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Mi lucha y tu lucha

El camino de Dios no es fácil, porque cada uno de los que estamos buscando a Dios tenemos una lucha constante con el enemigo para poder seguir adelante Efesios 6:12, que fue lo mismo que experimentó Jesús al empezar su ministerio aquí en la tierra, y Dios mismo permitió eso por eso el mismo Espíritu lo llevó al desierto (lugar solitario) para ser preparado y de ahí resistir la tentación del maligno. Lucas 4:22,28.

Para enfrentar al enemigo Jesucristo fue preparado en el desierto, que implica esto o que significa esto, el desierto quiere decir que fue apartado solo, con que objetivo, para experimentar que no estaba solo por que en todos los días en el desierto fue guardado por Dios, y el enemigo no lo tocó, se puede usted imaginar que como durmió Jesús si había víboras, escorpiones, serpientes, culebras, y aun así ningún mal lo alcanzó, Salmo 91:5.

En donde descansó, como se cubrió del sol, como se cubrió del terrible frío que contrasta contra el calor del día, pues el Espíritu de Dios lo cubrió y él no sufrió nada, por que Dios tenía un propósito en su vida así como lo tiene contigo y conmigo. Pero ¿qué puso Jesús de su parte para salir adelante? Porque él puso algo.

Primero puso toda su confianza en Dios que era el único que lo podía salvar, segundo Josue 1:9. Y Dios se encargó de todo.

Entonces éL fue probado y tu y yo también. Se cuenta de un viejo ermitaño, es decir una de esas personas que por amor a Dios se refugian en la soledad del desierto para solo dedicarse a la oración y buscar de Dios. Si nosotros vemos en la palabra de Dios hubo un hombre que hizo lo mismo que este viejo ermitaño Gálatas 1:15.

Dicen que este ermitaño se quejaba que tenía demasiado trabajo, y mucho que hacer pero la gente no entendía cómo era posible que tuviera tanto trabajo en su retiro, porque estaba solo y en el desierto, a lo que contestó él:

Tengo que domar a 2 halcones, entrenar a 2 águilas, mantener quietos a 2 conejos, vigilar una serpiente, cargar un asno y someter a un león. Y le dicen los aldeanos, no vemos ningún animal donde vives. Donde están todos esos animales, entonces el ermitaño da una explicación que todos comprendieron. Y les dice estos animales los llevamos dentro. Salmo 73:22.

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