1. Vaya más allá de las esferas enumeradas
2. Se revista de actitudes de soberbia o prepotencia
3. No esté respaldada por un ejemplo de vida coherente.
Al mismo tiempo, la Biblia indica que:
1. Mejor son dos que uno (Ecc. 4.9)
2. En la multitud de consejeros hay seguridad (Prov 11.14)
3. En la multitud de consejeros está la victoria (Prov 24.6).
4. Cuatro ojos ven más que dos.
Hay pasajes bíblicos que resaltan la armonía entre el criterio de los responsables de la congregación y el sentir general de todos:
1. La selección de los siete para servir a las mesas (Hech. 6.1-7)
2. La selección de jueces en Israel (Ex. 18.21-23, Dt. 1.9-17)
3. La exigencia de que el candidato a pastor sea irreprochable a los ojos de todos (1 Ti. 3.2, Tit. 1.6)
La idea es que si bien el pastor estará más capacitado para discernir la voluntad de Dios para la congregación, ésta también debe dar crédito (o no) a sus argumentos, el visto bueno de la congregación sirve de protección natural contra cualquier tipo de atropello espiritual.
Así que existen varios principios bíblicos a compaginar: la autoridad espiritual del pastor en las áreas que le competen (derecho a la última palabra), y la aprobación de la congregación entera, pero sin que ésta se una en desobediencia al Señor ¿Cómo conciliar estos principios? Puede haber varias maneras prácticas: Como norma, el pastor, o los pastores:
1. Debemos gozar del máximo respeto de la congregación.
2. La iglesia debe seguir a sus pastores así como ellos siguen a Cristo 1 Corintios 11:1
3. La iglesia debería poner muy en alto a sus pastores 1 Tes. 5:13
4. La iglesia debe obedecer a sus pastores, Hebreos 13:17
5. La iglesia debe orar por sus pastores, Hebreos 13:18