Cuando el Amor…

La costumbre en una relación de pareja o con Dios trae división. V 25 “Sabiendo Jesús los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo, es asolado, y toda ciudad o casa dividida contra sí misma, no permanecerá.” El hacer las cosas solo por costumbre, hace que no nos identifiquemos con lo que hacemos. Cristo es muy claro, nos identificamos con su ideal o estamos en su contra. V 30 “El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama.”

La costumbre en una relación de pareja no deja aflorar sus sentimientos. La relación se vuelve fría, y rutinaria.

La costumbre con Cristo, no deja que aflore el espíritu santo. 31- 32 “Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres; mas la blasfemia contra el Espíritu no les será perdonada. 12:32 A cualquiera que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en este siglo ni en el venidero.” Que es el que nos da fuego, pasión.

La costumbre endurece el corazón. V 34-35 “¡Generación de víboras! ¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca.
12:35 El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas.” Tanto el bueno como el malo tienen cosas valiosas en su corazón, tesoros, pero lo que para ti es bueno para otro podría ser malo.

De acuerdo a lo que tenemos en nuestro corazón es la forma como hablamos. Tú y yo somos producto de lo que declaramos con nuestra boca. V 36-37 “Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio.
12:37 Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado.”

Cuando hacemos las cosas por amor, ponemos las cosas que hacemos en primer lugar. Jesús demostró que su padre Jehová estaba por encima de todo aun por encima de su propia familia. V 46-50 “Mientras él aún hablaba a la gente, he aquí su madre y sus hermanos estaban afuera, y le querían hablar. 12:47 Y le dijo uno: He aquí tu madre y tus hermanos están afuera, y te quieren hablar. 12:48 Respondiendo él al que le decía esto, dijo: ¿Quién es mi madre, y quiénes son mis hermanos?
12:49 Y extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo: He aquí mi madre y mis hermanos.
12:50 Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi hermano, y hermana, y madre.”

No dejes que el amor por tu familia o por tu pareja se convierta en costumbre, vuelve a darle vida recordando porque fue que te enamoraste de ella.

No dejes que el amor por Jesucristo se convierta en costumbre. Recuerda las maravillas que él ha hecho por ti, recuerda de donde te saco y se agradecido, más que por necesidad congregarte por agradecimiento.

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