Solamente el sumo sacerdote entraba al lugar santísimo, pero sabe algo, Samuel aun durmiendo dependía de Dios. Dice la palabra que dormía en el lugar donde se hallaba la presencia de Dios. V3.
Cuan santo y confiado era Samuel, que no entraba una vez al año al lugar santísimo, sino que ahí hasta dormía.
Dependes 100% de Dios o del prestamista, del banco, del jefe, de un esposo, (a) hijos, del avance de la tarjeta de crédito? De qué o de quien dependemos?
El confiar plenamente en Dios hace que nuestra conducta sea intachable.
3. A través de la obediencia.
Que es lo que más le puede estorbar a su hijo, una tarde de domingo descansando en casa, viendo una película y que se pierda el control?. ¡Hijo cambie de canal ¡Le dan ganas de comer palomitas de maíz? Hijo valla a la tienda…. El hijo se queja, que pereza y expresa esa frase repetid: ¿Por qué siempre me toca a mí? Por qué no mandan a mi hermano…. Que no hace nada…. Pero a la final va, por qué? Diga conmigo, por qué me conoce, sabe que lo regaño, le exijo….la oreja….. El pellizco, la voz alta…
1 Samuel 3:4 Samuel ya casi dormía y lo llaman no una, dos sino tres veces, con el mismo respeto acudió al llamado la tercera vez, y fue diligente, recuerde que el fue hecho con manual de instrucciones.
En el verso 7, dice la palabra que Samuel no había conocido a Dios. La palabra conocer es “yadá”: conocer pero también se traduce: Descubrir, discernir, experimentar.
Al cuarto llamado Dios se presenta, se le revela, cuando lo llama en el espíritu y aun cuando sintió temor porque esa experiencia nunca la había vivido, fue obediente e hizo como Elí le dijo.
Iglesia solamente es posible obedecer si le conozco, Ud. no obedece a un desconocido. Entonces para relacionarme con Dios necesito conocerle. VERSS. 19-22
En la medida que le obedezcas, que tu conducta te lleve a relacionarte más con él, Él se revelará a tu vida como lo hizo con Samuel . Y Samuel creció, y el Señor estaba con él; no dejó sin cumplimiento ninguna de sus palabras. (1 Samuel 3:19 LBLA)
Dios está contigo y no dejará sin cumplimiento ninguna de sus promesas, pero el precio es la obediencia. El obedecer hace parte de la conducta del ser humano y muchos de los problemas y crisis que vivimos son por falta de obediencia.