Quemando la basura

Abraham tuvo que haber quedado frío al oír estas palabras de Jehová, tuvo que habérsele venido a la mente toda su vida, desde que salio de su parentela, al llegar a una tierra desconocida para él y comenzar de nuevo, quizás recordó de manera rápida aquel momento en que pudo tener a su pequeño entre sus brazos. Lagrimas de tristeza corrían por las mejillas de aquel hombre que dejo todo por obedecer a Dios antes que al hombre, dejando atrás a toda su familia, tierras; dejando atrás todos sus sueños, ideales, propósitos.

Abraham contemplo más que nunca a su hijo ese día, llorando tal vez, veía a su hijo trabajar, al llegar a su casa y ver a su esposa Sara sirviendo la comida, que situación difícil para este hombre. Yo estoy seguro que Abraham alzaría sus ojos al cielo y diría: “Señor, yo se que tu eres un Dios fiel, que te compadeces de aquel mártir, pero también se que tu haces como quieres, y yo no seré aquel que estorbe tu propósito, haré lo que me has pedido”

El v. 3 dice… Abraham se levanto muy de mañana.

Para Abraham era difícil aquella situación; el simple hecho de saber que quizás no volvería a ver a su hijo era motivo para estar quebrantado. Ahí iba Abraham con su hijo camino al monte a ofrecerlo en sacrificio al Dios de la vida, acompañado de dos siervos y una asna la cual cargo con leños para el sacrificio.

Sara tal vez en su interior presentía un mal, quizás se levantaría asustada hacia la puerta: “Abraham…gordo ¿A dónde vas a esta hora con Isaac? No te preocupes flaca, solo vamos adorar a Dios, le diría Abraham; Cuida bien del niño amor, procura que no le pase nada. Tres días camino Abraham para llegar al lugar donde seria el sacrificio, tres días que deseaba fueran años.

V. 5 “Entonces dijo Abraham a sus siervos: Esperad aquí con el asno, y yo y el muchacho iremos hasta allí y adoraremos, y volveremos a vosotros”

Adoraremos y volveremos a vosotros

Con razón Abraham era el padre de la fe, el sabia en quien había creído, sabia que Dios es un Dios de misericordia; Abraham confiaba y creía plenamente en Dios.

V.v 9-10 “Edificó allí Abraham un altar”

Abraham llego por fin al lugar y edificó un altar, en el cual puso leña, subió a su hijo atado en el altar, sobre la leña; tomo su cuchillo para degollar a Isaac, su hijo amado.

Para Abraham su hijo significaba todo, era su especial tesoro, era lo mas importante en su vida después de su Dios, su hijo era su razón de ser, su gran amor. Pero prefirió obedecer a Dios, el estaba dispuesto a entregar lo que mas amaba, si su hijo seria la causa por la cual el podría descuidar su relación con Dios, si su hijo se convertiría en su razón de ser impidiendo así su adoración a Dios, prefería ofrecerlo en sacrificio poniendo así a Dios en el primer lugar.

Quizás usted tenga o sienta aprecio por algo, lo que sea no lo se, pero lo que se es que eso puede estar afectando su vida espiritual, y  no lo deja avanzar; a lo mejor usted tenga que ofrecer eso en sacrificio ahora, tal vez es el momento que eche al fuego lo que no sirve y quemarlo.

Quizás eso sea la mentira, quizás sea la fornicación, o quizás algunos hábitos que solo usted sabe que lo están perjudicando. Anote todo eso en una hoja de papel y arrójelo al fuego como símbolo de sacrificio a Dio, demostrándole a su Señor que él es mas importante.

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