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Pasando por el desierto

· Lectura de la palabra: (Deuteronomio 8:2-10)

 ILUSTRACIÓN:

Un soldado anónimo escribió lo siguiente hace casi un siglo:

· Pedí a Dios que me hiciera fuerte para sobresalir… me hizo débil para que aprendiera a obedecer humildemente.

· Pedí ayuda para hacer obras más grandes… se me dieron dolencias (Carencias) para hacer obras mejores.

· Pedí riquezas para obtener la felicidad… se me dio pobreza para que fuera prudente.

· Pedí de todo para poder gozar de la vida…se me concedió la vida para que gozara de todo.

· No recibí nada de lo que pedí… pero sí todo lo que podía esperar.

· Y en mí propio despecho, fueron oídas mis oraciones, soy entre todos el hombre más bienaventurado.

INTRODUCCIÓN:

· Hasta ahora, el período de Israel en el desierto sólo se ha visto como un castigo.

· Aquí se presenta desde otro ángulo; es decir, como una oportunidad para desarrollar la fe.

· La disciplina constituye el otro lado del amor de Dios para con nosotros.

· Las bendiciones de Dios generalmente son proporcionales nuestra fidelidad y perseverancia.

· El Señor en esta noche no quiere que te sientas mal, te quiere advertir a cerca de ciertos peligros que puede conllevar la prosperidad.

· Si estas en un desierto es porque cuenta contigo. (Algo bueno te viene)

· El propósito de Dios es tratar con nuestras vidas para que no te quedes en el desierto.

· La cuestión no es ¿Por qué estoy en el desierto?, la cuestión es ¿Por qué Dios permite que pase por el desierto? (Él tiene el control)

· Engañarnos con la prosperidad y la ambición personal es un error que solemos llegar a cometer cuando empezamos a vernos con un poco de ventaja sobre cualquier adversidad.

· La idea es no llegar a sentirse satisfecho en nosotros mismos y pensar que por nuestra fuerza logramos estas cosas.

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