a todos, y no tenía necesidad que alguien le diese testimonio del hombre; porque él sabía lo que había en el hombre. Juan 2:24-25 SSE
El lobo puede perder sus colmillos pero no sus intenciones.
También guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, mas de dentro son lobos robadores. Por sus frutos los conoceréis. ¿Se cogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? De esta manera, todo buen árbol lleva buenos frutos; mas el árbol podrido lleva malos frutos. Mateo 7:15-17 SSE
V. Las intenciones a futuro
DEL hombre son las disposiciones del corazón: Mas de Jehová la respuesta de la lengua. Proverbios 16:1 SRV
Ea ahora, los que decís: Hoy y mañana iremos á tal ciudad, y estaremos allá un año, y compraremos mercadería, y ganaremos: Y no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es un vapor que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece. En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quisiere, y si viviéremos, haremos esto ó aquello. Mas ahora os jactáis en vuestras soberbias. Toda jactancia semejante es mala. Santiago 4:13-16 SRV
Y les dijo una parábola, diciendo: La heredad de cierto hombre rico había llevado muchos frutos; Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, no tengo donde pueda recoger mis frutos? Y dijo: Esto haré: derribaré mis alfolíes, y los edificaré mayores; y allí recogeré todos mis frutos y mis bienes; Y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes en depósito para muchos años: repósate, come, bebe, huélgate. Y díjole Dios: ¡Insensato! esta noche vuelven a pedir tu alma; ¿y lo que has provisto, de quién será?
Lucas 12:16-20 RV1602P
CONCLUSIÓN.
Puesto que nuestras vidas han de ser juzgadas no solo por nuestras acciones sino también por nuestros pensamientos y las intenciones de nuestros corazones , debemos cuidar los propósitos de nuestra mentes.
Por tanto, puesto que Cristo ha padecido en la carne, armaos también vosotros con el mismo propósito, pues quien ha padecido en la carne ha terminado con el pecado, para vivir el tiempo que le queda en la carne, no ya para las pasiones humanas, sino para la voluntad de Dios. 1 Pedro 4:1-2 LBLA
Hermanos, yo mismo no hago cuenta de haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago : olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo al blanco, al premio del soberano llamamiento de Dios en Cristo Jesús. Así que, todos los que somos perfectos, esto mismo sintamos; y si otra cosa sentís, esto también os lo revelará Dios. Filipenses 3:13-15 SSE