Deberes conyugales

En el caso del ESPOSO:

1. Ser la cabeza y sacerdote del hogar.
2. Ser proveedor y responsable del hogar.
3. Tratar con amabilidad a su esposa.
4. Amar a su esposa.

1. Ser la cabeza en el hogar.

“Porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador”. Efesios 5:23 “Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo. ”. 1ra. Corintios 11:3

• Ser cabeza no implica ser superior.
• Un buen esposo debe tener un corazón de siervo.
• El esposo debe ser firme de carácter, pero no duro y áspero.

2. Ser proveedor y responsable del hogar.

“Porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo.” 1 Timoteo 5:8 El esposo debe encontrar realización en su trabajo, debe de ser para él no sólo una responsabilidad, sino también un privilegio y gozo proveer económicamente para los suyos.

3. Ser amable con su esposa.

“Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo”. 1ra. Pedro 3:7 Un buen esposo no tratará a su esposa con aspereza ni permitirá que tampoco sus los hijos lo hagan. Colosenses 3:19 “Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas.”

4. Amar a su esposa.

“Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella,….Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama…. Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido ”. Efesios 5:25,28,33

Para el esposo representa un verdadero desafío llegar a ser el hombre que Dios quiere que sea. No es nada fácil, pues esto le exige la vida misma, que ponga su empeño, dedicación y perseverancia.

Para un esposo que no ha recibido a Cristo como su Salvador, es imposible llegar a ser el esposo ideal, pues sólo a través de Él, tendrá la capacidad de amar a su esposa como a sí mismo.

Finalmente, ningún deber es más importante que el otro, más bien son una combinación que con la ayuda de Dios, si los ponemos es práctica podemos ser la clase de esposas y esposos que Dios quiere en medio de un mundo lleno de tinieblas.

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