¿Cómo se salvarán?

Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. 2 Timoteo 4:1-2 RV1960

-Dios ve con gran agrado los pies de aquellos que dan de su tiempo al rescate de las almas

-Dios ve con suma complacencia cuando los hermanos invitan a sus vecinos a que escuchen las tiernas palabras de vida.

-Dios mira con beneplácito cuando se le lleva al enfermo palabras de ánimo y de esperanza.

-Dios ve con beneplácito cuando el médico aplica el antídoto para  el letal veneno.

-Dios se agrada cuando se lleva pan al hambriento y agua al sediento.

El hombre tiene una preciosa alma que por el pecado se ha pedido Dios dio en rescate a su hijo unigénito y quiere que este mensaje llegue a todo el mundo. Dios ya hizo su parte. ¿Pero estas haciendo tú la tuya?

Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?

Mateo 16:26 RV1960

Necesitamos como Ezequiel predicar a los huesos secos y Dios hará el resto. Él infundira espíritu de vida a esos huesos. ¡Predicad!

Ilustración:    Estrellas de mar en la playa

¿Tu qué haces por los perdidos?

Cierto día, caminando por la playa observé a un hombre que, agachándose, tomaba de la arena una estrella de mar y la tiraba al mar. Intrigado, le pregunté por qué lo hacía.

Estoy lanzando estas estrellas marinas nuevamente al océano, me dijo. Como ves, la marea es baja y han quedado en la orilla. Si no las arrojo al mar morirán.

Entiendo, le dije, pero debe haber miles de estrellas de mar sobre la playa. No puedes lanzarlas a todas. Son demasiadas. Y quizás no te des cuenta de que esto sucede probablemente en cientos de playas a lo largo de la costa. ¡No tiene sentido tu esfuerzo!

El hombre sonrió, se inclinó y tomó una estrella marina y mientras la lanzaba de vuelta al mar me respondió: ¡Para esta si lo tuvo!

CONCLUSIÓN

Recordemos que la salvación de muchos en la Biblia no fue por la predicación de elocuentes apóstoles o evangelistas sino por creyentes comunes como usted y como yo. La sanidad de Naamán provino de la recomendación de una criada cautiva. La samaritana trajo muchos a Cristo. Cornelio invito a sus parientes y amigos a oír el mensaje de Jesús.

Cuando hablamos de predicar al perdido, por favor no quiero que piensen en un púlpito y un día de reunión en el templo. Me refiero a la tarea ,que nos ha sido encomendada a todos, predicadores, diáconos, jóvenes, ancianos etc. (Ezequiel 33:8,9).

Cuando vemos imágenes de niños del África muriendo de hambre nos conmovemos y quisiéramos que esto no fuera así. Sin embargo, a nuestro alrededor hay miles de gente muriendo un hambre aún peor, de hambre espiritual y no parece conmovernos en lo más mínimo.

 Dios requiere que el pecador: sepa la respuesta planteada en Hechos 2:37:

Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos?

1.- Oiga el evangelio Romanos 10:17

2.- Crea en Jesucristo. Hechos 16:31;  Marcos 16:15 ;Romanos 10:9

3.- Arrepiéntase de sus pecados. Hechos 2:38 ; Lucas 13:3-5

4.- Confiese a Jesús como Hijo de Dios. Hechos 8:37; Lucas 12:8,9 ;Romanos 10:9

5.- Sea bautizado. Marcos 16:15; Hechos 2:38

6.- Persevere hasta el fin. Mateo 24:13

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