Pero al terminar el día, ¿sabes qué?
Siguen los mismos problemas, las mismas o mas deudas, tenemos que seguir con nuestro afán diario y el gozo recibido por todo ese esfuerzo para ese evento deportivo solo duro unas horas y se fue, porque es pasajero.
Y así mismo lo hacemos con tantas cosas en nuestra vida que son pasajeras y de poca duración y nos preparamos al extremo para eso que estamos esperando.
Ahora sabes algo, pronto se acerca, “El Evento Mas Grande De La Historia”…un evento en el cual Dios viene a buscar a sus fieles para llevarnos a morar en el cielo, en nuestra patria celestial y lo lindo de este evento es que no es por tiempo definido, ni por un ratito, es por la Eternidad; ósea para siempre.
¿ESTAS PREPARADO PARA EL RAPTO?
Te pregunto… ¿Qué estas haciendo para estar preparado para este gran evento? o ¿como te estas preparando?
Sabes pregunto esto porque todos en algún momento llegamos a pensar que todos vamos para el cielo, pero cuando abrimos nuestro corazón a Dios y empezamos a estudiar su palabra nos damos cuenta cuan lejos estamos de la realidad y cuan mal aprendimos o nos enseñaron con métodos religiosos que aunque todos profesan creer en Dios con sus enseñanzas y creencias nos alejan mas de El.
La Biblia dice en el libro de Apocalipsis, capitulo 21 versículo 27 (refiriéndose al cielo)
“No entrará en ella ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero“.
Ahora esto no es para entristecernos ni espantarnos simplemente hay que asegurarnos de que nuestros nombres estén inscritos en el libro de la vida.
Y ¿como lo hago?, sencillo:
1) Reconozcamos que somos pecadores y que necesitamos salvación.
2) Abramos nuestro corazón a Jesús y aceptémoslo como nuestro único y exclusivo salvador personal. Y digo único y exclusivo porque la Biblia dice en el libro de los Hechos, capitulo 4 versículo 12…
“…Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos…”
3) Y empecemos a vivir una vida agradable a Dios, dejando que su Espíritu Santo more en nosotros y transforme nuestras vidas.