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La humildad hace la diferencia

Predicas Cristianas

Prédica de Hoy: La humildad hace la diferencia

Predicas Cristianas Lectura Bíblica: Santiago 4:6

Introducción

Vemos que hay quienes prosperan y progresan como nos enseñó el Señor en la última reunión a causa de su obediencia. Si descartamos a quienes no cumplen con los mandatos del Señor pues en su desobediencia pierden el derecho. Lo cierto es que también vemos que hay quienes no lo hacen a pesar de ser tan obedientes como los otros.

El tema es que “Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildesSantiago 4:6. Ahí está la clave, en la humildad de nuestro corazón. Debemos estar orgullosos de lo que somos y de lo que conseguimos.

Pero si descubrimos que alimentamos en lo secreto pensamientos de soberbia no esperemos recibir una lección divina por esto. Sino busquemos al Señor en nuestra intimidad haciendo que Él crezca para que nuestro orgullo y soberbia sean reducidos a la mínima expresión.

La lección de humildad es la que más duele

Pues con ella aparece siempre alguna pérdida para mantener el equilibrio. De ahí que cuando un ego soberbio desconoce a Dios, haga aparecer la humildad para que ese ego vuelva a pisar suelo firme, aunque ese aguijonazo se siente a veces como una herida.

Leamos la Palabra de Dios en Proverbios 15:31-33El oído que escucha las amonestaciones de la vida, Entre los sabios morará. El que tiene en poco la disciplina menosprecia su alma; Más el que escucha la corrección tiene entendimiento. El temor de Jehová es enseñanza de sabiduría; Y a la honra precede la humildad”.

Una persona con humildad

Una persona humilde no sólo tiene conciencia de sus propios méritos, sino que sabe que nada hay en un cristiano que no provenga de Dios. Y es por eso que es necesario también conocer sus limitaciones. Pues al aceptar sus límites, al aceptarse imperfecto, no queda otro remedio que desarrollar la humildad.

Mientras que la soberbia hace que uno sea su propio dios, su propia ley, su propio juez y su propia moral. Lo que produce envanecimiento y la devaluación de los otros, transformándose en la principal causa de las dificultades humanas y el principal obstáculo para el verdadero crecimiento espiritual, por lo que en el momento en que piensas que ya lo sabes todo.

Dios mira tu corazón soberbio y te llama a la humildad, con lo que deberías abandonar la idea de que no te queda nada por aprender.

La humildad es un sentido de realidad que nos lleva a reconocer nuestro justo valor. Es decir, apreciar el valor de ser. Pero no vanagloriarnos por nuestros logros, como tampoco devaluarnos por nuestros fracasos.

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