Amar sin condiciones

El ejemplo más claro del amor incondicional es el de Jesucristo, su sacrificio en la cruz donde murió por toda la humanidad, por los judíos y no judíos, por lo pecadores y no pecadores, por los santos y no santos, pues “la paga del pecado es muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestroRomanos 6:23.

Nos separarnos del amor de Cristo

Las circunstancias o las acciones de los demás no son capaces de separarnos del amor de Cristo. Somos nosotros mismos los que podemos agrandar la distancia. Pero a pesar del alejamiento Dios nos sigue amando, y nos sigue esperando.

Pues su amor no ha cambiado y está esperando que volvamos “al primer amor” para actuar en nuestra vida, “recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obrasApocalipsis 2:5.

El significado de condicional se aplica a una acción posible si se cumple un requisito, mientras que el de amor incondicional de Dios se aplica a la persona que le sigue fielmente, sin limitación o condición alguna.

La Palabra habla de un joven que amaba a Dios pero amaba más a las cosas materiales que a Jesús. Y si bien Jesús sabía que cumplía sus mandamientos, también sabía que le faltaba algo más. Pues en el corazón del joven había amor a las riquezas, Mateo 6:19-24.

Al joven rico no le fueron concedidas sus peticiones, quería seguir a Cristo y aunque se lo pidió no le fue concedido y se fue muy triste porque la falta de un amor incondicional hacia Dios trae consecuencias a tu alma, cuerpo y espíritu, perdiendo la oportunidad de estar en la presencia de Dios, además de ser renovado y transformado.

Salir de la actitud pecaminosa

Dios no tiene que hacer nada para sacarnos del pecado, somos nosotros los que tenemos que cambiar y salir de la actitud pecaminosa pues sin ese cambio no hay perdón, pero con el cambio Dios me perdona, y la confesión sincera es la muestra de este proceso interno.

La única condición para acercarse a Jesús es reconocerse pecador, ¿Te crees indigno de participar de la Santa Cena? Bueno, ese es el requisito imprescindible para poder participar con provecho.

Pero una de las fallas de nuestro cristianismo, es considerarnos buenos, o por lo menos mejores que los demás, y aceptamos que Dios perdone nuestros pecados, pero decimos: ¿Cómo va a perdonar los de los demás que son mucho más pecadores?.

Si los apóstoles hubieran puesto condiciones a su servicio a Dios, sus nombres no estarían en la biblia como héroes de la fe, y nosotros……., ¿Vamos a seguir poniéndole condiciones a Dios para que nos use como nosotros queremos? ¿Vamos a seguir poniéndole límites a Dios? ¿Le vamos a decir cómo que queremos ser usados, o vamos a dejar que realmente se haga Su voluntad en nuestras vidas?.

© Ricardo Hernández. Todos los derechos reservados.

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