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Reconcíliate

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Predicas Cristianas Predica de Hoy: Reconcíliate

Predica Cristiana Texto Bíblico: Lucas 15:11-24

Introducción

¿Cuántas veces hemos fallado en esta semana?

Alguien pudiera decir: Edgar yo no he fallado mucho; sin embargo no creo que en este lugar haya alguno que diga: yo no le he fallado en alguna cosa. Pues debido a nuestra condición humana metemos la pata muy a menudo y estos errores o fallas se convierten en obstáculos. Se vuelven un estorbo para nuestras oraciones. Y no solo esto sino que también impiden que las bendiciones de Dios lleguen a nuestras vidas en la magnitud e intensidad en que él las envío.

La única forma de derribar esos obstáculos y poder recibir de él todo lo que tiene para nosotros y que nuestras oraciones lleguen a él sin estorbo es mediante una reconciliación con Él, y esta se logra a través del perdón.

Pedir perdón requiere de valor, mucho valor para reconocer cuando uno se equivoco y ofrecer una disculpa en espera de la aceptación de esta y con una actitud de arrepentimiento.

Perdonar requiere de humildad, mucha humildad para aceptar una disculpa. Hacer a un lado el orgullo y quizás las heridas y perdonar a esa persona que tuvo el valor de pedírtelo.

La reconciliación

Quiero que leamos una historia en la Biblia que nos habla acerca de este tema que es la reconciliación y lo encontramos en el evangelio según Lucas 15:11-24:

También dijo: Un hombre tenía dos hijos; 12 y el menor de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte de los bienes que me corresponde; y les repartió los bienes. 13 No muchos días después, juntándolo todo el hijo menor, se fue lejos a una provincia apartada; y allí desperdició sus bienes viviendo perdidamente. 14 Y cuando todo lo hubo malgastado, vino una gran hambre en aquella provincia, y comenzó a faltarle. 15 Y fue y se arrimó a uno de los ciudadanos de aquella tierra, el cual le envió a su hacienda para que apacentase cerdos. 16 Y deseaba llenar su vientre de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba. 17 Y volviendo en sí, dijo: !!Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre! 18 Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. 19 Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros. 20 Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó. 21 Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo. 22 Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies. 23 Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta; 24 porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse.

Reconcíliate

Esta historia es un ejemplo de lo que les digo. Por un lado el hijo fallo y cometió errores. Y tuvo que llegar un punto en el que reconoció esto se armo de valor. Después de darle muchas vueltas se decidió a ir donde su padre y pedir perdón pensando que si lo perdonaba le permitiera ser uno de sus jornaleros.

Por otro lado el padre, dice la Biblia que lo miro de lejos y fue movido a misericordia, corrió y se echó sobre su cuello y le beso. Aquí quiero resaltar algo. Dice la palabra que este joven terminó apacentando cerdos y que había llegado a una condición tan mala que deseaba llenarse de la comida de los cerdos.

Así que no creo que se haya presentado limpio y arreglado con su papá. Mas bien creo que iba sucio, maloliente, desnutrido. Quizás harapiento y me sorprende esta parábola porque nos dice que “cuando aún estaba lejos lo vio su padre”. ¿Te das cuenta?

Su padre lo reconoció a lo lejos a pesar de estar sucio, harapiento, descuidado, etc. Esto quiere decir que ¡por debajo de esta condición tan deplorable el padre pudo ver a su hijo!

¡Aleluya! y no solo eso sino que corrió y dejo todo lo que tenia pendiente o estaba haciendo y corrió a besar y abrazar a ese hombre mugroso y maloliente porque el padre supo que debajo de todo eso estaba su hijo.

El hijo le confiesa su pecado y reconoce su error y ofrece la disculpa y aunque la Biblia no nos dice que el padre la haya aceptado con un “SI” literal, es evidente que lo perdona y dice a sus siervos que saquen el mejor vestido y le pongan el calzado y un anillo para su hijo con lo que el padre aparte de mostrar su perdón muestra que mas allá de lo que este joven pueda hacer, para su papa él siempre será su hijo y siempre tendrá un lugar con él y le organiza una fiesta para celebrar mas que un encuentro… una reconciliación.

Del mismo modo pasa con nosotros. Hay momentos en que guiados por nuestros deseos, costumbres o por alguna otra influencia; decidimos hacer cosas que nos apartan de nuestro Padre celestial y nos impiden mantener una relación cercana con él y nos llevan muchas veces a lo que le sucedió a este joven.

Y si ya te cansaste de vivir entre los cerdos, lleno de dudas, lleno de enfermedad, lleno de temor, lleno de problemas, de rencor, de dolor, de infelicidad, de incertidumbre.

Si ya te cansaste de vivir en esa suciedad déjame decirte que es tiempo de que te levantes de ese lodo y te decidas ir con tu Padre a donde Él te espera. Decídete a ir a la presencia de Dios y ten el valor de decirle “me equivoque, perdóname”.

No importa el mal olor que despida tu pecado, no importa cómo te hagan ver esos harapos de tristeza, dolor y necesidad. Nada de esa suciedad impide que Dios pueda ver debajo de todo eso a un hijo suyo que se aparto pero que regresa ¡Aleluya! Y solo esta esperando que te acerques un poco con esa actitud de arrepentimiento para correr, abrazarte, besarte y restituirte tu lugar como hijo junto a Él.

Reconcíliate con Dios

Reconcíliate

Hoy quiero invitarte que te reconcilies con el Padre y que sin importar ese pecado, esa tristeza, ese dolor o lo que sea que te haya mantenido alejado de Él, te acerque hoy a Él y le pidas que te perdone.

Te invito a que puedas sentir como el Padre te abraza, te besa y te da la oportunidad de que lo hagas bien y recibir de Él todas las bendiciones.

Y si tú no has tenido la oportunidad y el privilegio de experimentar a Dios como tu padre también te invito a que hoy recibas a Jesucristo en tu corazón y comiences una nueva vida.

Juan 1:11-12…a lo suyo vino, pero los suyos no le recibieron. Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos Hijos de Dios.

Si tú quieres ser hijo de Dios, este día es tu oportunidad y toma en cuenta que puede ser la última.

Conclusión

Si te has decidido a recibir a Jesucristo en tu corazón te quiero pedir que cierres tus ojos y repitas conmigo esta oración: “Señor Jesús, en este día vengo a ti arrepentido de todos mis pecados y errores que me han tenido lejos de ti, te pido que me perdones por ellos y que entres en mi corazón, creo en que tu diste tu vida por mi y resucitaste, te recibo dentro de mi corazón y te acepto como mi único y suficiente señor y salvador. Amen.

Si tu has hecho esta oración te felicito y te doy la bienvenida a la familia de Dios por último quiero decirte que todas las promesas que están en su palabra son alcanzables para sus hijos y tu eres uno de nosotros.

Dios te bendiga.

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