Predicas Cristianas

Predicas Cristianas Predica de Hoy: El buen Pastor

Predicas Cristianas Lectura Bíblica: Juan 10:1- 6

Introducción

Este sermón va dirigido para todos mis amigos ministros y obreros del Señor. Sé que en nuestro corazón de siervo existe un anhelo profundo por un cada vez más excelente trabajo de campo y de administración en la obra de Dios. La excelencia y la eficacia son los destinos a la cual los propósitos de Dios nos encaminan.

¿Cómo podremos ser eficaces y fructíferos? Recordemos que los ministros tenemos tres grandes retos dentro del cuerpo de Cristo, los cuales tenemos que realizarlos magníficamente. Primero: llevar a la iglesia a que rinda una aceptable adoración ante el trono de Dios. Segundo. Ministrar la Palabra de Dios a la iglesia rectamente. Tercero: llevar el Evangelio de Jesús de manera poderosa al mundo.

Para realizar estas tres cosas es indispensable que los ministros y obreros estén unánimes con el cuerpo de Cristo. Unidos en el cauce de este propósito.

¿Cómo lograr tal compactibilidad: Ministerio – Iglesia?

Dios tiene como agente a sus ministros en la tierra para realizar su Gran Obra, los Ministros solos no podrían realizar la obra de Dios, la Iglesia como tal simplemente no podría avanzar sin el trabajo eficaz de los ministros.

¿Quién es el responsable de lo que puede o no puede pasar con el plan de Dios para el mundo? ¿Dios, la Iglesia o él ministro? A Dios no podríamos hacerlo culpable, Él ha dado, está dando y dará todo para que el sacrificio de su Amado Hijo sea conocido y aceptado en todo el mundo.

Tampoco la Iglesia seria responsable, por que ella canina según la dirección de los ministros. Amigo ministro somos nosotros los responsables del apagón o del avivamiento que se genere en nuestra zona de operaciones.

¿Cómo conquistar el corazón de la Iglesia? Dios puso este tema de edificación ministerial en mi corazón a raíz de mi gran preocupación, de cómo hacer que en unidad con la congregación se pueda plasmar la Gran Misión.

Jesucristo dejó la enseñanza con su propia vida de cómo conquistar el corazón de la iglesia. Y esa lección esta magistralmente resumida en: Juan 10:1- 6; aquí encontraremos el secreto que muchos deseamos encarnar en nuestros ministerios.

Veamos en detalle los puntos en la porción bíblica:

A. NO SEA UN MINISTRO DESORDENADO

De cierto, de cierto os digo: el que no entrare por la puerta en el redil de las ovejas, si no que sube por otra parte, ese es ladrón y salteador. (Juan 10: 1) ¿Cómo llegó usted a ser un ministro del evangelio? ¿Ha cumplido las reglas bíblicas? ¿Usted es un cristiano verdadero? ¿Vive de verdad la fe en Cristo? ¿Tiene su familia en sujeción? ¿Fue preparado bíblicamente antes de ejercer el ministerio? ¿Cree usted que lo llamaron y ordenaron al ministerio por su consagración y fidelidad o por necesidad de ministros?

Cuál es el verdadero motivo de su trabajo ministerial, ¿el llamado de Dios, la Iglesia, el mundo sin Cristo, el dinero, o el reconocimiento? Es muy importante formularse estas preguntas ya que si no basamos nuestro ministerio en el orden de Dios, no tendremos la autoridad moral ni espiritual para enseñar a otros.

Todo ministro verdadero y temeroso de Dios debe haber entrado por la puerta. Es decir: haber sido ordenado y enviado por un ministro superior y estar dispuesto a rendir cuentas de su trabajo.

El subir por otra parte, significa que al “ministro” no le importa los estándares bíblicos, eso es muy peligro, por que cae en el descrédito. Un ladrón y salteador. La causa del desorden en el ministerio, a dado como fruto muchos grupos y sectas; que en lugar de traer gloria a Dios y aporte de crecimiento sano de la iglesia a causado confusión y división.

Debemos estar muy atentos, por que los que fuerzan entrar en el ministerio sin importarle el orden, lo único que harán es robar en la iglesia, robar el puesto de alguien que si merece estar allí, robando el tiempo que la iglesia debería emplear en la misión.

Entonces el primer paso para conquistar el corazón de la iglesia es no ser un ministro desordenado.

B. USE EL ORDEN DE DIOS PARA SU MINISTERIO

Más él que entra por la puerta, el pastor de las ovejas es. (V. 2)

El ministerio nace con el anhelo y estar dispuesto a cumplir con los requisitos que éste demanda. 1 Timoteo 3: 1- 7; el sentir ejercer un ministerio cristiano no es humano, es de Dios. (Filipenses 2: 13; Hebreos 5:4) para llegar a ser un ministro primero tiene que ser instruido rectamente en las verdades fundamentales de la Palabra de Dios (doctrina cristiana).

Mateo 28: 19; el ministro es constituido por Dios y no por el hombre, Filipenses 4: 11; el ministro debe rendir cuenta de su trabajo y progreso ministerial a quien corresponda, Jesús rendía cuentas a su Padre de su trabajo ministerial (Juan 17) sus discípulos también (Lucas 10: 17- 19; Hechos 15: 3-4).

Dios bendice a un ministro ordenado y que no se distrae en tareas que no le competen, (Hechos 6: 1.4) el ministro debe asegurarse de seguir el orden de Dios para que la Iglesia que está a su cuidado camine voluntariamente en los planes que Dios tiene.

C. SEA UN MINISTRO DE COMUNIÓN INTIMA CON DIOS

A éste abre el portero… (V. 3)

Ya hemos visto los dos primeros puntos que son la base para un ministerio de puertas abiertas y corazones dispuestos. Evitar el desorden y consolidar el orden, el resultado de esto es: a este abre el portero. Pero esta frase encierra un secreto mucho más maravilloso.

Dios es el portero no solo del corazón de la Iglesia sino también de los no creyentes. (Hechos 14: 27) Si el evangelista desea tener éxito en un festival evangelístico, primero tiene que hablar con el portero. Si el pastor desea meterse en el corazón de la Iglesia primero debe hablar con el Portero. Tener comunión con Él a través de la oración constante y el estudio de la Palabra de Dios. El portero es el Padre. Hable con él por medio de la oración constante.

Dios hará que la Iglesia trabaje en el propósito que él a puesto en el corazón de su siervo. Muchos pastores sufren y batallan por que no pueden mover a sus congregaciones al trabajo de la misión, encuentran mucha resistencia. Muchas veces caen en la tentación de herir a la Iglesia con palabras ofensivas, haciendo presión. No, no es con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ah dicho Jehová de los ejércitos.

Muchos pastores viven un ministerio de frustración, pero eso se acaba cuando primero se habla con el Portero, ÉL te hará entrar en el redil, y conquistarás el corazón de las ovejas. El secreto de hablar con el Portero es válido para todos los ministerios.

Jehová Dios es el dueño de toda puerta, Apocalipsis 3: 7; si el ministro está fuera del corazón de la Iglesia no podrá realizar las grandes proezas del Señor. Desde afuera no se puede hacer nada, solo gritar, presionar y protestar… eso es una actitud nada aceptable en el ministerio cristiano. 1 Pedro 5:2

D. TRANSMITA CLARAMENTE EL PROPÓSITO DE DIOS

…Y las ovejas oyen su voz…

Una vez que hablaste con el Portero por medio de la oración sin cesar y Él te haga entrar en el redil, es decir en el corazón de cada uno de los miembros de la Iglesia.

El otro paso es: hablar con las ovejas y que ellas te escuchen. Ahora es importante entender que en el lenguaje bíblico la palabra oír no solo significa simplemente escuchar, sino también obedecer (Éxodo 19. 5; Romanos 10: 17) por lo tanto, si tú como pastor deseas sacar adelante un plan que Dios a puesto en tu corazón, tienes que saber transmitirlo a la congregación.

Tienes que prepararte bien en oración, ordenar tus ideas, todo lo que transmitas a la iglesia tiene que ser algo claro, entendible, sencillo, motivador, viable, lleno de amor, considerando la posibilidad de participación de todos. Hay que prepararse anticipadamente para hablarle a la iglesia, entonces la Iglesia oirá y juntos trabajarán en los planes de Dios.

Jesús sabía conquistar el corazón de la gente que le seguían, y eran multitudes. ¿Cómo lo lograba? Se levantaba muy temprano a tocar la puerta y hablaba con el Portero, el Portero le habría la puerta del redil. Y él estando dentro sabía hablarles con un lenguaje sencillo, lleno de amor y de esperanza.

Jesús no se complicaba, él usaba el lenguaje más sencillo de la época el griego koiné (Jesús hablaba como uno más del barrio, pero con ejemplo de vida, poder y autoridad de Dios) y usaba metáforas y parábolas relacionadas con la vida cotidiana.

Y la gente quedaba satisfecha y maravillada de su forma de transmitir el mensaje de Dios. (Mateo 7:28-29) y el resultado era que mucha gente le seguía aún a lugares desérticos donde no había agua ni comida, por que anhelaban escuchar a Jesús y recibir un milagro.

Porque no solo Jesús hablaba hermoso sino que también transmitía fe y la gente era sanada y liberada de sus opresiones y ataduras. (Mateo 8:1; 14:13- 14)

E. MANIFIESTE SU ATENCIÓN PERSONAL CON CADA OVEJA

… y a sus ovejas llama por su nombre…

Esta palabra enseña que tú como pastor tienes que tener comunicación personal con cada oveja. Existen pastores que nunca hablan con sus ovejas de manera personal, no crean una atmósfera de confianza pastoral. Y a sus ovejas llama por su nombre, significa: apreciado hermano Juan, siento de Dios hablar con usted, le visitaré mañana, tengo una palabra de Dios para su vida.

Y así con cada hermano o hermana o matrimonio, como pastor y ministro de Dios tienes que tener comunicación y comunión personal. No importa si son miles debe haber un tiempo especial para cada oveja, así como Dios tiene un cuidado especial y particular para cada uno de nosotros.

(Mateo 10: 29-30) es una gran bendición el desarrollar el trato personal con las ovejas, porque ellas te contarán sus problemas, anhelos, sus proyectos etcétera.

Esos son los momentos en que usted como pastor conocerá a sus ovejas y podrá contar con ellas para el trabajo de la misión. Los proyectos que tu como pastor quieras emprender se harán más fáciles y con mucha motivación y entrega por la Iglesia, debes crear un ambiente de amistad y confianza. Y eso se crea con la atención personalizada. (1 Timoteo 5: 1-3) es así como conquistarás el corazón de la Iglesia.

F. AYUDE QUE DESCUBRAN Y DESARROLLEN EL MINISTERIO

… Y las saca. Y cuando ha sacado fuera todas las propias… (V: 4)

Esta palabra enseña que tú como pastor tienes que ayudar a liberar los dones y talentos que están encerrados dentro de la vida de las ovejas. Ellas tienen que sentirse libres de expresar lo que tienen dentro para adorar al Padre y engrandecer el reino de Dios sobre la tierra.

Recuerda que cada creyente tiene mucho que liberar, su ser aloja virtudes que Dios a puesto en ella. Tú tienes que ayudarla a descubrir, liberar y a desarrollar. Mientras las ovejas no hagan aflorar esas virtudes no son libres, serán gente frustrada y llena de anhelos y sueños ahogados en lo profundo de su ser.

Tú como pastor tienes que reproducirte en ellos. Dentro de tu redil hay ministerios como: Apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros.

De allí la importancia que tiene que haber comunión y confianza mutua. Fíjate bien lo que dice Jesús Y cuando ha sacado fuera todas las propias… o sea ese trabajo es tuyo, no esperes que venga otro y ocupe tu lugar. Esa es responsabilidad tuya.

Es por eso que el ministerio no es fácil, el ministerio requiere de mucha preparación no solo en la Palabra de Dios sino también en todas las aéreas de la vida, de esa manera es como se podrá ayudar a las ovejas a desarrollar lo que hay en su corazón. Como escuche en una enseñanza reciente de un amigo ministro: El ministerio cristiano es el más completo de todas las profesiones.

G. SEA UN MINISTRO DE EJEMPLO E INSPIRACIÓN

Va delante de ellas y las ovejas le siguen porque conocen su voz El verdadero pastor siempre va delante de ellas, de las ovejas. Recordemos que Jesús nunca ordenó hacer algo sin que él lo haga primero. Él trazó el camino a seguir (Juan 13:15) el pastor es un líder por excelencia. Primero en todo.

Primero en la oración, en el ayuno, en las reuniones, en el orden personal, en el conocimiento de la palabra de Dios y en toda materia. Primero en ganar almas para Cristo, primero en tener en orden su hogar. Por ahí hay un dicho que excusa el trabajo pastoral de campo “el pastor no pare, sino las ovejas” esta frase el lógica literalmente en el reino animal, pero en el pastorado cristiano es una excusa de vagabundería, ociosidad y cobardía ministerial.

Querido pastor y ministro del Señor, sé primero en todo, para que tengas autoridad moral y espiritual sobre los que diriges. “sed imitadores de mí como yo de Cristo” (1 Corintios 11:1) un verdadero pastor y líder espiritual inspira a sus ovejas, no los mandes, que te sigan con tu ejemplo. El verdadero pastor no es un dictador, sino un inspirador. La manera más efectiva de conquistar el corazón de quienes el Señor a puesto a tu cuidado es demostrándoles que todo es posible en Cristo Jesús.

Un ejemplo muy práctico que me hace recordar el Espíritu Santo es el de Josué. Él conquistó el corazón de los líderes del pueblo de Israel. “Entonces respondieron a Josué, diciendo: Nosotros haremos todas las cosas que nos has mandado, e iremos adondequiera que nos mandes. 17 De la manera que obedecimos a Moisés en todas las cosas, así te obedeceremos a ti; solamente que Jehová tu Dios esté contigo, como estuvo con Moisés. 18 Cualquiera que fuere rebelde a tu mandamiento, y no obedeciere a tus palabras en todas las cosas que le mandes, que muera; solamente que te esfuerces y seas valiente.” (Josué 1: 16-18)

Josué era el primero que se levantaba en el campamento (Josué 3:1) primero en santificarse (3: 5) primero en escuchar la voz de Jehová su Dios, (3:7) primero en las reuniones de líderes (3:9) Primero en aplicar la justicia (7:25) primero en la batalla contra el enemigo (8:21) primero en servir a Dios con toda su familia (15:24) y a Josué tuvo un ministerio de bendición por que fue un líder de ejemplo y de inspiración.

H. EL MINISTRO NO TIENE UNA VIDA PRIVADA Y OTRA MINISTERIAL

Más al extraño no seguirán, sino huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños. (V: 5)

Si tú deseas conquistar el corazón de tu congregación, no tiene que haber nada extraño o desconocido en ti.

Toda tu vida tiene que ser luz. (Lucas 11: 36) El ministro de Dios no debe tener nada extraño o algo que ocultar en su vida ya sea personal, matrimonial, ministerial, o de otra índole. (1 Corintios 4:3-4) entonces, ¿Cómo aconsejarás o reprenderás el pecado ajeno? (Mateo 7: 5) No es cuestión de aparentar, la primera persona que tiene que saber que eres un siervo de Dios es tu esposa y tus hijos.

El ministro de Dios no tiene vida privada u oculta. Toda cosa que se oculta, es pecado y le tiene miedo a la luz, (Juan 3; 20) la vida y las prácticas ocultas hay que reprenderlas y echarlas fuera de nuestra vida, (Efesios 5:11) la vida oculta daña y destruye ministerios.

I. PREOCÚPATE EN ENTENDER Y APLICAR EL PLAN DE DIOS PARA TU MINISTERIO

Esta alegoría les dijo Jesús, pero ellos no entendieron que era lo que les decía. (V: 6)

Jesús termina de explicarles a sus discípulos el secreto del éxito del ministerio pastoral pero ellos no entendieron. Gracias al amoroso amigo el Espíritu Santo que nos da a entender esta gran enseñanza hoy.

Es mi deseo sincero, Amigos pastores y líderes que sigamos creciendo en el conocimiento de Dios para edificar (hacer crecer) nuestro ministerio y fortalecerlo cada día mas, para que Dios nos use en gran manera en este tiempo especial de cosecha. El Señor de la mies está llamando obreros dignos de su obra. Es tiempo de prepararse, es tiempo de orar, de ayunar, de estudiar, de vivir en santidad.

Recordemos que hemos tenido el privilegio de ser considerados a ser ministros del evangelio por la gracia de Dios. No por que lo merezcamos, sino por su amor y su misericordia, por lo tanto honremos nuestro ministerio. Demos lo mejor de nosotros por esta Causa. (Romanos 11: 13)

CONCLUSIÓN.

Atrévete a poner en práctica estos principios, no son míos, es la enseñanza de Jesús el buen Pastor. Dios quiere que la congregación trabaje contigo en sus planes para salvar al mundo. Solo no podrás hacer nada, si quieres conquistar al mundo para Cristo primero conquista tu propio ejército. Ese ejército es la Iglesia que Dios te dio que guiaras. Y comparte esta enseñanza con otros ministros amigos. Estemos siempre dispuestos para aprender y a enseñar.

Dios te bendiga siempre…

El buen Pastor